La relación con el ámbito local

El Govern despliega una estrategia para estrechar lazos con los municipios

El president Salvador Illa sitúa el vínculo con los alcaldes en el epicentro de su proyecto con los delegados de la Generalitat como embajadores

ENTREVISTA | Xavier Amor: "El encargo del 'president' Illa es ayudar a los ayuntamientos de Catalunya sin importar el color político"

El president de la Generalitat, Salvador Illa, poniendo la primera piedra de una promoción de viviendas

El president de la Generalitat, Salvador Illa, poniendo la primera piedra de una promoción de viviendas / MANU MITRU

Sara González
Manuel Arenas
Barcelona
Por qué confiar en El Periódico Por qué confiar en El Periódico Por qué confiar en El Periódico

El president de la Generalitat, Salvador Illa, suele reivindicar, siempre que tiene la ocasión, que es un defensor acérrimo de los alcaldes, cargo en el que él mismo se esculpió en política asumiendo durante una década la vara de La Roca del Vallès. Desde que se puso al frente del Govern, uno de sus empeños ha sido situar el municipalismo en el núcleo duro de la toma de decisiones. Es por ello que durante estos primeros ocho meses de mandato ha desplegado una estrategia diseñada para estrechar lazos con los ayuntamientos en la que, más allá de la implicación de las conselleries, los ocho delegados de la Generalitat en Catalunya ejercen de embajadores.

"El encargo del president ha sido situar en el epicentro del Govern a los municipios sin importar de qué partido es cada alcalde", explica el conseller de la Presidència, Albert Dalmau, a EL PERIÓDICO. Se trata, asegura, de "descentralizar el país" y de garantizar la presencia del Govern en el territorio más allá del área metropolitana para dar respuesta a las necesidades de cada lugar. Para ello, el primer paso ha sido el de tener un "antenas" en cada rincón. Es decir, personas encargadas de peinar el terreno, de estar en permanente contacto con los alcaldes para detectar las principales urgencias y prioridades y de ejercer de "correas de transmisión" para acortar la distancia con la plaza de Sant Jaume.

El 75% de los municipios en un año

La pieza sobre la que recae la dirección estratégica de este cometido es la secretaría de Governs Locals, bajo la batuta de Xavier Amor, y cuenta para ello con los delegados que tiene el Govern en Barcelona, Tarragona, Lleida, Girona, Catalunya Central, Penedès, Terres de l'Ebre y Alt Pirineu i Aran. "No podemos tener figuras ornamentales", asegura Dalmau dando a entender que hasta ahora estos cargos tenían un papel más simbólico que ejecutivo.

La delegada del Govern en Barcelona, Pilar Díaz, define el nuevo escenario como "un punto de inflexión". "Antes la delegación era poco conocida y los municpios no la tenían tan presente", asegura la también exalcaldesa de Esplugues de Llobregat, que trata de "conocer de primera mano" los retos de una veguería barcelonesa integrada por 117 municipios. "Ha habido un cambio: ahora los delegados somos percibidos como una herramienta necesaria para transmitir las políticas al territorio, rubrica la exedil.

Alcaldes del área de Barcelona celebran los 80 millones del PUOSC del Govern de la Generalitat.

Alcaldes del área metropolitana, durante la presentación del PUOSC / EL PERIÓDICO

A los ocho responsables territoriales se les ha encargado que este año hayan visitado el 75% de los municipios que forman parte de sus respectivas áreas territoriales, cosa que implica reunirse con sus respectivos alcaldes, una labor que complementa la orden que ha dado también el president a sus consellers de que vayan más allá de sus despachos y pisen tanto terreno como puedan. La delegada de Barcelona, por ejemplo, ha realizado ya unas 50 visitas institucionales y ha participado en 75 Juntas Locales de Seguridad. La del Camp de Tarragona, Lucía López, prevé llegar al objetivo en septiembre.

El encargo del president ha sido situar en el epicentro del Govern a los municipios sin importar de qué partido es cada alcalde

Albert Dalmau

— Conseller de la Presidència

A las delegaciones también se les ha encomendado que semanalmente aporten un informe de estado de situación para tratar de detectar necesidades y problemas "antes de que estallen". El mismo president ordenó en enero resolver en dos días el problema de cobertura telefónica que arrastraban desde hace meses en Rocafort de Queralt (Tarragona) o el problema con el agua potable en Vilella Baixa para que los vecinos dejaran atrás las garrafas. En Palau se ha convertido ya de obligado cumplimiento el escrutinio de la prensa local. "Tratamos de hacer de puente entre el Govern y el mundo local para dar solución a los problemas reales", explica a este diario la delegada López.

Recursos y actos descentralizados

Esa capilaridad que pretende tener el Govern en cada rincón de Catalunya se completa con un programa de recursos y actos descentralizados para presentarlos. Un claro ejemplo es el Pla Únic d'Obres i Serveis de la Generalitat (PUOSC), una herramienta que sirve para dar apoyo a los pueblos pequeños y medianos a través de una línea de inversión para la financiación de infraestructuras y mejoras de los servicios. Su presupuesto se ha duplicado hasta los 500 millones para los próximos cinco años, además de los 9 millones de euros en subvenciones para financiar la asistencia técnica de los municipios rurales hasta los 2.000 habitantes. Estas ayudas han sido presentadas veguería por veguería, haciendo partícipes a los alcaldes.

El mismo modelo de presentación descentralizada se ha seguido con la reserva de solares públicos para la construcción de vivienda protegida, proyecto que forma parte del plan del Govern para incrementar el parque en 50.000 viviendas hasta 2030 y en cuya elaboración están también implicados los delegados de la Generalitat. "La vivienda y la seguridad son ámbitos que preocupan a la gran mayoría de alcaldes", resume la delegada Díaz.

Relación bilateral con las capitales de provincia

En esta estrategia se enmarca también el despliegue del nuevo modelo de atención ciudadana con oficinas como las que se han abierto en Tarragona, replicando el de Girona, donde ya están agrupados todos los servicios que ofrece la Generalitat. O que se haya exportado la comisión bilateral de la Generalitat y el Ayuntamiento de Barcelona a las otros tres consistorios de capitales de provincia para que las principales ciudades tengan una relación más directa con la plaza de Sant Jaume. Justo el pasado 7 de abril se celebró la de Tarragona con el conseller Dalmau y el alcalde Rubén Viñuales.

"Las sensaciones con los alcaldes son muy buenas", afirma López, quien sitúa como principales preocupaciones en los municipios de Tarragona a la vivienda, la escasez de agua en el interior y el déficit de secretarios e interventores en pequeños ayuntamientos.

Illa puso el municipalismo en el ‘cuore’ de su mandato desde la primera reunión del Govern, cuando anunció que recuperaría la ley de barrios que impulsó Pasqual Maragall durante el primer 'tripartit' para convertirla en un buque insignia de su presidencia. Y tampoco es casual que la primera ley que se aprobó en el Parlament en esta legislatura fuera la del Estatut de Municipis Rurals para luchar contra la despoblación. "Estamos haciendo un cambio en la relación del Govern con el territorio", resume Dalmau mientras por el despacho del president Illa van desfilando alcaldes prácticamente cada semana.

Suscríbete para seguir leyendo