Comisiones bilaterales
Illa usará las concesiones del Gobierno para lograr nuevos pactos con ERC y Comuns
El Govern se fija como objetivo la aprobación en bloque de la inyección de 4.000 millones de euros a los presupuestos prorrogados
Sánchez e Illa anuncian los primeros solares y la aceleración de trámites para construir 50.000 pisos públicos en Catalunya
Sánchez exige al PP que deje de "boicotear" y aplique la ley de vivienda en sus autonomías

El president de la Generalitat, Salvador Illa, esta semana en el Parlament / ENRIC FONTCUBERTA /EFE


Sara González
Sara GonzálezPeriodista
Periodista especializada en Política. Autora de 'Per raó d'Estat' (Ara Llibres), 'Cas Mercuri. La galàxia Bustos' (Saldonar) y 'El part dels comuns. Relat del naixement de Catalunya en Comú' (Saldonar)


Quim Bertomeu
Quim BertomeuPeriodista
Licenciado en Periodismo y en Ciencias Políticas y de la Administración por la Universitat Pompeu Fabra (UPF). Sigue la actualidad política del Govern, del Parlament de Catalunya y el día a día de los partidos catalanes, sobre todo de ERC.
El president Salvador Illa tiene dos semanas de alto voltaje político por delante. En ese estrecho margen de tiempo se reunirán las cuatro comisiones bilaterales entre el Estado y la Generalitat, encuentros de los que el Govern tiene previsto salir luciendo trofeos que le allanen el camino para amarrar nuevos acuerdos con ERC y los Comuns en el Parlament. De avances en el traspaso de Rodalies a pasos adelante en materia de financiación singular. En Palau ultiman la escenografía de unas concesiones del Gobierno de Pedro Sánchez que sirvan al PSC para acumular suficiente capital como para que ERC, especialmente, pero también los Comuns, den su sí para inyectar 4.000 millones de euros a los presupuestos prorrogados. "No aceptaremos rebajas", avisaron los republicanos a principios de mes sobre los resultados de las comisiones.
Una vez digerido que no habrá cuentas nuevas este 2025 y por más que desde el Govern traten de proyectar que este no es tan mal escenario en tiempos de crecimiento económico, en esa modificación de crédito se juega Illa tener más o menos margen para dar cobertura a grandes promesas como el plan para invertir 18.500 millones de euros hasta 2030 para que Catalunya vuelva a liderar España o los 1.400 millones de euros en ayudas para comprar coches eléctricos y multiplicar puntos de recarga. Dicho de otra manera: de si logra o no disponer de esos recursos depende que su gobierno en minoría tenga las manos un poco más libres para que su mandato no esté únicamente marcado por si cumple o no con lo pactado con ERC y los Comuns.
El congreso de ERC marca los tempos
Conscientes de la dificultad de amarrar el 'sí' de los republicanos tras haberse negado siquiera a negociar presupuestos de 2025, el Govern está dispuesto a poner toda la carne en el asador y amoldarse en tiempo y forma a lo que requiera el partido de Oriol Junqueras. No obstante, fuentes del ejecutivo explican que su prioridad es que la incorporación de esos 4.000 millones se haga en bloque en una sola votación, y no de forma troceada, porque saben que cada nuevo acuerdo va a ser como arrancar una muela. Pero habrá que ver si a ERC, que no quiere ser acusada de aprobar unos presupuestos "por la puerta de atrás", le interesa más ir partida a partida para tratar de llevar la batuta y marcar a qué se destinan esos recursos de más.
Hay interlocución con Junqueras entre bambalinas, y precisamente por ello y porque ERC tiene todavía que superar su congreso del 15 y 16 de marzo, el PSC opta por ser cauto y no hacer demasiadas exigencias públicas. De hecho, el pistoletazo de salida de esa modificación de crédito de 4.000 millones está marcada por la fecha de ese cónclave en el que los republicanos tienen que aprobar su nueva hoja de ruta. Los tempos están calculados para que cuando se tenga que producir la convalidación en el Parlament se haya cerrado ya ese capítulo interno que ha supuesto un auténtico terremoto durante nueve meses para ERC.
Desde ERC se limitan a avisar de que serán "exigentes" con los resultados que obtenga el Govern de las comisiones bilaterales, pero no dan pistas sobre si están dispuestos a votar a favor de la inyección de 4.000 millones de euros que busca Illa. Fuentes republicanas esgrimen que no tienen "ninguna propuesta" sobre la mesa y que, por lo tanto, siguen en el mismo punto: ningún pacto con el PSC hasta "que cumpla con los acuerdos" de investidura que siguen pendientes. ERC sabe que cualquier potencial pacto con los socialistas tensará a sus militantes, por lo que tendrá que medir muy bien cualquier nueva negociación con el ejecutivo de Illa.
Engrosar el historial de cumplimientos
El tiempo, entienden en el Govern, acabará siendo un aliado para amansar al principal socio de la investidura. Pero mientras ese congreso no llega, la estrategia del president Illa se centra en dos líneas: engrosar el historial de compromisos contraídos que avanzan y evitar polémicas que puedan encender los ánimos tanto en las filas republicanas como entre los Comuns para que no se tuerza la aprobación del suplemento de crédito.

El president d’ERC, Oriol Junqueras, y la secretària general, Elisenda Alemany / ENRIC FONTCUBERTA
Por lo que respecta a esa primera línea, la primera comisión bilateral, la de infraestructuras, se reunirá el próximo lunes con el traspaso de la R1 de Rodalies y las bases de la empresa mixta que deberá gestionar la red ferroviaria a punto de caramelo. Una semana después, el 24 de febrero, en la mixta Estado-Generalitat y la de traspaso de competencias se consagrará el compromiso con la financiación singular, que completará la mixta de Economía cuatro días después. Entremedio, el día 26, se abordará la quita de la deuda del FLA con las comunidades autónomas.
No pisar callos
Y en cuanto a la línea de no pisar callos entre los socios de investidura, no es casual que se esté demorando las conclusiones de la comisión para ampliar la capacidad del aeropuerto de El Prat que el Govern proyectó para principios de este año, proyecto que es un anatema para los Comuns. Esta semana, precisamente, se han encendido los ánimos a tenor del informe ambiental del Hard Rock que el Govern de Illa ha pedido que se haga de nuevo no dando por bueno el que se elaboró bajo el mandato de ERC y que prevé compensaciones millonarias, como publicó EL PERIÓDICO.
El president ha tratado de salir del paso de este asunto poniendo el foco en que ha logrado desactivar la protesta de los agricultores y anunciando que la semana que viene se acelerarán los solares y los trámites para construir nueva vivienda pública. Cree tener labrado así el terreno para recoger la cosecha tras un febrero de la mano de la Moncloa diseñado para que se acabe consolidando la mayoría con la que fue investido.
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