Sesión plenaria

El Parlament retira los beneficios fiscales al Hard Rock con el voto del PSC, ERC, los Comuns y la CUP

Con la nueva ley el tipo impositivo al juego crece del 10 al 55% y da marcha atrás a la reforma del 2014

El Parlament da el primer paso para retirar los beneficios fiscales al Hard Rock

Comuns y ERC se alían para eliminar los beneficios fiscales del Hard Rock antes de 2025

El Consell de Garanties avala la ley para retirar los beneficios fiscales al Hard Rock

La consellera Alícia Romero y el president Salvador Illa este miércoles en el Parlament.

La consellera Alícia Romero y el president Salvador Illa este miércoles en el Parlament. / Quique García / EFE

Quim Bertomeu

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Barcelona
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El Parlament ha aprobado este miércoles con los votos del PSC, ERC, los Comuns y la CUP una ley para retirar definitivamente los beneficios fiscales al casino del Hard Rock, el complejo de ocio proyectado en unos terrenos de Vila-seca y Salou (Tarragona) que lleva más de una década en el candelero pero que nunca acaba de hacerse. La norma aprobada vuelve a situar el tipo impositivo aplicable al juego en los grandes casinos al 55% y no al 10%, dando así marcha atrás a la rebaja fiscal que la misma Cámara aprobó en su día (2014) para atraer a los promotores del proyecto.

Esta ley es una iniciativa de ERC y los Comuns y con ella buscan no solo una fiscalidad que consideran más justa, sino torpedear el proyecto en su conjunto porque lo consideran nocivo tanto desde el punto de vista del medio ambiente, como de la actividad turística y del juego que propone. En definitiva, lo que esperan estos dos partidos es que la subida fiscal desincentive a los promotores, Hard Rock Entertainment World, de seguir adelante con el complejo. La líder de los Comuns, Jéssica Albiach, ha asegurado que este miércoles se "cierra la puerta" a un proyecto que implicaba el riesgo de convertir Catalunya "en las Vegas de Europa". Raquel Sans (ERC) no ha dado por muerto el complejo, pero ha considerado que desde hoy está "más lejos" y no tendrá "un vestido fiscal a medida". Laia Estrada (CUP) ha sido menos optimista y ha pronosticado que a la historia del Hard Rock aún lo quedan muchos capítulos, pero ha asegurado que su partido seguirá luchando contra "la mierda de políticas que buscan enterrar el Campo de Tarragona".

Raquel Sans (ERC) en un momento del debate sobre Hard Rock.

Raquel Sans (ERC) en un momento del debate sobre Hard Rock. / David Zorrakino / Europa Press

A diferencia del triunvirato Comuns-ERC-CUP, el PSC sí que es partidario de construir el Hard Rock, pero ha tenido que pagar el peaje de esta rebaja fiscal porque fue de una de las condiciones que fijaron ERC y los Comuns cuando negociaron la investidura del president Illa. De hecho, el diputado Jordi Riba se ha mostrado convencido de que la aprobación de la ley no frenará la construcción del complejo. Para los socialistas hoy, simplemente, el proyecto tendrá una "fiscalidad justa".

El futuro del Hard Rock

Pero, ¿Cuál de los cuatro partidos tiene razón sobre qué pasará con el futuro Hard Rock? ¿Se acabará haciendo o morirá? Esta es la pregunta del millón, pero no de ahora, sino prácticamente desde el principio. El proyecto, impulsado en 2012 durante la presidencia de Artur Mas, siempre ha estado envuelto de incertidumbres. En sus 15 años de vida ha visto pasar a cinco presidentes de la Generalitat, tres promotores distintos e incluso ha llegado a cambiar de nombre -al principio se llamaba 'BCN World'-. También se ha llevado a gobiernos por delante, como el de Pere Aragonès (ERC), que tuvo que adelantar las elecciones por una controversia sobre el casino que le bloqueó unos presupuestos. La única certeza en todo este tiempo es que nunca se ha llegado a poner una piedra. Desde hace años está pendiente de un informe ambiental y de un plan urbanístico de la Generalitat que no llega a concretarse.

Uno de los temores que desde hace tiempo existe en la Generalitat es que, si se cambiaba la fiscalidad como se ha hecho hoy, los promotores presenten una demanda millonaria por daños y perjuicios al haberse cambiado las condiciones iniciales del acuerdo. Un informe interno del Govern cifraba que la indemnización reclamada podía ascender a los 50 millones de euros. En cambio, un informe reciente del Consell de Garanties, que depende de la Generalitat, defendía la capacidad de cambiar los impuestos sin que eso afectara a la "seguridad jurídica". Mientras tanto, nadie conoce las intenciones de los inversores, que hace tiempo que guardan silencio.

Los partidarios

Los partidos que apoyan el complejo sin matices son Junts, el PP y Vox. Los tres han rechazado la rebaja fiscal, pero sus votos han sido insuficientes para frenarla. El líder parlamentario de Junts, Albert Batet, ha tenido un rifirrafe con los Comuns, a quienes ha reprochado que, con su actitud en los años 90 "nunca se habría hecho Port de Aventura". De hecho, si algún día se hiciera el Hard Rock, seria 'vecino' del parque de atracciones. El PP y Vox se han mostrado convencido de que la rebaja fiscal acabará con los promotores yendo a los tribunales y con la Generalitat pagando "indemnizaciones importantes".