Sin moción de censura

ERC, PSC y CUP acusan a Junts de evitar el cese de Orriols en Ripoll por cálculo electoral

Junts se descuelga de la moción de censura en Ripoll y Orriols continuará como alcaldesa

La moción de censura en Ripoll, ¿un 'win-win' para Sílvia Orriols?

Sílvia Orriols

Sílvia Orriols / SIU WU / EFE

Gisela Boada

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Barcelona
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Cuando el acuerdo entre Junts, ERC, PSC y la CUP para presentar una moción de censura a la alcaldesa de Ripoll, Sílvia Orriols, y proponer a la edil posconvergente Maria Soldevila como candidata empezó a peligrar, el presidente republicano, Oriol Junqueras, se puso en contacto con la cúpula nacional de JxCat para tratar de reconducir la situación, pero ya era tarde y la decisión ya estaba tomada: Junts no iba a facilitar el relevo en el bastón de mando de Ripoll, lo que, de facto, imposibilita poder echar a la edil de Aliança Catalana del consistorio.

La participación de los cuatro partidos en la oposición -hay un quinto independiente, Som-hi Ripoll, que no era imprescindible- era imperativo para sumar una mayoría que fuera capaz de proponer una alternativa a Aliança, pero el desmarque de Junts lo ha dinamitado todo. El acuerdo ya estaba "cerrado a nivel local", según han revelado estas formaciones al conocerse la decisión de los posconvergentes, que han asegurado que en todo momento había "consenso" y sintonía con el plan para desbancar a Orriols desde la dirección municipal de Junts.

Un "acuerdo cerrado a nivel local"

Tras conocerse el giro de guion, todos los partidos que se sientan junto a JxCat en la bancada de la oposición en Ripoll -y que debían asumir el gobierno de coalición- han salido a la ofensiva cargando contra la decisión de última hora de los posconvergentes, situando a la dirección nacional del partido como la responsable del cambio de rumbo en las negociaciones. Todos ellos han insinuado que se trata de una estrategia marcada desde arriba para sacar rédito electoral ante la amenaza que entienden que es Aliança para Junts en las urnas. Dentro de la formación había dudas sobre la ideoniedad del cordón sanitario, al tiempo que sobrevolaba la idea del desgaste que podía suponer tomar la alcaldía en esta situación.

Falta de valentía

La secretaria general de ERC, Elisenda Alamany, ha asegurado que el pacto para el cambio de alcaldía no estaba solo "cerrado a nivel local" sino, que, incluso, había un acuerdo "programático" de qué entraba y qué no en el futuro gobierno frustrado. "A Junts le han temblado las piernas frente a la alcaldesa de Ripoll, no se han atrevido, ha faltado valentía", ha espetado, tras explicar que Junqueras llamó a los "máximos dirigentes de Junts", cuando la cosa empezó a torcerse. "No es lo que parece, es lo que es: hay una aproximación ideológica", ha declarado la dirigente republicana.

Los socialistas también han mostrado su sorpresa por la decisión tomada desde el partido de Puigdemont después de la sintonía que aseguran que habían encontrado entre el grupo municipal posconvergente y el resto de partidos en el ayuntamiento a la hora de pactar la moción de censura. El portavoz del PSC, Ferran Pedret, también ha cargado contra JxCat considrando un "grave error" el desmarque, y acusando al partido de "contemporizar" a la extrema derecha: "No será frenada ni asumiendo sus discursos, ni las políticas, ni colaborando con ella. Quien lo haga acabará devorado por el monstruo al que alimenta", ha escrito en una publicación en X.

Y por último, la CUP, que había incluso anunciado que estaba dispuesta a entrar al gabinete municipal si eso facilitaba que se apartara a Orriols, se ha sumado al carro y ha acusado directamente a Junts de "anteponer los intereses de su partido por encima de los de la gente", en una maniobra que entiende como un "cálculo electoral" del partido de Puigdemont. El secretario general del partido, Non Casadevall y la portavoz del secretario nacional del partido, Su Moreno, han lamentado que los posconvergentes se hayan "descolgado" de un acuerdo "consensuado por toda la oposición", en declaraciones a los medios de comunicación esta misma tarde.

Tres intentos sin éxito

Desde el partido de Carles Puigdemont han negado que haya habido injerencias de la cúpula nacional y han argumentado que el desmarque es porque no había una alternativa suficientemente "fuerte" para gobernar en Ripoll. El edil de Junts en la capital del Ripollès, Ferran Raigon, ha subrayado que la decisión ha sido tomada "conjuntamente" entre la dirección nacional y la local. Además, el concejal ha considerado "acertado" el argumento del partido por el que piden que el ejecutivo que eche a Aliança del consistorio sea avalado por las urnas en las próximas elecciones municipales en 2027.

Si no hay más sorpresas, Orriols sacará adelante los presupuestos municipales en los próximos días, al agotarse el plazo para presentar una moción de censura este domingo, blindando así su legislatura hasta 2027. Esta es la tercera vez que los posconvergentes se desmarcan de un pacto alternativo para plantar a Orriols: lo hicieron tras las elecciones frustrando una candidatura de ERC con el apoyo del resto de partidos, y en septiembre, ocurrió de nuevo, cuando la líder de JxCat en Ripoll, Manoli Vega, renunció a su acta y se volvió a plantear este escenario. No habrá más amagos: "Nos vemos en las urnas", ha sentenciado el secretario general de Junts, Jordi Turull.