El plan para el catalán

Junts frena el Pacte Nacional per la Llengua porque el Govern usa el castellano "de forma recurrente"

El Govern presentará el lunes un paquete de medidas para fomentar el catalán en el ámbito judicial

El Parlament pide que el catalán sea reconocido como "lengua de acogida" en todas las nuevas leyes

El presidente del grupo de Junts en el Parlament, Albert Batet, durante un debate esta semana

El presidente del grupo de Junts en el Parlament, Albert Batet, durante un debate esta semana / ANDREU DALMAU / EFE

Sara González
Carlota Camps
Gisela Boada
Barcelona
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"Ha llegado el momento de explicar claramente qué está pasando con el Pacte Nacional per la Llengua. Desde que ha empezado la legislatura parece que lo estamos a punto de aprobar y no lo conseguimos", exigió en el Parlament la diputada de los Comuns, Susanna Segovia dirigiéndose directamente al conseller de Política Lingüística, Francesc Xavier Vila. Ponía el foco sobre un asunto, un acuerdo para el impulso al catalán, que el Govern de Salvador Illa pactó con ERC que sería alumbrado antes de que acabara el año pasado y que contaría con un presupuesto de 200 millones por año. De hecho, el PSC heredó un documento que en la anterior legislatura estaba a punto de caramelo. Sin embargo, no se ha producido la aprobación y fuentes conocedoras de la negociación apuntan a Junts como principal escollo. De hecho, tanto el PSC como la CUP también señalaron abiertamente a los posconvergentes por frenar la entente durante un debate sobre el catalán como "lengua de acogida" que, paradójicamente, habían promovido ellos mismos.

En declaraciones en EL PERIÓDICO, la diputada de Junts Carme Renedo, encargada de la cuestión, achaca la negativa de su partido a firmar el pacto, principalmente, a dos cuestiones. La primera atañe directamente a la elaboración del acuerdo, ya que acusan al Govern de "no haber trabajado de forma suficiente con las entidades que trabajan por la lengua" y de no haber "explorado los compromisos y pactos que puede ofrecer la sociedad civil". Pero la segunda razón es que Junts considera que el Executiu no está cumpliendo con la "lealtad lingüística" que requiere el "actual contexto de emergencia" de la lengua, y le exigen que "rectifique".

En este sentido, Renedo acusa al president Illa y a algunos miembros de su Govern de "utilizar el castellano de forma recurrente en actos oficiales, en el Parlament o en las redes sociales", además de "mirar hacia otro lado cuando se vulneran los derechos de los catalanohablantes" o de "bajar la cabeza ante las normas que discriminan el catalán aprobadas por el Estado". No obstante, desde que es president, Illa hace todas sus intervenciones en catalán en el Parlament y utiliza solo puntualmente el castellano en actos oficiales -cuando hay alguna figura estatal a la que dirigirse, en la mayoría de casos-.

El conseller de Política Lingüística, Francesc Xavier Vila.

El conseller de Política Lingüística, Francesc Xavier Vila. / Manu Mitru

La reacción del Govern

Fuentes gubernamentales esquivan entrar en conflicto con los grupos con los que tratan de negociar y se limitan a afirmar que continuarán trabajando para sumar un amplio consenso político y con las entidades que defienden la lengua. El objetivo, aseguran, es que la cuadratura del círculo se logre en unas "pocas semanas". De hecho, en los últimos días se han intensificado tanto los contactos con los partidos como el intercambio de documentos. ERC está en estos momentos revisando la última versión que se les ha hecho llegar esta semana. Fuentes republicanas subrayan que la aprobación del acuerdo está en los pactos de investidura e insisten que es "imprescindible", por lo que piden que se valore "lejos de partidismos o estrategias de desgaste", una velada crítica a Junts. "Nosotros hicimos el trabajo, nuestras aportaciones ya están", zanjan.

ERC pide valorar el Pacte per la Llengua "lejos de partidismos o estrategias de desgaste"

Los Comuns, sin embargo, aseguran que no tienen retorno del Govern a sus aportaciones y que la última versión del documento del que disponen es de antes de navidad. "No entendemos el retraso, cuesta saber dónde está el tapón", aseguran desde el grupo de Jéssica Albiach. Y desde la CUP aseguran que están analizando el contenido del último borrador para acabar de definir su posición la semana que viene. La aspiración del Executiu es lograr que suscriban el pacto el PSC, Junts, ERC, Comuns y CUP, puesto que no negocian con los dos partidos de extrema derecha -Vox y Aliança Catalana- y no ven viable una aproximación con el PP.

Medidas de impulso

El Pacte Nacional per la Llengua, que de lograrse sería el primer gran consenso que podría exhibir el Govern de Illa aunque heredado del Govern de Pere Aragonès, está concebido como el "principal instrumento" para incrementar el nivel de conocimiento del catalán a nivel social en todos los niveles, facilitar su uso y potenciarlo entre los que no lo tienen como lengua de partida. Todo, empezando por las propias instituciones y con un apoyo amplio y transversal. Tras un mes avanzando en el cumplimiento de los acuerdos de la investidura, el Executiu tiene entre ceja y ceja dar un espaldarazo al catalán, que ha retrocedido como lengua habitual y de identificación, según la encuesta de usos lingüísticos que se hizo pública hace un mes. Además de anunciar un plan de choque de 8,8 millones para ampliar los cursos de catalán para adultos, prevé presentar el lunes un paquete de medidas para fomentar el catalán en el ámbito judicial y continúa en conversaciones -lideradas por el Gobierno- para lograr su oficialidad en las instituciones europeas.

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