Cámara catalana

Los primeros seis meses de Rull al frente del Parlament: carpetas resueltas y pendientes

Rull se fija en el Congreso y apuesta por limitar las comparecencias para agilizar la legislación

ENTREVISTA | Rull: "En inmigración, tenemos que decidir sobre flujos, permisos de residencia y trabajo"

Aliança Catalana aprovecha la reforma del reglamento del Parlament para ganar protagonismo

El president del Parlament de Catalunya, Josep Rull

El president del Parlament de Catalunya, Josep Rull / ZOWY VOETEN

Carlota Camps

Carlota Camps

Barcelona
Por qué confiar en El Periódico Por qué confiar en El Periódico Por qué confiar en El Periódico

Josep Rull cumplió el martes sus primeros seis meses como president del Parlament. Durante este medio año, ha recorrido más de 40.000 quilómetros, ha visitado 95 municipios catalanes y ha viajado un total de siete veces al extranjero. Además, ha participado en 200 actos y ha recibido hasta 98 audiencias en el Parlament. Pero más allá de las cifras, también ha logrado cerrar algunas de las carpetas que se encontró como pendientes cuando llegó a la presidencia, por ejemplo, la reforma del reglamento del Parlament o el acuerdo con los trabajadores para zanjar el conflicto de las primas de edad. También se ha puesto manos a la obra con otras cuestiones, siendo los planes de accesibilidad y sostenibilidad sus principales ejemplos. Sin embargo, estas victorias contrastan con temas que llevan años en el cajón, es el caso de la regularización de las dietas de los diputados.

Nada más llegar, el presidente de la Cámara logró cerrar uno de los asuntos más peliagudos y que más tensiones había generado en las Mesas anteriores, la regularización del voto telemático. A pesar de que el PSC había sido uno dels grupos que había acudido al Tribunal Constitucional para denunciar la contabilización de este voto, con el cambio de legislatura y de mayorías, se avino a cambiar el reglamento para permitir esta modalidad de votación. El cambio, que finalmente salió adelante con el apoyo de PSC, Junts, ERC, Comuns y CUP, permitió que el expresident Carles Puigdemont y el exconseller Lluís Puig pudieran votar con total normalidad. Como contrapunto, la nueva regulación interna, que también dio a la CUP grupo propio, da más protagonismo a Aliança Catalana (AC).

Otro de los grandes hitos es el acuerdo con el consejo de personal del Parlament para zanjar la disputa judicial iniciada por los trabajadores por la eliminación de las licencias por edad en 2022.

Hay otros asuntos, en cambio, que aún no están resueltos, pero con los que sí se está trabajando. Uno de los más llamativos ha sido el cambio de trato del presidente con la extrema derecha de Vox y AC. Rull ha dejado de interrumpir sus intervenciones en los plenos para tratar de huir de la confrontación directa con estos grupos y evitar que lo usen como propaganda en sus redes. Sin embargo, aún no se ha encontrado una fórmula para sancionar sus intervenciones cuando sean consideradas discursos de odio.

La Mesa también acordó este pasado noviembre poner en marcha la redacción de un plan de accesibilidad integral, con el objetivo de garantizar que todas las personas, trabajadores o políticos, puedan acceder al hemiciclo y participar plenamente en la actividad parlamentaria. Se prevé eliminar barreras arquitectónicas, tecnológicas, sensoriales y de comunicación. También ha impulsado un plan de acción climática con el objetivo de que en 2030 toda la energía eléctrica del edificio sea renovable.

El presidente de la institución también se ha propuesto, aunque aún no se ha plasmado en ningún acuerdo, limitar las comparecencias para agilizar toda la agenda legislativa.

En cambio, hay aún algunos asuntos en rojo. Una de ellos es la ampliación del Parlament, que lleva desde 2011 aplazada. En julio, Parlament y Ayuntamiento de Barcelona acordaron crear un grupo de trabajo para estudiar la viabilidad de todas las opciones, pero no se prevén resultados a corto plazo. Lo que sí se podría llevar a cabo esta legislatura es una pequeña reforma del edificio actual para abrirlo más a la ciudadanía.

También está pendiente, y sin atisbos de resolución, la regularización de las dietas de todos los diputados. Se trata de uno de los temas más espinoso entre los partidos, incapaces de alcanzar un acuerdo, porque cambiar su consideración de complemento a salario base supone una reducción de la remuneración neta. Hasta ahora se han dado algunos pasos, incorporando ya hasta cuatro mensualidades de estas dietas dentro del salario base, pero queda pendiente un ajuste global para acabar de regular estas indemnizaciones por desplazamiento que cobran todos los parlamentarios y que van de los 17.000 a los casi 24.000 euros anuales en función del lugar de residencia.

Finalmente, queda actualizar el 'Pla de Igualtat de Gènere', que caducó en 2023 y que está prorrogado hasta la creación de uno nuevo. De momento, se ha creado el grupo de trabajo en equidad de género, que incluye también el antiracismo y la no discriminación, que deberá llevarlo a término.

Suscríbete para seguir leyendo