Parlamento

El PSOE se reúne con Junts en Bruselas pero no despeja la incógnita sobre la subida de las pensiones

El Gobierno apela a la responsabilidad de los posconvergentes y el PP para que no tumben este miércoles en el Congreso el decreto ómnibus

Félix Bolaños y Pilar Alegría, durante la rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros.

Félix Bolaños y Pilar Alegría, durante la rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros. / José Luis Roca

Juan Ruiz Sierra
Carlota Camps
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El Gobierno asegura no tener certezas sobre lo que ocurrirá en el Congreso de los Diputados este miércoles, día en el que vota la convalidación de tres reales decretos. El más importante de todos, un cajón de sastre en el que se incluye la revalorización de las pensiones y del ingreso mínimo vital junto a las ayudas al transporte y a los afectados por la DANA en la provincia de Valencia, está en el aire. Todas las miradas se dirigen a Junts, después de que Carles Puigdemont anunciara la semana pasada que las negociaciones “sectoriales” con los socialistas quedaban “suspendidas”, pero en la Moncloa asumen que la incógnita no quedará despejada hasta el último momento. 

Una delegación del PSOE, encabezada por su secretario de Organización, Santos Cerdán, se ha desplazado a Bruselas, donde reside el expresident de la Generalitat, para mantener una reunión con los posconvergentes e intentar recomponer los puentes. Fuentes del Ejecutivo señalan que ha habido algún “avance”, pero que el destino del real decreto continúa sin estar despejado. De momento, no tienen ninguna garantía. Las medidas que incluye la norma podrían recuperarse en otro decreto, pero el Gobierno sufriría una nueva derrota parlamentaria, algo que profundizaría la imagen de debilidad y, por otra parte, crearía inseguridad jurídica en los colectivos beneficiados por el decreto.

La "tónica habitual"

En el palacio de la Moncloa, tras el Consejo de Ministros, el Ejecutivo ha evitado confirmar o desmentir el encuentro con Junts, que esta vez no ha sido en Suiza, como viene siendo habitual. Aun así, la portavoz, Pilar Alegría, ha señalado que este tipo de encuentros, que suelen celebrarse cada mes, “vienen siendo la tónica habitual”. La también titular de Educación ha optado por poner el foco en las iniciativas que incluye la norma en peligro, en un mensaje que también va dirigido a meter presión al PP. “¿Es importante revalorizar las pensiones? Sí. Si hay grupos políticos que deciden que no es importante, pues tendrán que explicar por qué”, ha señalado. 

El ministro de Justicia, Félix Bolaños, que está en primera fila de las negociaciones, se ha expresado en términos similares y ha confirmado “contactos” con “todos” los grupos, incluido el PP. Tras citar las principales medidas del texto, ha dicho: “Los ciudadanos votan a los políticos para que mejoremos sus condiciones de vida. Estoy seguro de que mañana todos los grupos parlamentarios estarán votando si suben o no las pensiones, si quieren ayudas al transporte público o quieren que no las haya. Aspiro a que los partidos políticos intenten mejorar la vida de los ciudadanos. Para eso nos han votado”.

Junts, de momento, no da ninguna pista sobre cuál será el voto de sus siete diputados en el decreto ómnibus. En una rueda de prensa en el Parlament, la vicepresidenta del partido, Mònica Sales, se ha limitado a apelar al aviso que lanzó Puigdemont el pasado viernes en Bruselas, pero ha apuntado que analizarán todas aquellas propuestas que supongan un "beneficio para Catalunya". Preguntada por si este decreto en cuestión cumple con esta premisa, Sales se ha limitado a decir que Junts no forma parte "de ningún bloque", una expresión utilizada habitualmente por los posconvergentes para diferenciarse de los socios de izquierdas que apoyan a Sánchez.

El aviso de Puigdemont

La reunión de urgencia entre el PSOE y Junts llega después de que Puigdemont, molesto con el bajo cumplimiento del acuerdo de investidura y el retraso en la tramitación de su iniciativa sobre la cuestión de confianza que plantea a Pedro Sánchez, anunciara que su partido no negociaría ningún nuevo decreto ni iniciativa legislativa que el Gobierno someta a votación en el Congreso de los Diputados. Ya entonces reclamó una reunión "urgente y extraordinaria" con el PSOE y con el mediador internacional para activar el mecanismo de verificación de los acuerdos -lo que implica aclarar qué se ha cumplido y qué no-, pero el encuentro en Bélgica que ya se ha celebrado no ha dado indicios de que se haya logrado reconducir la crisis entre las dos formaciones. Además, los socialistas han puesto sobre la mesa la aprobación de los decretos, aunque Puigdemont diera por rotas las negociaciones de carácter sectorial.

Entre los pactos pendientes de cumplimiento, Junts pone el foco en tres carpetas clave: el traspaso de competencias en inmigración (encallado en puntos sensibles como el control de fronteras y la resolución de expedientes como los NIE o los permisos de trabajo), la oficialidad del catalán en la UE (aquí reclaman la implicación directa de Sánchez en las negociaciones diplomáticas con los 27 países) y la aplicación de la "amnistía política" (que podría concretarse en una reunión entre Sánchez y Puigdemont, aunque el expresident asegura que no tendría valor sin avances en el resto de acuerdos por cumplir). 

Como en otros momentos clave de las negociaciones entre Junts y el PSOE, la dirección posconvergente ha vuelto a imponer el silencio en sus filas y, mientras tanto, en la Moncloa cruzan los dedos de cara a la votación de este miércoles. “No esperamos que decaiga el decreto. Confiamos en que el PP y Junts lo aprueben. En el pasado han apoyado medidas similares. Esto también beneficia a los pensionistas catalanes. El único motivo para tumbarlos sería darse el gusto de hacerlo”, explican los colaboradores de Pedro Sánchez.