Formación dividida

Junqueras gana las elecciones en ERC y recupera el control del partido

Godàs, su rival, rechaza entrar en la nueva dirección y ejercerá como contrapoder en ERC

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ERC elige entre Junqueras y Godàs en una votación con la participación disparada

Primer discurso de Oriol Junqueras tras ganar las elecciones en ERC.

Primer discurso de Oriol Junqueras tras ganar las elecciones en ERC. / Jordi Otix

Quim Bertomeu
Júlia Regué
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Oriol Junqueras ha hecho buenos los pronósticos y dirigirá ERC otros cuatro años más. El que fue el líder de la formación entre 2011 y el mes de junio pasado, ha ganado este sábado el congreso del partido y ha recuperado el control de la organización. Junqueras vuelve al trono, esta vez, acompañado de la edil en el Ayuntamiento de Barcelona, Elisenda Alamany, que ejercerá de secretaria general. Su candidatura ha cosechado un 52,2% de los votos de la militancia, frente al 42,2% de votos que han ido a la de su rival, Xavier Godàs. Un 5,6% ha votado en blanco. El nuevo presidente asume el mando de un partido fracturado y con una parte importante de la organización abiertamente hostil con él.

La victoria de este sábado le convierte en ganador de la batalla interna que se abrió en el seno del partido tras la abultada derrota de ERC en las elecciones catalanas del 12 de mayo. Esa debacle electoral, que llevó a Esquerra a perder la presidencia de la Generalitat solo tres años después de ganarla, fracturó el partido en dos: por un lado, los partidarios de Junqueras -los 'junqueristas'- y, por el otro, los afines a la secretaria general, Marta Rovira -los 'roviristas'-. Los segundos son los derrotados de esta noche, y Godàs ya ha dejado caer que Junqueras no lo tendrá fácil para reconstruir el partido.

"El tiempo de las candidaturas se ha acabado. Solo hay un partido que es ERC"

Oriol Junqueras

— Presidente de ERC

En su comparecencia tras la victoria, Junqueras ha demostrado ser consciente de que ya no lidera la ERC granítica que él mismo construyó en sus primeros mandatos. Es por esto que ha lanzado un mensaje de "mano tendida" y "abrazo fraternal" a sus rivales. Eso sí, también ha dado a entender que espera que acepten el resultado y que no ejerzan de contrapoder de forma constante. "El tiempo de las candidaturas se ha acabado. Solo hay un partido que es ERC", ha remarcado.

En su primer discurso con el cargo renovado de presidente también ha lanzado una advertencia a los socialistas y es que pondrá caro su apoyo a los presupuestos catalanes de Illa y a los estatales de Sánchez: "No habrá nuevos acuerdos con quien no cumple los acuerdos pendientes", ha advertido. En breve empezará la negociación. Fiel a su estilo, no ha aclarado si tras su victoria renovará la dirección del partido en el Parlament, donde hay mayoría de partidarios de Godàs.

Un panorama muy diferente

Junqueras ha ganado, pero ya no genera la unanimidad que generaba no hace tanto tiempo, cuando se imponía en los congresos del partido por más del 80% de apoyos. La prueba de que el panorama ha cambiado es que ha necesitado dos votaciones para ganar. En la primera vuelta, hace dos semanas, no llegó al 50% y por eso se ha tenido que volver a votar hoy en una segunda. Este es el consuelo que le queda a Godàs: haber hecho sudar hasta el final al que ha sido el líder más carismático del partido desde la restauración de la democracia.

En esta segunda vuelta, los dos candidatos se disputaban quedarse con los votos que en la primera obtuvo Foc Nou, la tercera candidatura en disputa que aquel día quedó eliminada. Godàs ha conseguido sumar a más votantes que Junqueras respecto a hace dos semanas -469 nuevos votos (un 20,3% más) por 280 (un 8,8% más)-, pero no ha sido suficiente para derrotarle.

Primeras advertencias

Junqueras ha ganado la batalla, pero esto no le garantiza una paz duradera. Una de sus primeras misiones deberá ser recoser la organización. Esto pasa por lograr una entente con el otro bando para acabar con los 'ismos'. Es decir, que el 'junquerismo' y el 'rovirismo' se pongan en el congelador para volver a armar una Esquerra unida. No será una tarea fácil porque en el último medio año las dos facciones se han dedicado numerosos reproches en público. La campaña electoral del congreso, además, acabó con la tensión disparada.

Discurso de Xavier Godàs tras su derrota en el congreso de ERC.

Discurso de Xavier Godàs tras su derrota en el congreso de ERC. / Jordi Otix

Tras conocerse los resultados, Godàs ha llamado a Junqueras para darle la enhorabuena. Pese a este 'fair play', en una comparecencia posterior ha lanzado varias advertencias al ganador. La primera, que los miembros de su candidatura, Nova Esquerra Nacional, no tienen ninguna intención de integrarse en la nueva ejecutiva de Junqueras porque le parecería un "pasteleo" inadecuado. Eso significa que no habrá una dirección ni de unidad ni de reconciliación. La segunda es que Nova Esquerra Nacional no solo no desaparecerá, sino que plantará cara a la nueva dirección cuando lo considere oportuno: "Hoy nada acaba, sino que justo comienza". En definitiva, quiere ser un contrapeso. "Si alguien piensa que no tomaremos posición política es que está muy equivocado", ha concluido.

La polémica de los carteles

Más allá de recoser el partido y recuperar el músculo electoral, la ERC de Junqueras también tendrá otro gran reto: abordar la crisis reputacional que atraviesa por los carteles difamatorios contra los hermanos Maragall que salieron de dentro de la propia organización. Su compromiso en campaña, adelantado por EL PERIÓDICO, fue crear una "comisión de la verdad" para llegar hasta el fondo del asunto. La pilotará el exdiputado en el Congreso Joan Tardà, que conserva una fuerte ascendencia en la militancia. Junqueras también ofreció a la candidatura de Godàs que se sumara a la iniciativa. Godàs esta misma noche ya ha anunciado que no tienen ninguna intención de hacerlo. "No queremos ningún órgano paralelo a los que ya tiene el partido", ha dicho. No hay mejor foto para definir la ERC actual: ya tiene líder, pero sigue sin tener paz.