Aliança Catalana

Junts se descuelga de la moción de censura en Ripoll y Orriols continuará como alcaldesa

ERC, PSC y la CUP atribuyen el movimiento de los posconvergentes al cálculo electoral de la dirección de Carles Puigdemont

El Govern defiende "apartar" a la extrema derecha del gobierno de Ripoll

La moción de censura en Ripoll, ¿un 'win-win' para Sílvia Orriols?

La diputada d’Aliança Catalana Sílvia Orriols la setmana passada.  | ENRIC FONTCUBERTA / EFE

La diputada d’Aliança Catalana Sílvia Orriols la setmana passada. | ENRIC FONTCUBERTA / EFE

Gisela Boada
Sara González
Barcelona
Por qué confiar en El Periódico Por qué confiar en El Periódico Por qué confiar en El Periódico

La moción de censura en Ripoll para echar a Sílvia Orriols de la alcaldía ha naufragado. Después de días de arduas negociaciones en las que incluso se ha llegado a dibujar un posible gobierno local de Junts, ERC y el PSC con el apoyo de la CUP, el partido que iba a recuperar la vara de mando ha frenado en seco la operación con el argumento de que es "inviable" y de que implica el riesgo de que la líder de Aliança Catalana "aumente el victimismo y la confrontación social", y salga "reforzada" en las elecciones municipales de 2027.

Desde el inicio de las conversaciones se ha hecho evidente que los equilibrios internos en la formación posconvergente son frágiles porque hay sectores que cuestionan la idoneidad de participar en un cordón sanitario contra Aliança Catalana, un partido que supone, además, una amenaza electoral para Junts, tal y como recoge la última encuesta del CEO. La decisión ha levantado las críticas del resto de partidos de la oposición, que han señalado a JxCat por actuar siguiendo cálculos electorales.

Orriols, por su parte, ha celebrado la renuncia del partido posconvergente y que pueda continuar gobernando con unos presupuestos aprobados. Y es que después de que la oposición le tumbara le proyecto presupuestario para 2025, la líder de la extrema derecha independentista se sometió a una cuestión de confianza y la perdió, y abrió así la puerta a que la oposición se organizara para echarla a través de una moción de censura. Ahora, en cambio, podrá seguir al frente del consistorio y lo hará como una reválida a su cargo y con unas nuevas cuentas en vigor.

La decisión de Junts

La formación de Carles Puigdemont ha advertido de que apartar a Orriols supondría substituir el actual gobierno en minoría -con seis concejales- por otro también en minoría, ya que la suma de Junts, ERC y PSC -ocho representantes- se quedarían a un edil de la mayoría absoluta, pese a que la CUP -que cuenta con dos ediles- había asegurado, antes de que Junts se descolgara, que estaba dispuesta a entrar en el ejecutivo para asegurar la mayoría absoluta. "Queremos combatir los discursos de odio, pero de forma directa, ganando en las urnas. No se trata de hacer un gobierno alternativo, sino de gobernar bien", ha declarado el secretario general del partido, Jordi Turull, en una rueda de prensa en Ripoll.

"No es una buena solución combatir Aliança con pactos 'Frankestein'", ha aseverado el edil de Junts en Ripoll, Ferran Raigon, usando el mismo término que la alcaldesa ultra ha verbalizado alguna vez sobre lo que considera un "pacto antinatura" para echarla del consistorio.

Sea como sea, desde el partido de Pugidemont han dado el debate por zanjado con el argumento de que a Orriols hay que derrotarla "en las urnas", es decir: en los comicios de 2027 y no por la vía de "los despachos". "Queremos ganarlos [los discursos de odio] en las urnas y queremos ayudar a articular una alternativa validada por los ripolleses", ha añadido Turull.

La maniobra de Junts deja claro que desde el partido han enterrado la posibilidad de una alianza alternativa que eche al partido de ultraderecha independentista de Ripoll. Una decisión que según Raigon, que ha hablado en nombre del grupo municipal, se ha tomado de forma conjunta entre la dirección nacional y local. "Ha podido haber opiniones, pero la moción ratificada no ha estado nunca encima de la mesa", ha defendido el edil al ser preguntado por el cambio de rumbo que ha tomado el partido. "Pacto suscrito no ha habido ninguno, pero sí ha habido negociaciones hasta última hora", ha admitido.

Con esta, es la tercera vez que los posconvergentes se desmarcan de un pacto alternativo para cesar a Orriols: lo hicieron tras las elecciones frustrando una candidatura de ERC con el apoyo del resto de partidos, y en septiembre, ocurrió de nuevo, cuando la líder de JxCat en Ripoll, Manoli Vega, renunció a su acta y se volvió a plantear este escenario. No habrá más amagos: "Nos vemos en las urnas", ha sentenciado Turull.

Un acuerdo "cerrado"

El resto de grupos que negociaban el pacto fracasado para relevar a Orriols han criticado duramente la decisión tomada por Junts y han lamentado que esta responda a una "estrategia" de la dirección nacional y no local, en busca de un beneficio partidista. De hecho, la secretaria general de ERC, Elisenda Alamany, ha asegurado que el acuerdo para el cambio de alcaldía que debía liderar la edil posconvergente, Maria Soldevila, "estaba cerrado a nivel local" y que, incluso, había un acuerdo "programático" de qué entraba y qué no en el ejecutivo frustrado. "A Junts le han temblado las piernas frente a la alcaldesa de Ripoll, no se han atrevido", ha espetado Alamany.

La líder republicana ha explicado que cuando los republicanos del ayuntamiento de la capital del Ripollès expresaron a la dirección nacional del partido que el acuerdo "peligraba", el mismo presidente de la formación, Oriol Junqueras, llamó a los "máximos dirigentes de Junts", pero para entonces "la decisión ya estaba tomada". "No es lo que parece, es lo que es: una aproximación ideológica", ha deslizado Alamany, en alusión a la amenaza que supone Aliança para JxCat en las urnas.

Los socialistas también han mostrado su sorpresa por la decisión tomada desde el partido de Puigdemont después de la sintonía que aseguran que habían encontrado entre el grupo municipal posconvergente y el resto de partidos en el ayuntamiento a la hora de pactar la moción de censura. El portavoz del PSC, Ferran Pedret, también ha cargado contra Junts y ha considerado un "grave error" el desmarque, al tiempo que ha acusado al partido de "contemporizar" con la extrema derecha: "No será frenada ni asumiendo sus discursos, ni las políticas, ni colaborando con ella. Quien lo haga acabará devorado por el monstruo al que alimenta", ha escrito en X.

Desde la CUP también han acusado directamente a Junts de "anteponer los intereses de su partido por encima de los de la gente". La portavoz del secretario nacional del partido, Su Moreno, ha lamentado que los posconvergentes se hayan "descolgado" de un acuerdo "consensuado por toda la oposición".