EFECTOS EN LA POLÍTICA NACIONAL

La tensión de PP y Vox por los aranceles no se interpone en la negociación de presupuestos en las CCAA

A pesar de los ataques entre Feijóo y Abascal por el contexto internacional, las comunidades siguen su propio camino hacia los presupuestos de este año y no ven alteración. Aragón y la Región de Murcia siguen esperando luz verde de Vox

El líder de Vox, Santiago Abascal, durante un pleno en el Congreso de los Diputados. En el primer plano, Alberto Núñez Feijóo.

El líder de Vox, Santiago Abascal, durante un pleno en el Congreso de los Diputados. En el primer plano, Alberto Núñez Feijóo. / EDUARDO PARRA

Paloma Esteban

Paloma Esteban

Madrid
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El pánico mundial desatado por la Casa Blanca con los aranceles de Donald Trump -ahora en pausa 90 días con la excepción de China- alarga la incertidumbre de lo que está por venir al menos tres meses más, pero también da tiempo a una negociación con la Unión Europea, que pretende revertir los planes estadounidenses y abrirse vías hacia otros mercados. En España el debate político se ha centrado en el real decreto ley con las primeras medidas aprobado esta semana en el Consejo de Ministros. El PP estaba convencido de entrar en esa negociación, que se terminó frustrando por la aparición de Junts en la ecuación. Vox, en cambio, permanece enfrente del Gobierno, al que además acusa de “echarse en manos del comunismo chino” por el viaje de Pedro Sánchez al continente asiático. Visita que también criticó el PP.

PP y Vox se mantienen distantes ante el nuevo panorama internacional. El partido de Alberto Núñez Feijóo se ha alineado por completo con la posición europeísta de intentar negociar con Trump, pero prepararse para una respuesta en la que Estados Unidos deje de ser un aliado. Al mismo tiempo, los populares han recrudecido sus ataques a Vox, al que ven “cómplice” de los destrozos económicos causados por EEUU mientras consideran a Trump como uno de sus grandes aliados. La realidad es que también Vox ha querido dejar claro -tiene muchas dificultades para hacerlo- que están en contra de los aranceles, evitando, eso sí, cualquier crítica al presidente de EEUU.

Mientras el tono entre los dos líderes sigue en cotas máximas -Santiago Abascal insiste en meter en el mismo saco a Sánchez y Feijóo- las comunidades autónomas siguen su propio camino hacia los presupuestos de este año, y parecen menos permeables a toda la guerra política de los aranceles. 

La posición del PP sigue siendo intentar aprobarlos en todas las autonomías posibles. E insisten en que este nuevo escenario no afecta a los territorios ni a las relaciones de los dos partidos en lo que tiene que ver con las cuentas públicas, pero refuerza la idea de que en tiempos de incertidumbre “se necesitan los presupuestos” más que nunca. Es la idea que traslada la dirección nacional en Génova y con la que comulgan las autonomías. De hecho, Feijóo reunió a los consejeros de todas las autonomías para diseñar el plan de respuesta a los aranceles con empresas sentadas en la misma mesa. Aunque el principal impulso venga del Gobierno central, las autonomías también tienen herramientas para ayudar directamente a algunos sectores afectados. Después hay otra cuestiones que no tienen que ver con los aranceles, como las infraestructuras pendientes, que también necesitan presupuestos.

Tanto en Aragón como en la Región de Murcia -los dos territorios donde parece probable el acuerdo- coinciden en que la crisis arancelaria “no está influyendo en sus conversaciones” ni parece haber alterado las condiciones de Vox para apoyarlos. También reconocen que “no hay avances visibles” con respecto a los últimos días, y la luz verde depende en todo caso de Abascal. El convencimiento del PP es que el partido ultra parece más convencido ahora de facilitar las cuentas y volver a los debates domésticos para salir de la espiral internacional en la que su postura no es nada cómoda.

Consideran que eso fue lo que empujó a Abascal a apoyar las cuentas valencianas y que, aunque busque foco y endurezca sus condiciones, terminará dando respaldo en el caso de Aragón y Murcia. Vox sigue exigiendo un gesto claro de los presidentes sobre su rechazo al pacto verde europeo y el compromiso de revertir sus efectos en lo posible dentro de las competencias autonómicas, y su oposición a acoger a menores migrantes no acompañados. 

Sobre el segundo asunto, el Gobierno aragonés ni siquiera ha remitido al Ministerio de Sira Rego los datos actualizados sobre los menores que actualmente tiene en sus servicios de acogida. El presidente, Jorge Azcón, llevó el asunto a la justicia. Y el presidente de la Región de Murcia, Fernando López Miras, ha sido muy claro al respecto, asegurando que su comunidad ha sobrepasado desde hace tiempo la capacidad y que sin recursos del Estado no podrá hacerse cargo de más niños extranjeros. Vox, sin embargo, quiere una declaración institucional de ambos al respecto.

Castilla y León, por su parte, no tendrá cuentas públicas. El año que viene deberían celebrarse las elecciones, pero todo apunta a que podrían adelantarse unos meses y celebrarse este otoño. Con ese contexto preelectoral y las relaciones de ambos partidos dinamitadas, no ha habido ningún intento de negociación. En el caso de Extremadura y Baleares también es más complicado.