Encuesta de la Oficina Antifrau

8 de cada 10 personas considera que la corrupción está extendida en Catalunya

Los jóvenes tienen mayor tolerancia ante las prácticas ilícitas, según el mismo barómetro

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Imagen de archivo de la fiscalía especial contra la corrupción.

Imagen de archivo de la fiscalía especial contra la corrupción. / El Periódico

Quim Bertomeu

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Barcelona
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¿Hay corrupción en Catalunya? ¿Mucha o poca? La respuesta exacta es difícil de dar, pero lo que es seguro es que los catalanes sí tienen la percepción de que es un fenómeno extendido y un problema cronificado. Según una encuesta de la Oficina Antifrau de Catalunya, un 82,1% consideran que hay mucha o bastante corrupción, mientras que solo un 17,9% cree que hay poca o ninguna. Es la segunda cifra más elevada desde que en el año 2010 este ente fiscalizador empezó a hacer estos sondeos de forma bianual.

La responsabilidad de este alto índice es mayoritariamente de la mala imagen que se tiene en Catalunya de los partidos políticos. Un 74,5% de los ciudadanos opinan que la corrupción está bastante o muy extendida en el mundo de la política. Además, un 64,9% consideran que los políticos son poco o nada honestos y un 38,4% están seguros de que los partidos se financian ilegalmente.

¿Por qué el problema afecta tanto a los políticos? Se apuntan algunas líneas a tener en cuenta: los vínculos demasiado estrechos entre los negocios y la política; la falta de transparencia en las decisiones públicas y los episodios de mala gestión en situaciones de emergencia como los desastres naturales (Dana) o las pandemias (Covid). Más allá de la política, también obtienen una percepción negativa los medios de comunicación -un 60,7% cree que son corruptos o bastante corruptos- y las entidades financieras (60,4%).

Instamos al Estado y a las instituciones y partidos a no aflojar a la hora de implementar estrategias contra la corrupción

Olinda Anía

— Directora adjunta de la Oficina Antifrau

Uno de los fenómenos que detecta el estudio es que los jóvenes son un segmento de la población que tiene una mayor percepción de que hay corrupción en la sociedad pero, a la vez, también tienen mayor tolerancia ante las prácticas potencialmente ilícitas. Por ejemplo, un 42% de los encuestados entre 16 y 24 años considera muy o bastante aceptable que un funcionario acepte dinero a cambio de agilizar un trámite administrativo. En el resto de segmentos poblacionales la media se sitúa en el 12%.

No solo hay que tener en cuenta la variable de edad, sino también la de género. Un 19% de los hombres ven aceptable que un político contrate a un amigo como cargo de confianza. Esta cifra en las mujeres se queda en el 15%. Se trata de una encuesta realizada a 2.000 personas con un margen de error del 2,19%. El trabajo de campo se hizo en los meses de octubre y noviembre del año pasado. En aquel entonces la actualidad estaba condicionada por el impacto de la Dana y, en el ámbito judicial, por el caso Errejón, Begoña Gómez, la pareja de Ayuso y el que afecta al Fiscal General del Estado.

"Niveles inaceptables"

La encargada de presentar los datos ha sido la directora adjunta de la OAC, Olinda Anía, que ha lamentado que la percepción de los niveles de corrupción en Catalunya se mantiene en unos "niveles inaceptables". Su diagnóstico es que se trata de un "problema crónico" y que se fundamenta, sobre todo, en la "interferencia de los intereses privados en la esfera pública". "Instamos al Estado y a las instituciones y partidos a no aflojar a la hora de implementar estrategias contra la corrupción", ha concluido.

La directora adjunta de la Oficina Antifrau, Olinda Anía, y la jefa de comunicación, Laia Espín.

La directora adjunta de la Oficina Antifrau, Olinda Anía, y la jefa de comunicación, Laia Espín. / Pol Solà / ACN

Pese a los datos alarmantes, hay motivos para la esperanza según la misma OAC. La directora adjunta ha advertido de que la corrupción real es menor que la que percibe la gente y la que se refleja en el estudio. "Nos preocupa que los niveles de percepción sean tan elevados, pero si fueran reales estaríamos en un Estado fallido", ha dicho. Eso sí, ha criticado que hay gestos políticos que no ayudan como la decisión del gobierno balear de desmantelar la Oficina de Prevención y Lucha contra la Corrupción.

Tolerancia hacia ciertas conductas

La encuesta detecta que siete de cada diez ciudadanos se considera muy o bastante honestos pero, a la vez, estos mismos ciudadanos aceptan como válidas algunas prácticas que son irregulares. Así, un 42% encuentra justificable empadronar a los hijos en casa de los abuelos para entrar en la escuela deseada. También hay un 26% que ven correcto llamar a un médico amigo para saltarse la lista de espera o un 25% que considera bien no pagar IVA. Esto, recuerda la OAC, también es corrupción.

Uno de los principales problemas que detecta el estudio es que la alta percepción en los niveles de corrupción, lejos de mejorar, empeora. Más de la mitad de catalanes (53,3%) considera que es un fenómeno que ha aumentado en los últimos años mientras que el 40,3% cree que se ha mantenido. Solo el 6,4% considera que es un asunto en vías de retroceso. Además, existe la sensación entre los ciudadanos que poco pueden hacer para combatir la situación: un 65% cree que no puede hacer nada por el 35% que considera que sí. Finalmente, y aunque no tenga ver con la corrupción, la encuesta también apunta de forma colateral a un retroceso del catalán. Un 19,2% prefirió responder en esta lengua por el 80,8% que lo hizo en castellano.