Puigdemont y Junqueras pactan "iniciar una nueva etapa" para recuperar la fuerza del independentismo

Tras años de una relación tortuosa basada en la desconfianza, los líderes de Junts y ERC, Carles Puigdemont y Oriol Junqueras, han acordado este jueves darse una nueva oportunidad. O, al menos, intentarlo. En un encuentro en Waterloo (Bélgica), que se ha alargado más de dos horas, los presidentes de ambos partidos han pactado el impulso de "nuevos espacios de trabajo compartidos" entre Junts y ERC e iniciar "una nueva etapa que contribuya a recuperar la fuerza y la iniciativa del movimiento independentista". Así lo han explicado a través de un comunicado conjunto, en el que las dos formaciones definen como "necesaria" e "imprescindible" su relación por los "objetivos compartidos" que siempre han tenido. Sin embargo, no han escondido que han tenido y mantienen "diferencias".

Antes de empezar el encuentro y en declaraciones a los periodistas, Junqueras ya ha dado a entender que acudía a Waterloo en son de paz. Desde la puerta de la 'Casa de la República', donde reside el expresident, ha explicado que su voluntad era "tener una relación fluida y educada con todo el mundo". "Hemos venido aquí porque la nueva dirección de ERC tiene la voluntad de tener las mejores relaciones posibles con el conjunto de los agentes sociales, económicos y políticos", ha dicho.

Unas horas después de la reunión también se ha pronunciado Puigdemont, que a pesar de reconocer las "discrepancias" existentes entre ambas formaciones, ha apostado también por tratar de recoser la relación con los republicanos. "Soy consciente que para enderezar la situación del país en general y del movimiento independentista en particular hace falta mucho trabajo y esfuerzos por parte de todo el mundo. Una parte de este trabajo y esfuerzos corresponde a las respectivas organizaciones, que lo tenemos que asumir", ha afirmado en un mensaje en las redes.

La relación entre Puigdemont y Junqueras siempre ha sido complicada. Lo fue mientras compartieron Govern entre enero de 2016 y octubre de 2017, pero aún se deterioró más tras la declaración de independencia y la suspensión de la autonomía catalana. Además, que Puigdemont acabara residiendo en Bélgica y Junqueras estuviera casi cuatro años en la cárcel, tampoco ayudó a reconducir las cosas.

La de este jueves ha sido la primera cita entre ambos desde que fueron reelegidos al frente de sus respectivos partidos: Puigdemont es oficialmente el líder de Junts desde octubre de 2024 y Junqueras vuelve a encabezar ERC desde diciembre del mismo año. Los dos dirigentes han conversado acompañados de sus respectivos secretarios generales, Jordi Turull (Junts) y Elisenda Alamany (ERC). Puigdemont y Turull les han recibido en la puerta de la Casa de la República y se han dejado hacer fotos ante los medios de comunicación.

¿Nueva etapa?

Pero, a pesar de las buenas palabras que reza el comunicado, ¿qué posibilidades tienen Junts y ERC de volver a entenderse? Si nos remitimos al último lustro, más bien pocas. Sin embargo, ahora mismo el escenario político ofrece alguna posibilidad para acercar posiciones. En primer lugar, los dos partidos están fuera de la Generalitat tras ser derrotados por el PSC en las últimas elecciones. Esto les hace tener intereses compartidos como grupos de la oposición. Además, desde hace algunas semanas, las dos formaciones comparten su negativa a aprobar tanto los presupuestos de la Generalitat como los del Estado. Eso les da margen para exhibir posiciones compartidas.

Según lo pactado hoy, el primer objetivo es que el independentismo recupere la fuerza. Según el último barómetro del Centre de Estudis d'Opinió (CEO) en noviembre del año pasado, el rechazo a la independencia está en máximo históricos. El 54% de los catalanes dice 'no', por el 40% que la apoya. Para simbolizar este inicio de nueva etapa, los dos dirigentes han abandonado juntos y en coche la 'Casa de la República' con Puigdemont al volante y Junqueras de copiloto. La matrícula del coche era '1-O-2017' en recuerdo del referéndum de ese año. En Bélgica, a diferencia de España, se pueden personalizar las matrículas.

El PSOE aplaza la cuestión de confianza de Junts y se da un mes para evitar la ruptura con Puigdemont

Pese a esta voluntad de acercamiento, en algunas cuestiones ya han mostrado que su sintonía es inexistente. Ejemplo de ello es la proposición no de ley planteada por Junts que exige a Pedro Sánchez que se someta a una cuestión de confianza, y que justamente este jueves la Mesa del Congreso ha aplazado por segunda vez consecutiva su tramitación. Junqueras ya ha expresado públicamente que no comparte la estrategia de los posconvergentes de echar un pulso al Gobierno en esta cuestión. "Aunque haya razones para desconfiar, [una cuestión de confianza] no aporta demasiado y puede que no haga falta", deslizó en una entrevista televisiva reciente.

Además, el fin del procés ha hecho que los dos partidos hayan acentuado sus perfiles ideológicos, tanto en el Parlament como en el Congreso. Esta cuestión, sumada a la eterna competencia electoral que han mantenidos ambos partidos y al hecho de que no tengan mayoría en ninguna de las principales instituciones, no hace augurar grandes cambios en sus relaciones a corto plazo.

Desde que Junqueras salió de la cárcel con el indulto en junio de 2021 hay solo dos reuniones documentadas con el expresident. La primera, al poco de dejar la prisión, el 7 de julio de 2021. Ese fue un encuentro poco íntimo porque también asistieron otros líderes del 'procés' como Carme Forcadell, Raül Romeva y Toni Comín. Tuvieron que pasar tres años hasta la siguiente cita. Fue en junio de 2024, en plenas negociaciones entre ERC y el PSC para la investidura de Salvador Illa. Entonces, Junqueras acababa de dimitir como líder de ERC y Puigdemont aún no tenía el cargo de presidente Junts, aunque fue su candidato a las elecciones catalanas del 12 de mayo y nunca ha dejado de ser su líder moral.