La seguridad de Europa

La número dos de Defensa señala al sector público y las alianzas empresariales como claves del rearme europeo

La secretaria de Estado de Defensa, Amparo Valcarce, este lunes en las jornadas sobre industria de defensa organizadas por Expansión.

La secretaria de Estado de Defensa, Amparo Valcarce, este lunes en las jornadas sobre industria de defensa organizadas por Expansión. / Juan Carlos Hidalgo EFE

Juan José Fernández

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Madrid
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No habrá rearme efectivo de Europa sin el impulso del sector público, ni sin alianzas industriales entre empresas de distintos países europeos. Son dos de las tres condiciones que la secretaria de Estado de Defensa, Amparo Valcarce, ha dibujado este lunes en un mensaje dirigido a las empresas y sectores de la economía implicados en el nuevo esfuerzo defensivo continental.

En un encuentro que sobre el futuro de la industria de defensa ha organizado el diario Expansión, la número dos de Defensa ha desgranado además un tercer mimbre, que considera "esencial", para el éxito de futuras "plataformas europeas comunes": que la inversión y la industrialización de defensa se diseñe conforme a una intención de equilibrio regional, no solo a nivel europeo, sino también nacional.

Valcarce ha aprovechado para llamar la atención de los llamados "campeones" españoles de la industria de la defensa. Y ha citado cuatro nombres: Indra, Navantia, Airbus y Telefónica. Lo ha hecho para llamar la atención a sus dirigentes sobre la "obligación" de expandir un efecto tractor sobre la industria.

El ejemplo que suele enarbolar Defensa para ese efecto tractor son los 400 proveedores implicados en el proyecto de blindado 8X8 Dragón, que lidera Indra con otras tres empresas grandes: Santa Bárbara - General Dynamics, Sapa y Escribano.

Seguridad y soberanía

"No hay seguridad sin industria", y "no hay seguridad europea sin industria europea", ha remachado Valcarce. La vinculación de la Secretaría de Estado con la industria acredita cómo el Gobierno considera a la industria un pilar de la defensa tan importante como las propias tropas. De hecho las empresas del sector industrial de la defensa son "pilar esencial de seguridad y soberanía".

La número 2 del ministerio ha aludido con esas afirmaciones, sin mencionar a países, a la situación geopolítica: Europa precisa de sus propias firmas de innovación y armamento para defenderse, reduciendo la dependencia -hoy de más de un 70%- de Estados Unidos e Israel

Valcarce ha recordado que ningún país hoy puede asegurar en solitario su defensa, y máxime, a la vista de "las lecciones de Ucrania", con la extensión de las guerras híbridas y "el mal uso de las tecnologías".

En esta situación, además, la industria de defensa puede ser, será, "motor de crecimiento, de creación de empleo, innovación y prosperidad", ha dicho, en un país que, desde 2019, ha aumentado en 10.000 millones de euros los recursos públicos destinados a la defensa sin por ello desatender a un incremento en presupuestos dedicados a políticas sociales.

Mirar al sur

Amparo Valcarce ha dedicado una parte de su intervención de apertura del encuentro a recordar la postura de Defensa ante los retos geoestratégicos del presente. España está por reforzar la disuasión europea no solo ante Rusia, también ante los desafíos que siente, más cercanos que el resto de aliados europeos, llegando desde el sur.

Para el flanco este, España tiene un "compromiso firme" de continuar con su ayuda a Ucrania "durante el tiempo que sea necesario". Y para el flanco sur, el Gobierno insiste en convertir la de Europa en una mirada de "360 grados", que incluya a un punto generador de "inestabilidad crónica" como es el Sahel.

Sin mirar a los desafíos de seguridad de África, eso que Valcarce ha llamado "nuestra vecindad sur", toda seguridad de Europa "sería incompleta", ha advertido.