RIVALIDAD EN LA DERECHA

Vox se crece ante el volantazo de Feijóo con las pensiones: "Subimos con cada giro del PP"

El partido de Abascal advierte de que no es momento "para titubeos" en la oposición y piensa que recogerá al electorado molesto con la "incoherencia" del PP en el último decreto: "No es tiempo de medias tintas. Al Gobierno no se le apoya nunca"

El presidente de Vox, Santiago Abascal, durante una sesión de control al Gobierno en el Congreso de los Diputados.

El presidente de Vox, Santiago Abascal, durante una sesión de control al Gobierno en el Congreso de los Diputados. / Fernando Sánchez

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La afirmación reciente de Santiago Abascal acerca de que su partido votará en contra del Gobierno de Pedro Sánchez siempre -“aunque se trate de un decreto que ponga banderas nacionales en todas las rotondas”- podía parecer solo una ironía. Pero se trata de una declaración de intenciones absoluta, sobre todo mirando al PP. En Vox creen que el partido de Alberto Núñez Feijóo se ha equivocado en su volantazo hacia el voto afirmativo del nuevo real decreto ley sobre la actualización de las pensiones. Y mientras los populares hacen serios esfuerzos por explicar internamente el giro -que ha sembrado mucho desconcierto por la oposición tan frontal de los días anteriores- la formación de extrema derecha se ve fortalecida y considera que seguirá creciendo a costa del PP.

En la cúpula de Vox piensan que los conservadores “se han retratado una vez más” mostrando “inconsistencia” e “incoherencia”. Y consideran que son estos giros tan bruscos en sus posiciones los que alejan al PP “de una oposición real a Sánchez” que ellos sí seguirán representando con toda la crudeza posible. Su percepción es que en la situación política actual “no caben titubeos ni medias tintas” y que el electorado de la derecha premia la confrontación absoluta a Sánchez, y penaliza lo contrario.

Ya en el debate del primer decreto, el diputado de Vox, Ignacio Hoces, recriminó a los populares “ejercer la oposición a tiempo parcial”, acusando a Feijóo de conceder “balones de oxígeno” al Gobierno. Aquel día el PP solo votó a favor de un decreto ley sobre la última reforma de las pensiones que mejoraba el régimen de compatibilidad entre pensión y empleo. La advertencia sobre el decreto ómnibus quedó en el aire desde la tribuna: “No sigan salvando a Sánchez”.

El PP votó en contra. Pero seis días después y con la necesidad de responder al último pacto entre Gobierno y Junts (con el decreto troceado e incluyendo la subida de las pensiones) llegó el volantazo. Vox está convencido de que recogerá el malestar generado en la derecha por los giros del PP. 

La actual coyuntura internacional y los mensajes de oposición dura han llevado a Vox a seguir creciendo en las encuestas. La última de GAD3 augura que si hubiera elecciones ahora Abascal subiría hasta los 44 escaños. El resto de encuestas publicadas van en la línea de crecimiento de los ultra. Y en el partido tienen identificado que salir de los gobiernos autonómicos por la negativa a que sus autonomías siguieran acogiendo menores migrantes ha sido otro elemento de crecimiento. Vox nunca hace públicos los datos de sus encuestas, pero en la cúpula insisten en asegurar que detectan una subida constante.

Abascal ha ido trabajando su perfil más internacional en los últimos meses, aprovechando el empuje de sus alianzas exteriores. Hace unos meses fue designado líder del grupo europeo al que pertenecen, Patriots, y el próximo fin de semana se celebrará su puesta de largo oficial con una gran cumbre en Madrid a la que asistirán, entre otros, el húngaro Víktor Orban y la francesa Marine Le Pen. En este momento Vox es el único aliado que tiene la nueva Administración de Donald Trump en España y también mantiene una interlocución total con el argentino Javier Milei y otras líderes europeas bien posicionadas como Giorgia Meloni.

Las recientes críticas de Esteban González Pons a Trump y la falta de posición clara del PP entre algunos ataques más directos de Pedro Sánchez hacia el presidente estadounidense -que intenta liderar en Europa una posición crítica conjunta- han seguido dando alas a Vox para lanzarse contra su rival por la derecha.

En mitad de este escenario internacional favorable, Vox piensa que puede seguir recogiendo frutos de las equivocaciones del PP sin mover muchas piezas del tablero. De hecho, a diferencia de lo que ocurre con el partido de Feijóo, ni el Gobierno ni los socios habituales presionan al partido ultra por conocer su voto ante los decretos clave. La formación de Abascal, a diferencia del PP, cree verse beneficiada del “no a todo a Sánchez”, sin temer penalización alguna en colectivos como los pensionistas.

Esto fue exactamente lo que le ocurrió a Feijóo para dar el giro hacia el sí. A pesar de que muchos dirigentes no veían claro un cambio de posición tan radical, al líder conservador le pesó la campaña que podría sufrir su partido si no apoyaba la subida de las pensiones que afecta a 12 millones de personas en España. El diagnóstico en el entorno de Abascal es que seguirán creciendo a costa de cada bandazo del PP. “Es momento de oposición contundente y líderes fuertes, no de dudas”, zanjan.