La senda del Govern

Illa sitúa la financiación singular en el epicentro de su hoja de ruta y elevará el pacto con ERC a un acuerdo Generalitat-Estado

El plan del ejecutivo para los próximos cuatro años que presenta este viernes el president incluye 260 medidas y prioriza objetivos como recuperar el liderazgo económico de Catalunya e impulsar la vivienda pública

Las claves del plan del Govern: de la mejora de 90 barrios a hasta 50 nuevos juzgados en Catalunya

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El president de la Generalitat, Salvador Illa, este viernes.

El president de la Generalitat, Salvador Illa, este viernes. / Ferran Nadeu

Sara González

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Barcelona
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En el Palau de la Generalitat presumen antes de cerrar el año de haber teñido la legislatura del "color gris" de la gestión. Es lo que pretendía el Govern de Salvador Illa: hablar más de las cosas del comer que de referéndums y choques con el Estado; que la agenda material, en definitiva, cayera a plomo y copara las prioridades de la nueva etapa del independentismo en la oposición. La hoja de ruta con 260 medidas que el president ha presentado este viernes ante los directivos del ejecutivo -un formato inédito- y que aprobará el lunes el Consell Executiu da cuenta de cómo trabajo, techo, seguridad y servicios públicos están en el epicentro de su mandato, pero también la financiación singular, la clave de bóveda de la estabilidad del gobierno en minoría del PSC.

ERC ya ha advertido de que sin concreciones en esta materia no habrá nuevos presupuestos, así que el Govern, que mantiene que cumplirá "a rajatabla" con lo pactado, ha situado el nuevo modelo de reparto de recursos como "elemento central" de su plan. En el primer trimestre de 2025 se convocará la comisión bilateral Generalitat-Estado y la mixta de Asuntos Económicos y Fiscales y en ella Illa pondrá encima de la mesa la financiación singular para que pase de ser "un acuerdo entre partidos" a un "acuerdo entre instituciones". Es decir, que se formalizará el plácet de la Moncloa a lo suscrito con los republicanos sin alterar, o por lo menos así lo prometen, ni una coma ni el calendario. Habrá que ver cómo Pedro Sánchez casa eso con el rechazo exhibido por la mayoría de presidentes autonómicos.

"Las vibraciones son positivas", aseguran fuentes gubernamentales sobre cómo transcurren las conversaciones con el Gobierno al mismo tiempo que el grupo de expertos avanza los trabajos y la conselleria de Economia trabaja en el "refuerzo de personal" de la Agència Tributària de Catalunya -hay que multiplicarlos por cuatro- para que acabe gestionando y recaudando todos los impuestos. Este debería ser una de las primeras pruebas para ERC de que no hay trampa ni cartón en el compromiso de los socialistas.

El acicate para la estabilidad

El documento presentado este viernes recoge la apuesta por una financiación que garantice los recursos "necesarios" para garantizar la calidad de los servicios públicos en Catalunya. El reparto de recursos, asegura, debe de ser "justo" para "fortalecer los lazos" con el resto de España, al mismo tiempo que garantice la solidaridad con el resto de autonomías. No da más detalles ni recuerda que, según lo firmado con ERC, en 2026 la hacienda catalana debería estar ya recaudando el IRPF, pero para no levantar suspicacias, el texto incluye una cláusula que indica que el plan "incorpora la totalidad de los acuerdos de investidura".

La financiación, insisten en Palau, va a ser "una de las grandes prioridades" del Govern y, junto a la quita de la deuda del FLA, entienden que será el principal acicate para que Oriol Junqueras bendiga las cuentas y, con ella, garantice la estabilidad de la legislatura. Pero Illa quiere ir más allá. Porque el plan que desgrana este viernes no es una senda solo para cuatro años, sino "las bases para la transformación del país en la próxima década". Es decir, el pasaje para asegurarse la presidencia más allá de un mandato. "Estabilidad, mirada larga y liderazgo" son los tres pilares que diagnostica que le conviene a una Catalunya que viene de "demasiados cambios de gobierno" en poco tiempo y, por lo tanto, de "bloqueos" que ahora hay que revertir para hacer realidad la tercera "gran transformación" que preconiza.

El Consell Executiu presidido por Salvador Illa, reunido este martes

El Consell Executiu presidido por Salvador Illa / Jordi Bedmar / Govern

Dejar huella ante el desafío de la vivienda

Si la financiación es el plan para "unir" Catalunya a España aplacando el agravio económico, la otra pata del 'leitmotiv' de Illa es la de "servir". Entre los asuntos que quiere convertir en buque insignia de la gestión de su gobierno está que Catalunya "recupere el liderazgo económico", cosa que significa volver a estar en el podio del PIB español, hito que en estos momentos se antoja difícil ante Madrid. Pero también busca el president dejar huella en materia de vivienda, una de las principales preocupaciones de la ciudadanía y foco de aumento de la desigualdad ante las dificultades para pagarse un techo. El plan del Govern recoge las 50.000 viviendas protegidas de alquiler en seis años prometidas y la agilización de suelo para nuevas promociones públicas, así como el impulso a la ley de barrios para mejorar hasta 90 zonas degradadas de toda Catalunya en cuatro años. De la carpeta de vivienda depende la argamasa del Govern con los Comuns.

Y junto a la vivienda, otras materias que tocan de cerca a los ciudadanos: agua, energía y trenes. Las inversiones estratégicas en infraestructuras para garantizar el 50% de autonomía energética con fuentes limpias en 2030 y el 70% de autonomía hídrica en 2027, así como el impulso del transporte público para la "vertebración" de Catalunya ocupan un lugar destacado en la hoja de ruta. El traspaso de Rodalies con la creación de la nueva empresa pública que la gestionará es, en este sentido, una de las principales herencias de los pactos de ERC con el PSOE a cambio de la investidura de Sánchez, objetivo que convive con la ampliación del aeropuerto de El Prat que el Govern considera irrenunciable y que tiene previsto esbozar también en el primer tramo del nuevo año por más que este sea un anatema para los Comuns.

Presupuestos sí o sí

Seguridad, sanidad y educación completan el paquete de prioridades que tienen en Palau entre ceja y ceja en el capítulo de los servicios públicos. El plan contra la multirreincidencia, para el que además de alcanzar los 25.000 agentes de Mossos quieren lograr entre 25 y 50 juzgados más para agilizar los juicios en Catalunya, es clave, según el Govern, para que el discurso sobre la seguridad no lo monopolice la extrema derecha. Y entre los clásicos que nunca fallan en todo plan de gobierno están la mejora de la sanidad y la educación. Se pone el foco en eliminar la cita previa obligatoria para acudir a los Centros de Atención Primaria y en avanzar en la gratuidad de la educación infantil sumando el I1 en el curso 2025-2026. El rumbo está puesto, a expensas, eso sí, de los recursos y del apoyo político a los presupuestos. El Govern no contempla otro escenario que no sea el de lograr aprobarlos.