Pleno en el Parlament

Salvador Illa admite que Rodalies "no funciona": "La solución no es inmediata ni sencilla, pero lo conseguiremos"

El president basa el plan de mejoras en la red ferroviaria en tres patas: modernización de la infraestructura, renovación de material móvil y una nueva gobernanza derivada del traspaso total de competencias

El 24% de los 272 trenes de Rodalies y Regionals están fuera de servicio

El president Illa, este martes, en su intervención durante el pleno monográfico sobre Rodalies

El president Illa, este martes, en su intervención durante el pleno monográfico sobre Rodalies / Ferran Nadeu

Carlos Márquez Daniel

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Barcelona
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En el reparto de papeles, a Salvador Illa le ha tocado este martes el rol de la empatía y la asunción de culpas. El escenario -el Parlament de Catalunya- y el asunto a debatir -un pleno monográfico sobre el mal momento por el que atraviesa Rodalies- no daban excesivo margen de maniobra al president, que ha admitido que el servicio ferroviario "no está funcionando al nivel que Catalunya puede permitirse". "No funciona como debería funcionar", ha añadido, sin renunciar a un futuro mejor: "La solución no es inmediata ni sencilla, pero lo conseguiremos".

Viajeros de Rodalies en la estación de plaza de Catalunya

Viajeros de Rodalies en la estación de plaza de Catalunya / JORDI COTRINA

Illa ha reiterado las disculpas del Govern a los usuarios que en los últimos tiempos se han visto afectados por las incidencias que se suceden en toda la red ferroviaria. Y en todas las líneas. En algunos casos, a consecuencia de las obras hoy en marcha, unas 200 en toda Catalunya, y en otros, por culpa de una infraestructura y un material móvil falto de mantenimiento y modernización. "Todo lo que estamos haciendo -ha compartido el president- tiene una única razón de ser: ofrecer el mejor servicio posible que los viajeros necesitan para ir a trabajar, a estudiar o para moverse por el territorio".

La hoja de ruta

El president Illa, que seguramente sin querer ha blandido una corbata con los colores corporativos de Renfe, ha asentado su mesurado optimismo en tres pilares. Primero, las mejoras en infraestructuras, con proyectos incluidos en el plan de Rodalies destinados a muscular la eficiencia de la red: modernización de estaciones, señalización, tendido eléctrico, duplicación de vías, soterramientos... Segundo, la actualización del material móvil, esos 110 nuevos trenes que a partir del año que viene irán llegando a razón de tres o cuatro cada mes. Un proyecto fundamental, habida cuenta de que el 24% de los trenes que hoy forman parte de la flota están fuera de servicio. Y tercero, la nueva gobernanza que debe venir de la mano del traspaso total de competencias del Estado a la Generalitat.

El president Illa y la consellera Paneque, este martes, en el Parlament

El president Illa y la consellera Paneque, este martes, en el Parlament / Ferran Nadeu

Podría ser la cuarta pata la información al usuario, esas 410.000 personas que a diario se encuentran con incidencias que les dan escaso margen de maniobra cuando se las encuentran encima. "Es un ámbito de clarísimo margen de mejora. Tenemos que explicar mucho mejor lo que estamos haciendo y qué afectaciones tiene. La información sobre las incidencias tiene que llegar con mayor rapidez, así como las alternativas para poder evitarlas". "He pedido -ha zanjado el president- que de la forma más rápida posible se mejore la información a los usuarios".

Sobre el largo plazo, Illa ha anunciado que a lo largo de este año, el Departament de Territori trazará una "estrategia ferroviaria para las próximas décadas en Catalunya". Más que nada, para que las inversiones no se hagan todas de golpe.