Junts y ERC reclaman al CNI que explique si pagaba 500 euros mensuales al imán de Ripoll

La posible relación entre el CNI y el imán de Ripoll, cerebro de los atentados de Barcelona y Cambrils de 2017, sigue levantando polvareda. Después de que el director del CNI durante el 17-A, Félix Roldán, negara que Abdelbaki Es Satty fuera confidente de los servicios de inteligencia y de que los documentos desclasificados también señalaran que fue descartado como posible confidente tras ser entrevistado, este miércoles una información del diario ABC asegura que Es Satty cobraba 500 euros mensuales del CNI por filtrarles información en el momento del ataque. Junts y ERC ya han puesto el grito en el cielo por estas informaciones y han reclamado más explicaciones en el marco de la comisión de investigación que se está celebrando en el Congreso de los Diputados.

De momento, los posconvergentes han pedido ya la desclasificación de los informes de la División de Contraterrorismo de Girona del CNI relativos al "seguimiento y/o colaboración" de Abdelbaky Es Satty durante su estancia en Ripoll, con los que confían acreditar la relación entre el imán y los servicios de inteligencia del Estado, y también la ampliación de varios comparecientes. Los posconvergentes quieren que pasen por la comisión de investigación de la Cámara baja Luis García Terán, ex jefe de la División de Contraterrorismo de Girona, y actualmente Secretario General del Centro Nacional de Inteligencia; así como el encargado de tener contacto con Es Satty y su superior jerárquico en este momento.

En declaraciones a la prensa, la portavoz de Junts en la comisión de investigación, Pilar Calvo, ha acusado a los servicios de inteligencia de "saber de la radicalidad" de Es Satty y de no haber informado "en ningún momento a los Mossos, permitiendo la radicalización de los jóvenes de Ripoll" que cometieron los atentados. Calvo, además, ha dado por hecho que si se desclasifican nuevos documentos se podrá demostrar dicha relación, que los posconvergentes han venido denunciando desde hace años.

Hasta ahora, a través de los documentos desclasificados por el Gobierno, había quedado acreditado que agentes de CNI se entrevistaron varias veces con el imán de Ripoll, Abdelbaki Es Satty, años antes de los atentados, pero que finalmente lo descartaron como confidente porque los agentes no confiaban en sus informaciones.

El CNI descartó al imán de Ripoll como confidente y rechazó que fuera un riesgo para la seguridad

También se ha pronunciado sobre estas nuevas relevaciones, publicadas por el ABC, Joaquim Forn, conseller del Interior durante el atentado. En una entrevista en Ràdio Estel, ha asegurado que "hay elementos suficientes para que la justicia intervenga y se haga una intervención como es debido" y ha pedido responsabilidades. "Aunque sea por un error de dejadez, es necesario que alguien asuma responsabilidades", ha rematado.

ERC pide que Sanz Roldán vuelva a declarar

En paralelo, ERC también ha registrado un escrito en el Congreso en el que reclama que Sanz Roldán vuelva a comparecer en la comisión de investigación sobre los atentados. Los republicanos alegan que hay contradicciones manifiestas entre lo que expuso el exdirector del CNI la primera vez que compareció, cuando aseguró que Es Satty "nunca fue colaborador ni informador del centro", y las "nuevas informaciones aparecidas". Junts, que también ha acusado a Sanz Roldán de "mentir", ha asegurado que se sumará a esta petición de comparecencia cuando se haya desclasificado la nueva información y se vea obligado a "decir la verdad".

A través de las redes sociales, el líder de ERC en el Congreso, Gabriel Rufián, ha defendido que queda "claro" que el cerebro del atentado era confidente del CNI y que recibía una remuneración por ello. Eso significa que "uno de los peores atentados de la historia reciente en el sur de Europa se financió con dinero público". También ha cargado contra los servicios secretos porque no solo se comportaron como unos "inútiles" sino también "como unos negligentes y absolutos irresponsables". 

El choque de ERC y Junts con el CNI viene de lejos y no solo está relacionado con los atentados de las Ramblas y Cambrils. También mantienen un pulso abierto por el espionaje a líderes independentistas a través del programa Pegasus. El expresidente Pere Aragonès tuvo el móvil intervenido sin aval judicial como mínimo durante un año, un hecho acreditado por los Mossos d’Esquadra.