Atentados de Barcelona y Cambrils

El CNI descartó al imán de Ripoll como confidente y rechazó que fuera un riesgo para la seguridad

El exdirector del CNI Félix Sanz Roldán: "Es Satty nunca fue colaborador ni informador del centro. Nunca"

Informe confidencial del CNI sobre ES SATTY

Informe confidencial del CNI sobre ES SATTY / EL PERIÓDICO

Carlota Camps
Juan José Fernández
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Agentes del Centro Nacional de Inteligencia (CNI), el servicio de espionaje del Estado, se entrevistaron varias veces con el imán de Ripoll, Abdelbaki Es Satty, años antes de los atentados de Barcelona y Cambrils de 2017. Concretamente, lo hicieron tres veces en 2014, con el objetivo de obtener información sobre los entornos yihadistas. Finalmente, sin embargo, lo acabaron descartando como confidente porque los agentes no confiaban en sus informaciones.

Así consta en los documentos desclasificados por el Gobierno, a los que ha tenido acceso EL PERIÓDICO, que lo tachan de "persona opaca", "muy desconfiado" y con capacidad de "manipular con eficacia". "Es un individuo del que no se tiene ninguna fiabilidad", concluye el informe de la última entrevista, realizada en marzo de 2014 en la prisión de Castellón.

El imán de Ripoll y supuesto cerebro de los atentados del 17-A, Abdelbaki Es Satty.

El imán de Ripoll y supuesto cerebro de los atentados del 17-A, Abdelbaki Es Satty. / El Periódico

Con estas impresiones, según los mismos documentos, el CNI descartó que fuera un riesgo para la ciudadanía. Tras varias entrevistas y análisis, concluyeron que no había ningún signo de "radicalización" y que no era una "amenaza" para la ciudadanía, pero que su "tendencia al engaño" le invalidalidaba "para cualquier actividad informativa" del CNI.

El documento desclasificado y entregado este lunes lleva el sello de "Confidencial", un nivel de protección bajo: aunque es un secreto del CNI, no lleva la estampilla de "reservado" ni de "secreto", calificaciones bajo las que el centro guarda informaciones de mayor gravedad para la Seguridad del Estado.

Dio mala impresión

Fue un informe grafológico encargado a expertos del CNI el último detalle que llevó a sus agentes a descartar a Abdelbaki Es Satty como confidente en 2015. Se le consideró una persona "con una inteligencia alta y con muy buena memoria", "ceremonioso" y "persona propensa a la insinceridad, al exceso de táctica y a deliberaciones por ideas superficiales", según el informe. Eso llevó a los agentes que hablaron con él a confirmar una primera impresión psicológica como alguien "no fiable" y "difícil", según fuentes con conocimiento del caso.

El que luego sería imán de Ripoll y líder de la célula terrorista que atentó en Barcelona y Cambrils el 17 de agosto de 2017 fue visitado por dos agentes del CNI en el Centro Penitenciario Castellón I, al que Es Satty había ido a parar condenado por tráfico de más de 100 kilos de hachís. Le visitaron por los conocimientos que pudiera tener de una trama yihadista desmontada por la Policía y la Guardia Civil en la primera Operación Chacal, en Vilanova i la Geltrú.

Fueron tres entrevistas a lo largo de 2014, dos años después de que, y con otro tipo de identificación en el control de visitas de la cárcel, lo visitaran también dos agentes de la Guardia Civil en marzo, mayo y junio de 2012.  

Los contactos de los agentes del CNI no dieron resultado. Es Satty no les pareció fiable, y no se llegó, según las fuentes mencionadas, ni siquiera a otorgarle la consideración de fuente. No se trató con él de pagos: El imán no pidió dinero y el CNI tampoco se lo ofreció.

No reclutable

En la primera cita con el CNI, el 17 de marzo de 2014, Es Satty se define ante los agentes como imán formado en Marruecos, pero no integrista, y conocedor de hombres detenidos en la Operación Chacal y otros relacionados con el atentado del 11-M. En la misma entrevista, el imán cuenta que los integristas de Vilanova le habían dado una paliza antes de ser detenido.

"Se trata de una persona muy opaca, apenas ha mostrado interés por nada", se dice en los comentarios finales del informe de esa entrevista. A partir de esa primera cita, los miembros del CNI fueron confirmando su impresión de que el hombre que tres años después formaría y lideraría la célula que atentó en Barcelona y Cambrils el 17-A, no podía dar información fiable, ni era reclutable ni se le podía considerar un peligro inmediato. 

En la segunda visita, el 31 de marzo, en un locutorio del módulo 10 de la prisión, Es Satty identificó positivamente 20 fotos de los detenidos en Vilanova y "también citó a los otros marroquíes que intentaron inmolarse y fueron detenidos". Los agentes le pidieron que escribiera "todos sus recuerdos sin renunciar a ningún dato" acerca de sus experiencias en Catalunya y Vilanova.

"Es Satty muchas veces da la impresión de querer jugar con sus conocimientos y el de los interlocutores", dicen los agentes en su informe. Los encuentros tuvieron lugar en una etapa en la que, por el peligro terrorista, el CNI se entrevistaba "con cientos de personas dentro y fuera de España" sobre las que se pensara que pudieran tener información relevante para la seguridad de España, confirman las fuentes consultadas. Algunos de esos encuentros fueron con talibanes, y otros con asesinos condenados.

No era este el caso de Abdelbaky Es Satty. No siendo relevante el resultado de los tres contactos, no se elevó por entonces a la cúpula del CNI informe sobre ellos. Si, una vez que Es Satty salió de la cárcel, el imán de Ripoll fue objeto de seguimiento por el CNI es una cuestión que no está desclasificada

La reacción de Puigdemont

No hay gran novedad en lo que ha trascendido hasta ahora. Las visitas que Es Satty recibía en prisión, y que integran la documentación desclasificada que se ha entregado este lunes a los grupos de la comisión de investigación sobre el 17-A del Congreso, eran un hecho constatado en el sumario judicial de los atentados, si bien en la información elevada al juez por Instituciones Penitenciarias figuran dos visitantes que se identifican con un número TIP policial propio de la Guardia Civil y otros dos cuya identificación no entra en el ámbito del Ministerio del Interior.

Dichos documentos, descalificados a petición de Junts en el marco de sus negociaciones con el Gobierno, no han convencido al expresident y líder de la formación, Carles Puigdemont, que ha afirmado que ahora tiene "más preguntas" y "mucha más preocupación". Puigdemont ha calificado de "gravísima incompetencia" que no se monitorizara a Es Satty a su salida de la cárcel, dados sus contactos con "gente peligrosa directamente vinculada al yihadismo", y se ha preguntado si detrás hay "negligencia policial" o "connivencia".

"Se han gastado más recursos públicos en investigar el delirio de la supuesta trama rusa que no en seguir un individuo radical claramente vinculado al yihadismo", ha denunciado el expresident en un mensaje en la red social X, en el que ha puesto en duda también el análisis grafológico realizado al cerebro de los atentados y ha apuntado que queda "mucha información por descalificar". En esta misma línea, ha criticado que se haya espiado al independentismo con el programa Pegasus, y que, por lo contrario, no se haya hecho lo mismo con "un islamista radical conectado con entornos terroristas" que acabó "preparando uno de los atentados más graves que hemos tenido en Catalunya".

En un mensaje anterior, Puigdemont había afirmado y denunciado que el Estado "conocía perfectamente" a Es Satty y que tenía "tratos" con él. "Bajo la alfombra de los secretos, el Estado esconde mucha mierda. La unidad de la patria es más importante que la vida de las personas, miserables", remataba el expresident.

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