Nuevo escenario internacional

El Gobierno se escuda en la OTAN para defender que el aumento en defensa no tiene por qué pasar por el Congreso

La Moncloa considera que al ser España miembro de la Alianza Atlántica los compromisos que allí se adquieren no necesitan la aprobación del Parlamento

Pedro Sánchez recibe al secretario general de la OTAN, Mark Rutte, el pasado 27 de enero en La Moncloa.

Pedro Sánchez recibe al secretario general de la OTAN, Mark Rutte, el pasado 27 de enero en La Moncloa. / JOSÉ LUIS ROCA

Juan Ruiz Sierra

Juan Ruiz Sierra

Madrid
Por qué confiar en El Periódico Por qué confiar en El Periódico Por qué confiar en El Periódico

Pedro Sánchez pronunció el jueves, tras la ronda de contactos con los grupos parlamentarios, una frase muy críptica. “Todas aquellas cosas que tengan que pasar por el Parlamento pasarán por el Parlamento, y otras cosas que tengan más que ver con la gestión del Gobierno de España tendrán que ser aceleradas y gestionadas por el Gobierno de España. No hay mucho más debate en esta cuestión”, dijo el presidente sobre la posibilidad de que el comprometido aumento en defensa, para llegar al 2% del Producto Interior Bruto antes de 2029, la fecha fijada inicialmente, tenga que ser sometido, al menos en parte, a la votación del Congreso, como reclama la oposición. 

Sus palabras sembraron dudas. Cuando le volvieron a preguntar, insistió en la misma idea. “Hay cuestiones que tienen que ver con la agenda legislativa y otras con el grado de ejecución del Poder Ejecutivo”, contestó, dando a entender que el hipotético envío de tropas a Ucrania sí tendría que llevarse a la Cámara baja, como exige la ley, pero no la subida de las partidas destinadas a seguridad. 

La Moncloa no tiene previsto llevar el anunciado incremento a las Cortes Generales. Ahora mismo, solo el PP se muestra dispuesto a aprobarlo, siempre que la votación venga precedida de una negociación “seria y limpia”, dijo Alberto Núñez Feijóo tras reunirse con Sánchez en el palacio de la Moncloa. “Europa tiene que rearmarse y España debe hacerlo también”, defendió el líder de los conservadores. Pero los socios del Gobierno, con distintos matices, no lo ven de la misma manera, a pesar del golpe en el tablero internacional que ha supuesto el regreso a la Casa Blanca de Donald Trump, que en menos de dos meses ha dado claras muestras de aproximación a Rusia en detrimento de Ucrania y Europa. 

Los grupos de la oposición, del PP a los aliados del Ejecutivo, reclaman a Sánchez que el incremento se vote en la Cámara baja

Los argumentos

Los colaboradores del líder socialista, conscientes de los complejos equilibrios que tienen que hacer entre España y la UE (donde los Veintisiete han dado el visto bueno a movilizar 800.000 millones de euros en defensa), se arman estos días de argumentos para explicar por qué no es necesario que el nuevo esfuerzo presupuestario tenga que pasar el filtro del Congreso. El primero tiene que ver con los precedentes. Durante los últimos años, tanto en la pasada legislatura con Unidas Podemos en la coalición como en esta con Sumar, ha habido numerosos incrementos de los fondos destinados a defensa que se han aprobado solo en el Consejo de Ministros, a través del Fondo de Contingencia o de créditos del Ministerio de Hacienda. 

Pero también hay otro razonamiento más de fondo: la pertenencia a la OTAN. España se incorporó a la Alianza Atlántica en 1982. Como Estado miembro, según la tesis de la Moncloa, está obligada a cumplir con lo que allí se acuerde, sin necesidad de refrendar en el Parlamento lo aprobado previamente. El compromiso de llegar al 2% del PIB en gasto militar en 2029, que ahora Sánchez pretende acelerar, se alcanzó en la cumbre de la OTAN celebrada en Madrid en junio de 2022. Así que no tiene por qué pasar por el Congreso, sostienen los colaboradores del presidente del Gobierno.

El horizonte de junio

“Le he preguntado qué porcentaje de PIB tiene que alcanzar el gasto en defensa. Qué incremento supondrá del presupuesto del ministerio. En qué plazos. Cómo se va a ejecutar año a año. Y cómo se va a financiar: con más impuestos o ajustes. No he obtenido ninguna respuesta”, se quejó Feijóo después de la cita con Sánchez. Más allá de subrayar que no piensa “recortar ni un céntimo de euro” en políticas sociales, el jefe del Ejecutivo señala que son preguntas imposibles de contestar ahora mismo. 

Todo, dijo Sánchez durante su comparecencia, depende de la negociación dentro de la UE y de la trascendental cumbre que la Alianza celebrará en La Haya el 24 y 25 de junio. Hasta entonces, explicó, no podrá detallar en qué fecha se cumplirá con el 2% del PIB en defensa, un salto que supone pasar de los 20.620 millones de euros del año pasado (un 1,28% del PIB, según las estimaciones preliminares) a cerca de 40.000 millones. Tampoco será posible, continuó el jefe del Ejecutivo, saber cómo se financia, si a través de fórmulas mancomunadas dentro de la UE o no.  

Y quizá lo más importante: cómo se computa. El Gobierno batalla para que se tengan en cuenta no solo los gastos en defensa propiamente dichos, sino también en el campo de la seguridad, un concepto mucho más amplio, algo que incluiría, puso el presidente como ejemplo, la protección frente a “amenazas más híbridas” como los “ciberataques”. Si lo logra, el cálculo cambiaría por completo. Pero pase lo que pase, la Moncloa no tiene previsto llevarlo al Congreso, porque España forma parte de la OTAN. 

Suscríbete para seguir leyendo