Debate energético

El gran apagón tensiona la 'mayoría antinuclear' en Catalunya

Illa mantiene su apuesta por las renovables, aunque valorará postergar el cierre de las nucleares si lo solicitan los operadores

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El president, Salvador Illa, y el líder de Junts en el Parlament, Albert Batet, esta semana en el Parlament.

El president, Salvador Illa, y el líder de Junts en el Parlament, Albert Batet, esta semana en el Parlament. / Mariona Puig / ACN

Quim Bertomeu
Sara González
Carlota Camps
Barcelona
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El gran apagón de hace dos semanas ha tenido consecuencias a muchos a niveles, entre ellas, la reapertura del debate sobre la conveniencia de cerrar las centrales nucleares, cuya clausura está programada entre 2027 y 2035. Catalunya acoge tres de estas centrales -Ascó I, Ascó II y Vandellós II- y tenía hasta día de hoy una sólida mayoría en el Parlament a favor de seguir con estos planes. El corte de suministro eléctrico del pasado 28 de abril, sin embargo, ha tensionado la solidez del bloque 'antinuclear'. Siguen siendo más los partidarios de cerrarlas que los de alargar su vida ante este nuevo acontecimiento, pero han aparecido nuevos matices en el discurso de algunos partidos.

Unas semanas antes del cero eléctrico que dejó a oscuras la Península Ibérica, el Parlament aprobó una moción que instaba al Gobierno al "cierre de las centrales nucleares". Prosperó con 72 votos a favor -los del PSC, ERC, Comuns y la CUP- y 35 abstenciones de Junts. Solo hubo los 27 en contra del PP, Vox y Aliança Catalana. La moción, que no es vinculante, pasó desapercibida y, pese a que ganaron con holgura los partidarios del cierre, ya aparecieron algunas dudas sobre la posibilidad real de cumplir con el calendario si no se apuesta más por las renovables y por compensar a los municipios que acogen las centrales. Ahora, estas dudas se han acrecentado.

Por ejemplo, ERC empezó la semana cuestionando que en Catalunya se estén haciendo los deberes para poder cerrar las centrales con garantías y culpó al Estado. Los republicanos aseguran que no han abandonado el bando del 'no' a la energía nuclear, pero lanzan algunos avisos. "Nosotros no estamos para alargar la vida de las nucleares, pero no es posible hacerlo si el Gobierno no toma las decisiones que tiene que tomar con los trabajadores y el territorio y que dé respuesta a los fallos de suministro", dijo el dirigente Isaac Albert. "Nosotros estamos para garantizar el suministro", remachó.

Junts nunca ha estado alineado en el bando antinuclear y, cuando ha tocado votar sobre el tema, su posición recurrente ha sido la abstención. Los posconvergentes se encuentran en plena deliberación interna sobre esta cuestión. En la ponencia política aprobada en el último congreso ya se apostaba por "abrir un debate sobre el papel de la energía nuclear" y, justamente, el viernes se celebraron unas jornadas de trabajo en el Hospitalet de l'Infant, el municipio que acoge la central de Vandellós. Hasta ahora la posición de los posconvergentes se ha centrado en pedir un "crecimiento urgente y ordenado" de energía eólica y fotovoltaica, pero han evitado definir una posición sobre las nucleares. Cuando lo hagan, sus votos podrían ser decisivos para decantar mayorías.

Imagen de la central nuclear de Vandellòs II durante el apagón eléctrico del 28 de abril.

Imagen de la central nuclear de Vandellòs II durante el apagón eléctrico del 28 de abril. / Eloi Tost / Acn

Uno de los factores clave que condiciona el posicionamiento de ERC y Junts es su fuerte presencia institucional en las zonas de Catalunya donde están ubicadas las centrales nucleares. Es por esto que tienen que hacer equilibrios entre su apuesta por avanzar hacia las energías limpias y, a la vez, dar una salida a los municipios y habitantes que dependen de la actividad económica de las centrales. ERC impulsó desde la Generalitat el Fondo de Transición Nuclear para ayudar a los municipios afectados por el cierre y afea al Gobierno que no arrime el hombro. "Siempre nos hemos tenido que espabilar solos", lamenta un concejal de la zona.

El Govern de Illa

La apuesta del president Salvador Illa pasa por las renovables y el cierre de las tres nucleares catalanas. "No cambiará la hoja de ruta. Ni tendremos prisa por anunciar cosas, ni frenaremos nuestro plan para sacar a Catalunya de la cola en renovables", resumen fuentes gubernamentales. El president ya marcó la línea en su comparecencia del pasado martes, que pasa por reafirmar su compromiso con la transición verde. Eso sí, emplazó a los operadores de las nucleares a solicitar que se alargue el plazo de cierre si así lo consideran. La decisión final la tomará el Govern basándose en el "pragmatismo". Es decir, que lo avalará solo si entiende que es necesario por una "debilidad" de la red -garantizar el suministro va a ser la prioridad en todo momento- y siempre que los costes de la generación de residuos los asuman las propias nucleares y no el erario público.

Los diputados de los Comuns en el Parlament Jéssica Albiach y David Cid.

Los diputados de los Comuns en el Parlament Jéssica Albiach y David Cid. / Quique García / EFE

Mientras tanto, en el resto de partidos las posiciones admiten menos matices. Los Comuns y la CUP siguen en la posición 'antinuclear' que han ido defendiendo. "El gran apagón ha sido un pretexto para la derecha y el oligopolio energético para volver a un modelo más centralizado y más basado en las nucleares", apuntó la líder de los Comuns, Jéssica Albiach, el martes pasado.

En el bando opuesto, el PP, Vox y Aliança Catalana han visto con el apagón la oportunidad de tensar la cuerda hacia el alargamiento de la vida de las nucleares. "Renovables sí, por supuesto, pero nucleares también; o el colapso se volverá a repetir pronto", resumió el líder de los populares catalanes, Alejandro Fernández.

¿Qué pasaría ahora si se volviera a votar en el Parlament una resolución como la del marzo pasado? Seguro que hay más de un partido interesado en repetir la votación.

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