Acuerdos de investidura

El Govern activa el traspaso de la R1 de Rodalies

La línea del Maresme será la primera que gestione de forma integral la Generalitat, después de que el Gobierno la excluya de la red ferroviaria estatal y se suscriba un convenio entre las administraciones

El Govern de Illa acelera el cumplimiento de acuerdos para sacar a ERC del 'no' a los presupuestos de 2025

Junqueras oficializa el 'no' a los presupuestos de 2025 de Illa

Illa reafirma que cumplirá "a rajatabla" los acuerdos sellados con ERC

El president de la Generalitat, Salvador Illa, el jueves pasado en la presentación de los nuevos trenes de Rodalies

El president de la Generalitat, Salvador Illa, el jueves pasado en la presentación de los nuevos trenes de Rodalies / JORDI COTRINA

Sara González
Cristina Buesa
Por qué confiar en El Periódico Por qué confiar en El Periódico Por qué confiar en El Periódico

Todos los acuerdos de investidura se van a cumplir "a rajatabla". Así lo prometió el sábado el president de la Generalitat, Salvador Illa, que comprobó cómo sus palabras caían en saco roto minutos después con el 'no' sin matices de Oriol Junqueras a ni siquiera sentarse a negociar los presupuestos de 2025 mientras no se salden las deudas pendientes. Sin embargo, la réplica del Govern va a ser pisar el acelerador desde este mismo martes. Según ha podido saber EL PERIÓDICO, el Consell Executiu dará el pistoletazo de salida al procedimiento técnico para el traspaso de la R1 de Rodalies, la línea del Maresme, la primera que está previsto que pase a estar gestionada de forma integral desde Catalunya y en la que/es se probarán los nuevos trenes que se presentaron el viernes a bombo y platillo.

El Govern activa de este modo un traspaso complejo que lleva meses de negociación. El trazado de la R1, que va de La Sagrera a la estación de Maçanet-Massanes (donde conecta con la R2), es la única que transcurre íntegramente por Catalunya, una condición ineludible para que se pueda segregar de la red ferroviaria de interés general (RFIG). Más adelante se firmará un convenio entre la Conselleria de Territori, Habitatge i Transició Ecològica y el Estado para concretar la gestión de la R1, por ejemplo en todo lo que tenga que ver con las instalaciones o las estaciones.

Desde el Ministerio de Transportes y Movilidad Sostenible aseguran que los encuentros con el Govern se están produciendo de forma regular y que avanzan a buen ritmo.

Pendientes de la empresa mixta

Con este gesto, Illa busca cumplir con la primera fecha en el calendario que se fijó para que se materialice el traspaso de la gestión de la red ferroviaria, que tendrá que ser gestionada por una nueva empresa mixta entre la Generalitat y el Estado, cuyos estatutos para constituirse están aún pendientes pese a que se acordó que estuvieran listos antes de que acabara 2024. Fue el pasado mes de julio, tres semanas antes de la investidura de Illa, cuando el Govern en funciones de Pere Aragonès acordó con el Ministerio de Transportes que este mes de enero se pondría en marcha el traspaso de la R1, mientras que a finales de este 2025 debería hacerse lo propio con la R2 y la R3.

Asumir la gestión de Rodalies supone un reto grande para la Generalitat, puesto que el Govern es consciente de la mala percepción que tiene la ciudadanía sobre el funcionamiento de los trenes tras años de una desinversión que el Gobierno trata de revertir con las obras que hay en marcha en estos momentos. Es por ello que, para mitigar las afectaciones que esta intervención está teniendo sobre los pasajeros y que se suman al historial de retrasos, el Govern invertirá en los próximos dos años 77 millones en el 'pla Endreça' para mejorar la seguridad y la información a los usuarios, además de hacer un lavado de cara a las instalaciones con más limpieza e iluminación en las estaciones y los trenes.

Trenes y financiación

Rodalies y financiación singular son las dos facturas más costosas que ERC reclama a los socialistas que paguen tras haber apoyado tanto la investidura de Pedro Sánchez como la de Illa. El president trata de darle un empujón a la primera de las carpetas porque la segunda requiere de más tiempo para materializarse. De hecho, Junqueras ha especificado que no considerará que se haya cumplido con la segunda hasta que el nuevo modelo esté vigente, es decir, cuando la Agència Tributària de Catalunya esté en disposición de recaudar el IRPF, cosa que, sobre el papel, no sucederá hasta 2026.

La semana que viene Illa arrancará, empezando por Canarias, el 'tour' con los presidentes autonómicos para tratar de rebajar las hostilidades hacia la financiación singular y durante el primer trimestre la previsión es que se reúna la comisión bilateral Estado-Generalitat para darle rango de acuerdo entre gobiernos lo pactado con los republicanos. No obstante, a la dirección de ERC, que tiene todavía por delante culminar su convulso congreso en marzo, no le bastan los gestos y las buenas voluntades y ni siquiera tiene en mente nombrar un equipo negociador. Pese a ese portazo a las cuentas de 2025, en el Govern se han propuesto contemporizar y poner ese 'no' en cuarentena a la espera de si, una vez aprueben la nueva hoja de ruta y logren cierta paz interna, hay bises de alcanzar un acuerdo.

Demasiado pronto, consideran, para dar por perdidos los presupuestos justo cuando la consellera de Economia, Alícia Romero, ha iniciado la ronda de contactos con los grupos y las entidades para desglosar su proyecto económico. Y aunque así acabe siendo, los socialistas insisten en que cumplirán con todo lo pactado en la investidura y garantizarán la estabilidad, cosa que significaría transitar este año de legislatura en minoría vía decretos y modificaciones de crédito de las cuentas prorrogadas de 2023. Es decir, negociando carpeta por carpeta los votos de ERC y de los Comuns en el Parlament.

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