Jordi Pujol alaba el "patriotismo" de Prenafeta: "No tenía más partido que su país"

El expresidente de la Generalitat de Catalunya, Jordi Pujol, ha puesto este miércoles en valor la figura de Lluís Prenafeta, exsecretario general de la Presidencia fallecido ayer martes, de quien ha destacado su "patriotismo": "No tenía más partido que su país", ha afirmado.

Prenafeta, estrecho colaborador de Pujol en el restablecimiento de la Generalitat a partir de 1980, falleció ayer martes a los 86 años.

Muere Lluís Prenafeta, la mano derecha de Jordi Pujol en la Generalitat

En declaraciones a Catalunya Ràdio, Pujol ha expresado su "profundo agradecimiento a la persona de Lluís Prenafeta": "Yo he querido a Prenafeta, he valorado su amistad, su fidelidad, su responsabilidad, su valentía y su patriotismo. Le debo muchas cosas".

Pujol ha destacado "su catalanismo, su vocación de servicio", porque "sin él no habríamos podido poner en marcha Catalunya Rádio y TV3" y, además, "contribuyó a la constitución del primer gobierno de la Generalitat".

"Yo esperaba morir antes que Prenafeta", ha reconocido Pujol, de 94 años. 

En el año 1976, Prenafeta se afilió a Convergència Democràtica de Catalunya. Empezó como militante de base y se centró en la proyección exterior del parido, para más tarde acabar formando parte de la cúpula. Prenafeta llegó a la Generalitat cuando Pujol ganó por las elecciones y fue durante 10 años, de 1980 a 1990, secretario general de la Presidència, cargo que dejó para dedicarse a la actividad privada. Durante su carrera política, intervino en proyectos como la creación de TV3 y Catalunya Ràdio, así como también en la organización de las loterías de la Generalitat y en el proyecto de instalación del parque Busch en Tarragona, el actual Port Aventura.

En sus memorias, Prenafeta cuenta que el día que entraron en el Palau de la Generalitat por primera vez, en 1980, Pujol le soltó: "Lluís, la Generalitat somos tú y yo".

Prenafeta fue arrestado en 2009 en el marco de la operación Pretoria, un caso de corrupción urbanística que tuvo lugar en Santa Coloma de Gramenet, Badalona y Sant Andreu de Llavaneres y que salpicó tanto a CDC como al PSC. Por ello estuvo un mes en la cárcel de Soto del Real, de la que fue liberado tras pagar una fianza. Posteriormente, y tras pactar con la Fiscalía y admitir los hechos -cobramientos de comisiones a cambio de adjudicaciones de obra pública entre 2002 y 2009-, fue condenado a un año, 11 meses y 27 días de prisión por tráfico de influencias y blanqueo de capitales con atenuante de dilación indebida y confesión. También al decomiso de 5,2 millones de euros. Por este mismo caso también fueron condenados el exconseller Macià Alavedra o el exalcalde socialista de Santa Coloma Bartomeu Muñoz.

En una de sus últimas entrevistas públicas, afirmó que Pujol se había equivocado en 2014 al confesar que su familia había tenido durante décadas en el extranjero una herencia sin declarar. También aseguró que ponía "la mano en el fuego" por él y que estaba convencido de que el expresident no se había lucrado de su actividad política. "Pongo totalmente la mano el fuego por el president Pujol. Pongo las dos manos. No se ha metido un euro en el bolsillo. Por el hijo [Jordi Pujol Ferrusola], a lo mejor pondría un dedo", dijo en Catalunya Ràdio.