Congreso republicano

ERC resucita la mesa de partidos sobre el conflicto político pactada con el PSC

Los republicanos aprobaron en su congreso "impulsar" la "Convención Nacional", que está guardada en un cajón desde hace meses, mientras los socialistas están a la espera de que la desencallen

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La dirección de ERC en el congreso del pasado fin de semana.

La dirección de ERC en el congreso del pasado fin de semana. / MARC PUIG / ERC

Quim Bertomeu
Sara González
Barcelona
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El congreso de ERC del pasado fin de semana tuvo varios frentes abiertos y, al final, algunos de los acuerdos importantes que allí se tomaron quedaron fuera del foco. Uno de ellos fue incluir en la nueva hoja de ruta del partido el compromiso de "impulsar" de forma conjunta con el PSC la "Convención Nacional para la Resolución del Conflicto Político". Esto es la creación de una mesa en el marco del Parlament con presencia de los partidos políticos catalanes para intentar encontrar una resolución a la tensión territorial irresuelta entre Catalunya y el resto del Estado. Con este movimiento, los republicanos desentierran una iniciativa que ya parecía condenada al fracaso.

El origen de esta Convención Nacional se remonta al mes de agosto del año pasado cuando fue pactada entre el PSC y ERC en las negociaciones para la investidura de Salvador Illa. El acuerdo firmado le encomendaba la misión de promover un "debate político, social y ciudadano" para "contribuir a abordar la resolución del conflicto político de fondo". Esto se tenía que hacer a través de un "grupo impulsor formado por representantes de los grupos parlamentarios". Además, establecía que tenía que crearse en "el primer pleno" de la legislatura y que la lideraría un miembro de ERC. También tendría una oficina de apoyo -con "recursos humanos técnicos y materiales"- que, entre otras cosas, debería hacer un seguimiento de la correcta aplicación de la ley amnistía. ERC quería utilizar la convención para volver a proponer un referéndum de independencia y retar al PSC a que explicara cuál era su propuesta para Catalunya.

El pacto era concreto como pocos, pero se incumplió como tantos: llegó el primer pleno de la legislatura y la convención no se creó. Se guardó en un cajón de mutuo acuerdo entre republicanos y socialistas. Las dos partes consideraron que no era el momento de emprender algo así. Entre otras cosas, porque Esquerra vivía una guerra civil por el control del partido que hacía inviable emprender una iniciativa de este tipo, pero también porque se tenía claro que la mesa nacería sin que se sentara Junts en ella.

Una segunda oportunidad

Ahora, el partido de Oriol Junqueras vuelve a poner la iniciativa encima de la mesa a instancias de una de las nuevas corrientes internas del partido, la Àgora Republicana del exdiputado Joan Tardà. Este colectivo promovió una enmienda para que la Convención fuera incluida en la hoja de ruta de ERC para recuperarla cuanto antes y, tras una negociación con la dirección, lo logró. "La Convención tiene una potencialidad extraordinaria. Se impulsa desde el Parlament y, por lo tanto, emana de la legitimidad popular", defienden desde Àgora. Además, recuerdan que está llamada a participar todo el catalanismo, desde el independentista al que no lo es. "Es una joya que estaba ignorada y ahora se recupera", celebran.

Desde el partido recuerdan que la convención estaba en los acuerdos de investidura y que, por lo tanto, ahora de lo que se trata es encontrar el momento para ponerla en marcha. La explicación que dan sobre la demora es que se ha empezado a aplicar los acuerdos por otros capítulos -Rodalies, la condonación de la deuda y la financiación-, pero aseguran que tarde o temprano llegarán a la Convención. No ponen fecha, pero concluyen: "Los acuerdos de investidura van a misa".

Lluïsa Moret y Marta Rovira firman el pacto de investidura PSC-ERc ante la Biblioteca de Catalunya

Lluïsa Moret y Marta Rovira firman el pacto de investidura PSC-ERC ante la Biblioteca de Catalunya / Marc Puig / ERC

La duda está en qué garantías de éxito puede tener la iniciativa. Para ponerla en funcionamiento basta con la voluntad de ERC y el PSC pero, para que resulte una iniciativa con potencial que aspire a llegar a propuestas de consenso, tiene que contar con la colaboración de más partidos. Contar con la participación de los Comuns debería ser factible, pero está por ver si también se podría sumar a Junts y a la CUP. Estos dos partidos han rechazado sistemáticamente todas las propuestas que ha hecho ERC sobre el conflicto político, como por ejemplo la mesa de diálogo o el acuerdo de claridad.

El PSC, a la espera

El PSC, por su parte, desde el principio que se ha amoldado al calendario marcado por los republicanos, también con el asunto de la convención. Que no se haya constituido lo atribuyen al conflicto interno en el que han estado enfrascados hasta ahora los republicanos y que complicaba la elección de la presidencia del ente. A los socialistas no les incomoda esta mesa, menos aún en un momento en el que el independentismo y, por lo tanto, la reclamación de un referéndum, no tiene mayoría en el Parlament. De hecho, entienden que será el espacio de debate de partidos catalanes que Illa reclamaba cuando era el jefe de la oposición. La propuesta del PSC se centra en la financiación singular y en lograr más inversiones en Catalunya.

Sin embargo, lo que más inquieta al Govern es que se le reproche el incumplimiento de este acuerdo de investidura por un motivo ajeno a su voluntad. La convención, junto al Pacte Nacional per la Llengua, son las dos carpetas que no se han ajustado al calendario que se pactó con los republicanos para la investidura, puesto que el instrumento para dar un impulso al catalán debía aprobarse, sobre el papel, antes de finales de 2024, pero continua encallado, principalmente, por Junts.

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