La hoja de ruta de Illa

Las claves del plan del Govern: de la mejora de 90 barrios al reto de los 50 nuevos juzgados en Catalunya

Techo, trabajo, seguridad y servicios públicos son los ejes de un proyecto que está a expensas de que haya presupuestos y que prevé el impulso de 134 normativas solo en 2025, 16 de las cuales para dar cumplimiento al 45% del pacto de investidura con ERC y los Comuns

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El president de la Generalitat, Salvador Illa, este viernes.

El president de la Generalitat, Salvador Illa, este viernes. / Ferran Nadeu

Sara González

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Barcelona
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Techo, trabajo, seguridad y servicios públicos vertebran la hoja de ruta del Govern que el president Salvador Illa ha desgranado este viernes ante los directivos de la Generalitat. Las líneas maestras de un plan con 260 medidas que entiende que sientan las bases para una nueva década y que, de saque, implica el impulso de 134 iniciativas normativas durante 2025, 16 de las cuales prevé que den cumplimiento al 45% de los pactos de investidura cerrados con ERC y los Comuns. Leyes como la de la financiación local, contra el racismo, la de residuos, la de universalización de la educación infantil o el despliegue del reglamento del registro de pisos vacíos y de la ley de barrios tratarán de abrirse paso. Un largo camino por recorrer para un ejecutivo en minoría que está a expensas de que haya presupuestos y que tiene en la financiación singular el pilar de la estabilidad. A continuación, los principales compromisos de la senda del Govern para los próximos cuatro años.

Illa ha incorporado a su relato diario el concepto de "prosperidad compartida" como filosofía antagónica al modelo de Madrid. En este primer eje enmarca el objetivo de que Catalunya vuelva a liderar el PIB en España -posición que, según el INE, le arrebató la capital de España en 2017- y la creación de puestos de trabajo "de calidad" centrándose en inversiones estratégicas en sectores en los que se puede ser pioneros, como en el de los microprocesadores.

Pero, para que esa prosperidad tenga un impacto directo en el ciudadano, también se propone catapultar la vivienda pública y el alquiler asequible con la construcción de 50.000 pisos protegidos hasta 2030 y movilizando todo el suelo disponible para construir. Un plan para elevar hasta el 15% el parque público en un plazo de 20 años que va de la mano de la mejora de zonas degradadas con la reedición de la ley de barrios que acuñó el tripartit. El plan del Govern es que hasta 90 barrios reciban inversiones de entre 3 y 25 millones de euros en los próximos cuatro años.

Trenes, aviones y lucha contra la sequía comparten el paraguas del capítulo de 'transición energética' del plan del Govern. El traspaso de Rodalies es un acuerdo heredado de ERC con el PSOE que Illa asume como propio. A principios de 2025 debe quedar constituida la empresa mixta que se encargará de la gestión y definido del todo el traspaso integral de la primera línea, la R1, la del Maresme. En ese primer tramo del año el ejecutivo espera tener esbozado el proyecto de ampliación del aeropuerto de El Prat para aumentar la conectividad internacional, que considera irrenunciable y compatible con la protección del entorno.

Y aunque parezca que ahora la sequía ha dado cierta tregua, la autonomía hídrica es una asignatura con la que se quiere cumplir: se pretende alcanzar el 70% en 2027 para que el abastecimiento no dependa del cielo. En cola está acelerar los trámites para ampliar la desalinizadora de la Tordera, la nueva planta del Foix y la de la Costa Brava, así como culminar la mejora de las potabilizadoras de Sant Joan Despí, del Llobregat, de la planta del Ter y la puesta en marcha de la de Montcada en 2028.

En la carpeta de educación y salud hay compromisos concretos de calado. Se reafirma el avance de la gratuidad de la educación infantil y, al I2, se prevé que se sume el I1 el curso 2025-2026, además de desarrollar un plan para la mejora del rendimiento en lectura y matemáticas y de promoción del catalán. Para mejorar la atención sanitaria, el Govern se fija como objetivo que los CAP den respuesta en 48 horas al 90% de los casos, pero también que se elimine la cita previa obligatoria para ser atendido. En su agenda están 60 proyectos de inversión en el ámbito de la atención primaria y especializada y el impulso a proyectos relevantes como el del Hospital Clínic de Barcelona y el nuevo Trueta de Girona, entre otros. Aprobar y desplegar el pacto nacional de salud mental y crear y desplegar la 'comisaría de la mujer' para atender de forma integral a las víctimas de violencia machista están también en la agenda.

El president Illa ha puesto la cara ante el impulso que quiere dar al abordaje de la seguridad para que esta no sea una abandera de la que se apodere la extrema derecha. En su hoja de ruta da por hecho el incremento a 25.000 agentes de la policía catalana en el año 2030 para asumir nuevas funciones, como la seguridad de puertos y aeropuertos a principios de 2025, y hacer frente a la multirreincidencia, el factor que entiende que aumenta la sensación de inseguridad. Para este fin se prevé también sumar más juzgados y jueces que agilicen los juicios. Fruto del pacto con el Gobierno, Barcelona tendrá cinco nuevos juzgados, pero fuentes del ejecutivo apuntan que se crearán entre 25 y 50 más en toda Catalunya. En este mismo capítulo de prioridades para un "buen gobierno" y la mejora de los servicios públicos se enmarca también el titánico reto de simplificar y renovar la administración.

El gran nudo gordiano de la legislatura, el que puede garantizar más o menos paz al president Illa al frente de la Generalitat, es la financiación singular pactada con ERC, que el Govern proyecta elevar a pacto con el Estado en la reunión de la bilateral que debería convocarse durante el primer trimestre de 2025. Se trata del plazo en el que el ejecutivo quiere también encauzar el acuerdo de presupuestos de 2025 y un intervalo en el que debería concretarse también la quita de la deuda del FLA. Fruto también de la alianza con los republicanos para la investidura, el Govern del PSC se compromete a trabajar para la "plena oficialidad" del catalán y la normalización de su uso en todos los ámbitos. Se relanzará y ampliará las plazas del Consorci per a la Normalització Lingüística para fomentar el aprendizaje de la población adulta.

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