Primer mes en el cargo

Junqueras apacigua los ánimos en ERC pero está lejos de resolver la batalla interna

El rechazo de la dirección y los críticos a pactar con el PSC actúa de elemento cohesionador, pero no resuelve el problema de fondo

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Oriol Junqueras y Elisenda Alamany en la primera reunión de la ejecutiva.

Oriol Junqueras y Elisenda Alamany en la primera reunión de la ejecutiva. / David Zorrakino / Europa Press

Quim Bertomeu

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El quinto mandato de Oriol Junqueras al frente de ERC empezó hace un mes tras un tortuoso proceso de primarias en las que las facciones del partido se destriparon en público y en privado. Transcurrido este breve periodo inicial, el líder del partido ha conseguido apaciguar los ánimos y sacar del foco público los problemas de cohesión de la organización, pero está lejos de resolver la batalla interna de fondo. Las dos candidaturas que le disputaron a Junqueras el liderazgo del partido -Nova Esquerra Nacional y Foc Nou-, lejos de disolverse e integrarse en la nueva dirección, han decidido seguir existiendo como sectores críticos del partido plenamente operativos y dispuestos a plantarle cara.

El primer objetivo de Junqueras cuando recuperó el control del partido fue asegurarse que nadie pudiera acusarle de haber iniciado una purga interna contra sus críticos. Es por esto que ha decidido mantener a Josep Maria Jové como líder de ERC en el Parlament, y también dejar a Teresa Jordà y Sara Bailac en sus puestos destacados del Congreso y el Senado, respectivamente. Hay que interpretarlo como un gesto a los críticos, ya que estas tres personas participaron activamente de la candidatura de Nova Esquerra que se enfrentó a Junqueras por el poder. De haberlos relevado, les hubiera dado munición para la protesta.

Precisamente, en la reunión en el Parlament donde ratificó a Jové, Junqueras trasladó a los diputados la necesidad de volver a actuar como un "solo partido". Es decir, sanar de una vez por todas las heridas internas para volver hacer de ERC el partido granítico que fue entre 2011-2024, el período de paz interna más largo de ERC en sus casi 100 años de historia. "Hemos superado el tiempo en el que había tres candidaturas. Volvamos a ser un solo partido", esgrime un miembro de la dirección.

Josep Maria Jové, Oriol Junqueras y Elisenda Alamany este jueves en el Parlament.

Josep Maria Jové, Oriol Junqueras y Elisenda Alamany este jueves en el Parlament. / ACN

Hay una segunda cuestión que ejerce de elemento cohesionador. Tanto la nueva dirección como los sectores críticos están de acuerdo en poner en el congelador los pactos con el PSC y el PSOE: ni presupuestos para Salvador Illa ni presupuestos para Pedro Sánchez. Esto también ha ayudado a mantener el partido en una calma relativa. El problema llegará si a Junqueras le interesa más adelante levantar el veto a los socialistas, por ejemplo, para evitar que haya unas elecciones anticipadas en España o en Catalunya. Eso volvería a tensar las costuras de la organización.

La oposición

Sin embargo, no será ni tan fácil ni tan rápido superar la división interna en el partido. Nova Esquerra Nacional y Foc Nou, aunque perdieron las elecciones internas, han anunciado que seguirán plantando cara ahora ya no como candidaturas, sino como sectores críticos. En este primer mes de la nueva dirección han mantenido un perfil bajo -pocas declaraciones y pocas críticas en público-, pero la misma determinación de seguir siendo actores activos dentro de la organización.

Fuentes de Nova Esquerra Nacional consideran que el primer mes de la nueva ejecutiva ha sido "bastante decepcionante". "No hay voluntad de recoser, al contrario, se han ejecutado purgas desde el primer día", alegan. La lista de quejas es larga: rechazan la Comisión de la Verdad que se ha creado para investigar la polémica de los carteles contra los Maragall; critican que el partido haya creado la figura de un director general de la "que la militancia no sabía nada" y consideran que ERC es una formación "desdibujada y sin rumbo".

Desde Foc Nou hacen un diagnóstico similar. En declaraciones a EL PERIÓDICO Jordi Orobitg, miembro del equipo gestor, ha lamentado la "poca generosidad" de la dirección a la hora de integrar a los críticos en la vida del partido. También ha criticado el despido de personal o el cambio de portavoz en el Parlament. "Se ha priorizando hacer limpieza por encima de poner en valor la riqueza con la que cuenta el partido", ha dicho. En lo estrictamente político, ha defendido un "giro estratégico" y ha advertido de que no darán "100 días de gracia" a Junqueras porque ya ha sido antes 13 años presidente del partido.

Fechas clave

La próxima fecha clave en el calendario de ERC es el 3 de febrero. Ese día el partido dará a conocer a la militancia los tres documentos clave que se debatirán en el congreso del 15 y el 16 de marzo. Estos documentos son una reforma de los estatutos; un plan para la independencia y la estrategia política para los próximos cuatro años. A partir de aquí, cualquier militante que quiera -también los sectores críticos- podrán presentar enmiendas para influir en el rumbo de la formación.

La primera batalla que lucharán los críticos será una reforma estatutaria para que Junqueras no pueda ser a la vez president del partido y candidato a la Generalitat. Es una forma de desgastarlo, ya que nunca ha escondido que su voluntad es algún día volver a ser presidenciable. Junqueras, en una entrevista televisiva esta semana, demostró ser consciente del embate que se avecina y recordó que, ahora mismo, no puede ser candidato de nada porque no le han aplicado la amnistía. "Yo estoy inhabilitado y nadie tiene que sufrir por si me presento o no", dijo con ironía.

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