Sufragio activo

El Ministerio de Juventud se abre a limitar el voto a los 16 años a las elecciones europeas para desbloquear ya la reforma

Otra opción que ponen sobre la mesa los socialistas sería comenzar a aplicar la ampliación del sufragio activo en las municipales, pero piden madurar antes el debate y buscar un mayor consenso parlamentario

La ministra de Juventud e Infancia, Sira Rego, junto a la portavoz del Gobierno, Pilar Alegría, y el ministro de Presidencia y Justicia, Félix Bolaños, en rueda de prensa tras un Consejo de Ministros.

La ministra de Juventud e Infancia, Sira Rego, junto a la portavoz del Gobierno, Pilar Alegría, y el ministro de Presidencia y Justicia, Félix Bolaños, en rueda de prensa tras un Consejo de Ministros. / José Luis Roca

Iván Gil

Iván Gil

Madrid
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El borrador del anteproyecto de la ley de juventud, que pilota la ministra de Sumar Sira Rego, ha puesto en guardia a la parte socialista de la coalición de Gobierno por incluir la rebaja de la edad de voto a los 16 años. Una bandera en disputa, reivindicada por las juventudes socialistas y asumida en el ideario del PSOE en su último congreso federal, pero con dudas en lo referente al cálculo electoral. La futura norma, que se pretende aprobarse en primera vuelta antes de verano, todavía no ha sido debatida en los órganos colegiados del Ejecutivo, como se encargó de recordar tras el Consejo de Ministros la portavoz del Gobierno, Pilar Alegría, al ser preguntada sobre la información adelantada por EL PERIÓDICO. En privado, fuentes de Moncloa explican que debe tomarse mejor el pulso a este debate dentro del Gobierno y subrayan que otros ministerios prevén hacer sus propias aportaciones, especialmente el de Presidencia y Justicia.

Como consta en el plan anual normativo para 2025 aprobado por el Consejo de Ministros el pasado martes, la denominada Ley de Juventud y Justicia Intergeneracional desde la que se pretende mandatar la reforma de la ley electoral para ampliar el sufragio activo a los 16 años está sujeta a evaluación por su “incidencia relevante sobre los derechos y libertades constitucionales”. En el ministerio de Juventud e Infancia asumen que el proyecto debe pasar por el filtro de otros ministerios y que puede estar sujeto a cambios durante su tramitación. Si bien se mantienen firmes en la intención de mantener esta medida, para acelerar su aprobación se abren a limitarla a las elecciones europeas. Al menos, por el momento, sin renunciar a ampliarlo, pues en el borrador se habilita la participación electoral desde los 16 años en todas las convocatorias.

El PSOE trata de echar el freno para madurar más el debate y buscar un mayor consenso parlamentario, a la espera de que arranque la subcomisión de estudio en el Congreso para abordar este asunto. También tienen dudas los socialistas sobre la decisión de optar por el atajo y aprovechar la ley de juventud para acelerar esta reforma. Sí ven con mejores ojos el planteamiento de una implantación por fases, sin que conlleve que en las elecciones generales de 2027 vaya a incrementarse ya el censo de votantes. Precisamente, el modelo que han seguido otros países europeos como Alemania. Otra opción que ponen sobre la mesa los socialistas sería comenzar a aplicarlo en las elecciones municipales.

En lo que insisten fuentes socialistas es en la necesidad de aterrizar mejor esta medida para propiciar previamente un amplio consenso “que no se consigue de la noche a la mañana”. También para explorar previamente todas las opciones con aportaciones de expertos, en el marco de la subcomisión de estudio pendiente de poner en marcha. Para ello, ponen como ejemplo la reforma de la ley electoral para eliminar el voto rogado, cuyo camino fue largo y tortuoso, pero finalmente se logró con el apoyo de los dos grandes partidos. El PP se opone a la reforma, mientras que PNV y Junts se abstuvieron en la última iniciativa no de ley en este sentido debatida en el Congreso.

De forma paralela a esta discusión entre los socios sobre los tiempos y las formas, el ministerio de Interior impulsó en el último Consejo de Ministros el anteproyecto para reformar el artículo 66 de la ley electoral (LOREG). Con ello se pretende hacer obligatoria la celebración de debates entre candidatos y la difusión de los microdatos de las encuestas en campaña por parte de los medios de comunicación. La reforma matiza que estarán obligados a concurrir a los debates electorales obligatorios las fuerzas políticas que compiten en esos comicios, "salvo causa justificada que sea aceptada por la Junta Electoral competente".

El objetivo, según defienden en el Ejecutivo, pasa por "dotar de mayor transparencia a los sistemas democráticos europeos", y de ahí que estas dos modificaciones estuviesen previstas en el plan de acción por la democracia. Un marco que deja fuera la rebaja de la edad de voto.

“Capitalizar” avances

Desde el ministerio que dirige Sira Rego, sin embargo, defienden que esta reforma se incardine dentro de la norma de juventud al ser una de las propuestas recurrentes en el proceso participativo para la elaboración de su borrador. De hecho, esta norma busca establecer un marco general “para que las políticas públicas adopten una perspectiva juvenil de forma transversal y se garantice la perspectiva juvenil en la gestión de recursos públicos y bienes comunes, así como el fomento participación juvenil en la elaboración de las políticas públicas”.

En el PSOE empujan por separar esta norma de la reforma de la ley electoral para evitar un “totum revolutum”. Asimismo, señalan que “para ampliar derechos de voto tienes que ir a la LOREG”.

El debate sobre la tendencia a la derechización de los más jóvenes está abierto y algunos sectores internos en el PSOE lo han agitado para oponerse a la reforma. La discusión no sería esta, según niegan desde el Gobierno, para enmarcarla en una cuestión más procedimental, de tiempos y búsqueda de consensos. En Sumar, por su parte, no evitan afear las resistencias en el socio mayoritario de la coalición de Gobierno “a lo que no sea capitalizar todos los avances”.