Con un nuevo decreto

El Govern frenará la subida inmediata de la tasa turística tras el revés en el Parlament

La consellera de Economia, Alícia Romero, recomienda a los hoteleros que no cobren el incremento porque se corregirá la situación el próximo martes en el Consell Executiu, aunque reconoce la situación de "inseguridad jurídica"

El Parlament aprueba la subida de la tasa turística con ERC y los Comuns a la greña

El president de la Generalitat, Salvador Illa, este miércoles en el Parlament

El president de la Generalitat, Salvador Illa, este miércoles en el Parlament / ACN

Sara González
Carlota Camps
Quim Bertomeu
Gisela Boada
Barcelona
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La entrada en vigor inmediata de la tasa turística ha sido encajada con estupefacción tanto por el Govern como por los grupos de la oposición. El 'no' de los Comuns al aplazamiento que proponía ERC para adaptar el incremento a las distintas temporadas, sumado a los votos de Junts -que finalmente también se han pronunciado en contra-, ha hecho saltar por los aires los planes del Ejecutivo y lo que la consellera Alícia Romero había pactado tanto con Esquerra como con el sector: que se tramitaría la subida como proyecto de ley para introducir cambios -cosa que sí ha sucedido- y que, a la espera de esas modificaciones, se demoraba a octubre la actualización de los cobros. Sin embargo, con la votación del Parlament, la primera en la que el Govern de Salvador Illa ha visto caer un decreto, el incremento de ese tributo debería cobrarse ya a partir de mañana. Con vocación de corregir lo que considera un desaguisado, el Govern ha anunciado que el martes aprobará un nuevo decreto para frenarlo.

"Nos ha sorprendido que no se aprobara el aplazamiento de la subida de la tasa turística", ha reconocido Romero minutos después en los pasillos del Parlament. Y es que, tras la votación, los teléfonos echaban humo porque las alarmas han saltado en un sector turístico que daba por sentado que ganaría tiempo y que salvaría la temporada de verano sin tocar la tasa, que en el caso de Barcelona puede aumentar hasta los 15 euros por pernoctación en los hoteles de cinco estrellas. La consellera ha lamentado que haya grupos -en referencia a Junts- que hayan "dado la espalda" al sector y ha reconocido que, hasta el martes, se entra en un terreno de "inseguridad jurídica". La recomendación que hace el Executiu es que, durante estos días, los hoteleros no cobren la nueva tasa pero que, en todo caso, si lo hacen, podrán reclamar la devolución.

Un segundo intento sin los votos asegurados

Sin embargo, el galimatías político es relevante. Sobre todo porque cuando el martes el Consell Executiu apruebe el decreto para congelar de nuevo la subida de la tasa, tendrá 30 días para intentar por segunda vez convalidarlo en el Parlament y no tiene los votos asegurados. Los Comuns comprenden que el Govern trate de salvar esa inseguridad jurídica, pero advierten de que volverán a votar en contra porque son partidarios de que los turistas paguen ya un tributo mayor. La gran incógnita es qué hará Junts: posicionarse junto a los intereses del sector de aplazar el incremento o que el ejecutivo del PSC encaje un nuevo revés.

Illa ha vendido el país para mantenerse en el Govern; debe derogar el decreto

Mònica Sales

— Portavoz de Junts en el Parlament

"Si la 'praxis’ es la misma, que no cuenten con nosotros", ha advertido la portavoz parlamentaria de los posconvergente, Mònica Sales, después de la votación. En su lugar, la diputada ha reclamado directamente la derogación del decreto que regula la tasa turística y ha exigido al Govern que abra una negociación parlamentaria y con el sector afectado. "Illa ha vendido el país para mantenerse en el Govern; debe derogar el decreto", ha rematado en una rueda de prensa en la que se ha sacudido las culpas y ha achacado la situación a la "mala gestión" del Govern Illa y de su "debilidad" parlamentaria. También el PP ha hurgado en el revés reclamando que se convocara el Consell Executiu esta misma tarde para solventar la situación.

No obstante, los nervios habían cundido también en la cúpula parlamentaria de Junts cinco minutos antes de la votación, que debatía en los pasillos del Parlament -con llamadas incluidas- cómo proceder. Acababan de conocer que los Comuns votarían en contra del decreto y que, por lo tanto, si no cambiaban su posición, la tasa turística entraría en vigor ya. Finalmente, han decidido mantener su posición, pese a votar a favor de tramitar el decreto como proyecto de ley para modificarlo, y que el Govern de Illa tuviera que afrontar una sonora derrota parlamentaria.

El encaje con ERC y Comuns

Más allá de qué haga Junts en la votación que tendrá que celebrarse en un mes, al Govern le toca lidiar con el choque 'in crescendo' entre ERC y Comuns, sus dos socios prioritarios. El portavoz de los Comuns, David Cid, ha dejado claro que su voto era una enmienda al acuerdo del Govern con los republicanos para aplazar la entrada en vigor del incremento de la tasa a cambio de garantizarse la aprobación de inyección de 3.500 millones a las arcas de la Generalitat vía dos suplementos de créditos.

68 diputados son 68 diputados, es una mala idea jugar a cálculos políticos sin estos 68

David Cid

— Portavoz de los Comuns en el Parlament

"68 diputados son 68 diputados, es una mala idea jugar a cálculos políticos sin estos 68", ha asegurado, además de defender que han sido "coherentes" y que el Govern estaba avisado "desde hace días" de cuál sería su voto. Un aviso con el que los Comuns pretenden advertir de que no se puede prescindir de sus seis votos para garantizarse la estabilidad, además de pedir a ERC que acepte un "diálogo a tres" para negociar. Hasta ahora, el grupo de Jéssica Albiach y de Oriol Junqueras han mantenido una interlocución con el Govern cada uno por su lado tratando de condicionar la agenda de la Generalitat.

El choque entre ERC y los Comuns ya se había evidenciado durante la votación del decreto de medidas fiscales para rebajar el IRPF a las rentas más bajas y aumentar el impuesto de transmisiones patrimoniales a los grandes tenedores. Los Comuns han criticado que ERC votara a favor de tramitar el texto como proyecto de ley, una decisión que los republicanos han justificado por "inseguridad jurídica". Los dos socios, sin embargo, no han fallado a la hora de validar el primer suplemento de crédito de 2.100 millones de euros para gastos corrientes de la Generalitat en situación de prórroga presupuestaria, un primer paso para la estabilidad del Govern de Illa que, no obstante, ha quedado empañado por el golpe sufrido con la tasa turística.