Hoja de ruta republicana
ERC diseña su nuevo plan para la independencia sin fijar plazos ni menciones a la vía unilateral
Se pone el reto de recuperar para 2031 la mayoría independentista en la calle y en las instituciones
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El portavoz adjunto de ERC, Isaac Albert, este lunes. / ERC


Quim Bertomeu
Quim BertomeuPeriodista
Licenciado en Periodismo y en Ciencias Políticas y de la Administración por la Universitat Pompeu Fabra (UPF). Sigue la actualidad política del Govern, del Parlament de Catalunya y el día a día de los partidos catalanes, sobre todo de ERC.
ERC ha enviado este lunes a sus militantes los tres documentos estratégicos que dibujan cómo actuará el partido y cómo se organizará internamente en los próximos cuatro años. El más esperado de los tres era una propuesta de plan para avanzar hacia la independencia que debe poner fin a unos años de desorientación del movimiento soberanista. En este documento los republicanos plantean un horizonte hasta 2031 para recuperar una "mayoría sólida" independentista tanto en las instituciones como en la calle, pero no se fijan plazos concretos de cuándo será el próximo embate al Estado para intentar conseguir esta independencia. Tampoco se hacen menciones a la vía unilateral, la vía que ERC sí abonó en la declaración del Parlament de octubre de 2017, y se limita a considerar que no hay que descartar "ninguna vía democrática".
El razonamiento de los republicanos es que en el otoño de 2017 se cometieron "errores" que, en la práctica, hicieron fracasar ese embate. No entran en el detalle, pero ERC ya hace tiempo que reconoció que había sido una equivocación autoimponerse fechas tan exactas e inamovibles para ir al choque contra el Estado. La conclusión a la que llega el documento es que ahora se tiene que plantear un "proceso creíble y transitable" que, esta vez sí, dé más garantías de éxito al movimiento. Así, el primer paso es recuperar para 2031 un "mayoría social y parlamentaria" y, luego, ya se verá. De hecho, los republicanos tampoco concretan si la opción preferente para conseguir la independencia es un referéndum pactado o "el acuerdo de claridad" que en su día defendió el entonces president republicano de la Generalitat Pere Aragonès. La idea es conseguir hacer "efectivo" el "derecho a la autodeterminación" y, el cómo, ya se irá definiendo.
Hay que llegar al 2031 habiendo recuperado y consolidado, para el independentismo, la mayoría parlamentaria y social necesaria
Este planteamiento no supone una gran ruptura en lo que venía planteando la ERC del último lustro. Simplemente, sirve para constatar que, ahora que Oriol Junqueras ha renovado su mandato al frente del partido, no tiene intención de dar un giro de 180 grados a su estrategia. En declaraciones a los periodistas, el vicesecretario de Comunicación del partido, Isaac Albert, ha defendido que ERC ha hecho una "lectura realista" del momento y ha llegado a la conclusión de que se necesita esta estrategia gradualista. "Poner fechas no tiene sentido. Cuanto antes sea posible, antes lo haremos. No se trata de marcar límites en el calendario, sino de hacer una buena lectura política del momento", ha argumentado. Los militantes pueden presentar enmiendas a los documentos a partir de este martes. Los textos definitivos se votarán en el congreso del 15 y el 16 de marzo.
Trabajo y nación
Y la pregunta del millón es: ¿Cómo conseguir de nuevo esta mayoría en la calle y las instituciones?. La respuesta que se dan los republicanos es que ERC, tras un ciclo electoral nefasto, tiene que volver a ser vista como un partido "útil" para la ciudadanía. Así, en sus documentos estratégicos plantean varias prioridades para el futuro más inmediato. Por ejemplo, volver a ser un partido que prioriza el municipalismo; apostar por la lengua catalana como "piedra angular de la comunidad cultural" y ser la formación que más y mejor se preocupa por los problemas cotidianos de los catalanes. Una de las claras referencias 'junqueristas' del texto es que ERC quiere ser "el partido del trabajo", es decir, el más transversal de todos. El que apela desde la clase trabajadora al pequeño empresario pasando por el autónomo.
Tenemos que llevar la bandera del partido del trabajo y del partido de los derechos y las libertades por todo el mundo
Una de las novedades de la ponencia es que fija la necesidad de seguir construyendo Catalunya como "nación". La idea del partido es que demasiado a menudo "se ha regalado a la derecha" esta cuestión, cuando también es trabajo de la izquierda explicar como se construye una nación "inclusiva" -social y culturalmente- que "planta cara a la extrema derecha populista de Aliança Catalana y Vox".
Pactos con los socialistas
En sus documentos estratégicos los republicanos defienden los pactos alcanzados con los socialistas en los últimos años porque, según argumentan, han permitido a Catalunya avanzar hacia objetivos "ambiciosos". Sin embargo, no aclaran si están dispuestos a seguir apostando por ellos o habrá un cambio de rumbo. Sí que se menciona que la situación de "debilidad" tanto del Govern de Illa como del Gobierno de Sánchez tiene que ser "una oportunidad" para conseguir "el cumplimiento" de los acuerdos que en su día ERC firmó con el PSC y el PSOE y que continúan pendientes. Desde la dirección alegan que nunca es bueno incluir la política de pactos en estos documentos porque se convertiría en un corsé para la dirección. Nadie sabe que le deparará a ERC en los próximos cuatro años.
Organización interna
Finalmente, entre los documentos enviados a la militancia, ERC también plantea una reforma de los estatutos para cambiar algunos de sus mecanismos de funcionamiento interno. Uno de los cambios más importantes tiene que ver con el escándalo de la estructura B del partido que hacía campañas de propaganda encubierta. La propuesta de la dirección es dar más peso a la Comisión de Garantías en las investigaciones internas como ésta. Argumentan que es un órgano colegiado y, por lo tanto, más capaz de dar respuesta a los asuntos delicados. También se proponen avances en la feminización del partido. Por ejemplo ya no solo serán vetados para optar a cargos orgánicos o institucionales los acusados de delitos de corrupción. También lo serán los acusados de delitos sexuales.
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