La legislatura catalana
Illa se aferra a las concesiones del Gobierno tras asumir que no habrá presupuestos en 2025
El Govern prevé dos meses por delante de logros en las comisiones bilaterales para garantizarse la estabilidad pese a no poder aprobar nuevas cuentas
El Gobierno y la Generalitat reactivan las comisiones bilaterales y avanzan en la financiación singular catalana
El Govern asume que no tendrá presupuestos: "No se acaba el mundo ni cae Catalunya"
El Govern saca pecho de estar cumpliendo los acuerdos con ERC aunque no haya presupuestos en 2025

Pedro Sánchez y Salvador Illa, en un acto electoral / Ángel García / BLOOMBERG


Sara González
Sara GonzálezPeriodista
Periodista especializada en Política. Autora de 'Per raó d'Estat' (Ara Llibres), 'Cas Mercuri. La galàxia Bustos' (Saldonar) y 'El part dels comuns. Relat del naixement de Catalunya en Comú' (Saldonar)
Para cualquier gobierno es un varapalo no poder aprobar presupuestos. Sin embargo, el Govern trata de minimizarlo. Lo que hace unas semanas era reivindicado en Palau como instrumento imprescindible para cumplir con los pactos de investidura, es ahora sustituible a copia de decretos y modificaciones de crédito. Una vez constatado que las cuentas embarrancan por el rechazo de ERC, la senda de Salvador Illa pasa por una digestión rápida de ese escenario y amortiguarlo poniendo el foco donde sí que puede sacar rédito. No es casual que en la misma semana que el Govern ha asumido públicamente que probablemente el mandato continuará con una prórroga de los presupuestos de 2023 se hayan anunciado las fechas en las que se reunirán las cuatro comisiones bilaterales entre el Estado y la Generalitat.
El president cierra así la semana con una de cal y una de arena y tiene por delante dos meses en los que tratará de engrosar su lista de trofeos justo antes de que el partido de Oriol Junqueras culmine su agitado congreso a mediados de marzo. Los socialistas entienden que solo a partir de entonces, cuando la dirección republicana haya cerrado este capítulo sometido a las marejadas de la división interna, podría producirse un cambio de rasante; por más que los republicanos digan ahora que su posicionamiento es inamovible porque hace falta tiempo para que los acuerdos sellados para la investidura se cumplan.
Los avances previstos
La instrucción de Illa es avanzar en los cumplimientos para tratar de romperles los esquemas. El 17 de febrero, en la comisión de infraestructuras, se dejará a punto de caramelo el traspaso de la R1 de Rodalies, que quedará solo pendiente de la aprobación del Consejo de Ministros. Antes, el Govern prevé haber puesto encima de la mesa de ERC los estatutos de la empresa mixta que tendrá que gestionar el servicio. Una semana después, el 24 de febrero, se reunirá la comisión Estado-Generalitat, en la que Illa y Sánchez formalizarán que la financiación singular pasa a ser un pacto entre gobiernos, dando así un espaldarazo a la carpeta que marcará la legislatura.
Ese mismo día, la comisión de transferencias, que hace más de una década que no se cita, podría dar luz verde a que los Mossos asuman la seguridad en puertos y aeropuertos, como negoció hace un año el Govern de Pere Aragonèscon la Moncloa. Solo cuatro días después, el día 28, se reunirá la comisión mixta de asuntos económicos y fiscales, también con la financiación en el orden del día y, lo más inmediato, la quita de la deuda del FLA que debería abordarse en el Consejo de Política Fiscal y Financiera, aún pendiente de agendar. Todavía hay otro asunto, y este sí que depende solo de la acción de la Generalitat: el régimen sancionador para quienes infrinjan la ley de vivienda, que se está negociando con los Comuns y que estará listo a finales de mes.
La estabilidad, carpeta a carpeta
Con todos estos logros, Illa espera garantizarse la estabilidad. Porque aunque no haya presupuestos, cada decreto y cada modificación presupuestaria requerirá del voto de ERC y de los Comuns en el Parlament para aprobarse. El Govern tendrá que ir carpeta a carpeta, y una de ellas, ha avanzado esta semana la consellera de Economia, Alícia Romero, será un decreto ley de prórroga que permita incorporar hasta 4.000 millones de euros a la prórroga de las cuentas de 2023. "El Govern tiene que trabajar con las circunstancias de cada momento. Continuaremos cumpliendo hasta donde podamos", dijo el martes la portavoz del Executiu, Sílvia Paneque, consumando el giro de discurso tras meses insistiendo en que para que los pactos de investidura pudieran cumplirse los presupuestos eran cruciales.
Precisamente por esa dependencia que tendrá Illa de los partidos que lo apoyaron en la investidura para que su mandato transcurra sin sobresaltos, la consigna en el Govern es mantener el guante blanco con ERC incluso ante su negativa a sentarse a negociar. No ha habido ni un ápice de crítica ni de exigencia a los republicanos y la intención, por ahora, es que esa contención prosiga. El objetivo es conseguir que la legislatura transcurra lo más plácida posible pese a la dificultad evidente de gobernar en minoría y consolidar así que la inversión que está haciendo Sánchez a base de concesiones a Catalunya tiene un efecto apaciguador.
Suscríbete para seguir leyendo
- La Fiscalía cree tener una prueba para hacer tambalear la instrucción de Hurtado
- Un empresario denuncia que testaferros de Aldama se concertaron para apropiarse de un inmueble valorado en 3,7 millones
- La fiscal provincial de Madrid alega su 'desconcierto' por la filtración de datos del novio de Ayuso para pedir el archivo de la causa
- Junts consigue el apoyo de PSOE, PP y Vox para tramitar una ley para desalojar ocupas en 48 horas
- Encuesta CIS: El PSOE mantiene su ventaja sobre el PP mientras Vox frena su progresión y retrocede
- La Fiscalía rechaza suspender el caso de los dos delitos fiscales del novio de Ayuso y propone ampliar 6 meses la investigación
- Un juzgado de Madrid imputa a cuatro periodistas por informar sobre la causa abierta contra el fiscal general
- Desconvocada la huelga de trenes: la operadora de Rodalies estará adscrita de forma temporal al Grupo Renfe