Presupuestos prorrogados

El Govern urge a ERC y Comuns a avalar "rápido" toda la ampliación de crédito si quieren mejoras en vivienda y movilidad

El PSC admite que la negociación con ERC y Comuns de la segunda ampliación de crédito "está verde"

El Govern supedita la última subida de sueldo de los funcionarios al segundo suplemento de crédito

El Govern avisa de que no se podrá mantener la gratuidad de Rodalies sin un nuevo suplemento de crédito

El president Salvador Illa y la consellera de Economia, Alícia Romero, en la reunión del Govern de este martes

El president Salvador Illa y la consellera de Economia, Alícia Romero, en la reunión del Govern de este martes / Rubén Moreno / Govern

Sara González

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Barcelona
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Las negociaciones para una segunda ampliación de crédito que dé más margen de gasto a la Generalitat están "verdes". Lo reconocen tanto los socialistas como ERC y los Comuns. Y aunque el Govern no ha sido hasta ahora partidario de apretar las tuercas a los socios de investidura, empieza a tensar las cuerdas porque en Palau inquieta que no haya un horizonte sobre cuándo podrá disponer de los 1.769 millones de euros provenientes de los ingresos de más del año pasado. "Queremos aprobarlo lo más pronto posible y de la manera más rápida", ha admitido la portavoz del Govern, Sílvia Paneque.

El ejecutivo de Salvador Illa, que ya logró pactar un primer suplemento de crédito de 2.100 millones, busca ahora asegurar que el resto del montante se concentra en un solo decreto más, mientras ERC reclama que se fragmente más. El Govern intenta resistirse y no dar su brazo a torcer con el argumento de que está en juego desde el último incremento de salario de los funcionarios a la gratuidad de Rodalies o medidas en materia de vivienda y de mejoras de barrios.

Sería difícil de explicar que, estando en un escenario de crecimiento económico, la ciudadanía no se pudiera beneficiar de estos recursos

Sílvia Paneque

— Portavoz del Govern

"Sería difícil de explicar que, estando en un escenario de crecimiento económico, la ciudadanía no se pudiera beneficiar de estos recursos", ha dejado caer la también consellera de Territori, Habitatge i Transició Ecològica en un intento de apelar a la responsabilidad de ERC y los Comuns. Esos recursos, ha añadido, son los que deben traducirse en políticas públicas y en "mejoras en vivienda y movilidad", dos de las principales carpetas en las que están negociando los tres actores.

Dos regulaciones de vivienda encalladas

No es esta la única negociación que tienen entre manos y que no acaba de cerrarse. La regulación de los alquileres de temporada y la que debería impedir que 36.000 viviendas protegidas pasen al mercado privado también están encalladas. Tanto, que ERC y los Comuns, cada uno por distintos motivos, han amenazado con tumbar los tres decretos -el de las licencias rápidas para construir, el de contratación pública y el de los campings que están en zonas inundables- que el Govern necesita convalidar la semana que viene en el Parlament. Si los republicanos lamentan que se esté abusando de la figura del decreto y quieren que se tramiten como proyecto de ley -como indicó el Consell de Garanties Estatutàries-, los Comuns piden que se resuelvan las dos exigencias en materia de vivienda.

Paneque ha quitado hierro a esas amenazas y, dando por seguro que tendrá que tramitar como proyecto de ley los decretos que están en el punto de mira, ha derivado al trámite parlamentario el debate sobre estos dos asuntos -alquileres de temporada y la prórroga de la condición de viviendas protegidas- que el Govern siempre ha alegado que ve riesgos de "inseguridad jurídica" si se regulan desde la Generalitat. El trámite parlamentario es una vía más lenta, cosa que supone chutar la pelota hacia adelante.

Lo que sí que prevé el Executiu es que en las "próximas semanas" se ponga en marcha el cuerpo de inspectores que debe aplicar el régimen sancionador a quienes incumplan con el tope de los precios a los alquileres, uno de los grandes acuerdos cerrado con los Comuns.

La espinosa carpeta del aeropuerto

Sin embargo, los socios de investidura tratan de exhibir que no es suficiente mientras el Govern anda con pies de plomo y aparca asuntos que se saben de antemano que pueden ser una piedra en el camino. El claro ejemplo: la ampliación del aeropuerto de El Prat, un anatema para los Comuns y una apuesta que incomoda a ERC. La comisión de estudio va con cuatro meses de retraso y previsiblemente los trabajos no culminarán hasta que Illa no logre despejarse el camino de la ampliación de crédito, de la que depende que el Govern tenga más o menos margen de maniobra para impulsar medidas. "Las prisas no serían buenas consejeras en una infraestructura como esta", ha alegado Paneque sobre esa demora.