POLÉMICA AUSENCIA

El fiasco diplomático que dejó a España sin representación en Notre Dame destapa tensiones del Gobierno con Zarzuela

Exteriores asegura que no fue informado ni por Casa Real ni por el ministerio de Cultura de sus invitaciones. Felipe VI envió un telegrama a Macron, el pasado mes de noviembre, excusando su ausencia

Alegría habla de "polémica artificial" por la ausencia de España en Notre Dame

Alegría habla de "polémica artificial" por la ausencia de España en Notre Dame. En la foto, los reyes y el ministro Albares, en Roma en el inicio de la visita oficial a Italia. / CHEMA MOYA / EFE / VÍDEO: EFE

Por qué confiar en El Periódico Por qué confiar en El Periódico Por qué confiar en El Periódico

Las explicaciones por la ausencia de representación española en la reapertura de la catedral de Notre Dame el pasado sábado se han ido completando a cuenta gotas hasta visibilizarse una descoordinación entre los socios de coalición y tensiones del Gobierno con Zarzuela. De las justificaciones por motivos de agenda se pasó a la descarga mutua de responsabilidades y, finalmente, al cruce de reproches. La versión pública de Moncloa es que se trata de una “polémica artificial”, pero en privado se deja sentir entre “pena” y “malestar” por un fiasco diplomático que dejó a España sin representación en un acto solemne donde se dieron cita líderes políticos de todo el mundo, desde el presidente electo de EEUU, Donald Trump, o el presidente de Ucrania, Volodímir Zelenski, hasta decenas de jefes de Estado y de Gobierno.

Las invitaciones comenzaron a cursarse hace más de dos semanas. Un plazo ajustado para tratarse de un gran evento internacional, al cerrarse las agendas de Casa Real y Gobierno a meses vista. Enmanuel Macron, como presidente de la república francesa, se la remitió a los jefes de Estado y de Gobierno. En el caso de España, al rey Felipe VI. La ministra francesa de Cultura, Rachida Dati, por su parte, invitó al ministro de Sumar Ernest Urtasun, al igual que a sus homólogos en esta cartera de los diferentes gobiernos. Ambas invitaciones eran “personales e intransferibles”, como viene insistiendo Moncloa desde que el pasado domingo se amplificó la polémica por la ausencia de representación española ante las críticas de Alberto Núñez Feijóo e Isabel Díaz Ayuso. En público, la portavoz del Gobierno, Pilar Alegría, excusaba este martes en rueda de prensa tras el Consejo de Ministros su ausencia “por cuestiones de agenda” que dijo “entender y comprender”.

Desde el ministerio de Exteriores reprochan, sin embargo, que ni Casa Real ni tampoco el ministerio de Cultura informaron de que habían sido invitados. En Cultura apuntan a que informaron a la embajada en París, que se integra dentro del ministerio de Exteriores, aunque fuentes del departamento que dirige José Manuel Albares aseguran que se enteraron por la prensa. Si este lunes se descargaban responsabilidades en Urtasun, ayer se elevaba el malestar a los Reyes por no dar cuenta de dicha invitación. Algo que, según se señala, no sería la primera vez. De este modo, Exteriores justifica su incapacidad para validar una agenda de Casa Real que desconoce, así como de otros ministerios, en referencia a Cultura. Una falta de comunicación que habría llevado en último lugar a un fiasco diplomático a nivel internacional.

Zarzuela asegura que los Reyes no acudieron por cuestiones de agenda, ya que Felipe VI pasó todo el fin de semana preparando su viaje de Estado a Italia de estos días. El Rey envió un telegrama a Macron, el pasado mes de noviembre, para excusarse y agradecerle la invitación. 

En el Ministerio de Cultura se habían sacudido cualquier culpa al atribuir la coordinación de la agenda internacional a Albares, de quien depende la "política exterior". Zarzuela nunca incluyó en su agenda su asistencia a la reapertura de la catedral de Notre Dame cinco años después de su incendio. La mayoría de sus actos y viajes están refrendados por el Gobierno y los acompaña un ministro de jornada

Sin embargo Urtasun, el único ministro invitado, no ejercía el pasado sábado como ministro de jornada, como le afearon en un primer momento desde Exteriores. Es decir, no existió coordinación con Casa Real, según explican fuentes de su departamento. En caso de haber sido ministro de jornada, los contactos son permanentes y en caso de declinar la invitación, Zarzuela hubiera contactado con otro miembro del Ejecutivo para acudiera en su lugar. Pero no fue así. Las invitaciones al ministerio de Cultura y a los Reyes eran "independientes". El ministro alegó asuntos familiares para justificar su ausencia, aunque sí incluyó en su agenda oficial, la misma tarde de la reapertura de Notre Dame, la asistencia a una función del Circo Mundial en el recinto ferial de Ifema, en Madrid.

En el departamento de Exteriores se pidieron explicaciones tanto a Cultura como a Casa Real por no informar de dichas invitaciones ni tampoco consultar. Y públicamente se señaló a Urtasun por no haber informado, un gesto que en su ministerio interpretaron como una forma de tapar un "error de coordinación" que atribuían al PSOE, el responsable último de Exteriores. Este asunto, según fuentes cercanas, volvió a abordar José Manuel Albares este martes de forma personal con Zarzuela, coincidiendo que acompañó a los Reyes a Roma en un viaje de Estado.

Las tensiones entre el Gobierno y la Casa Real ya se dejaron entrever con la visita de los Reyes a Paiporta, una de las localidades más afectadas por la DANA y donde la comitiva, de la que formaba parte Pedro Sánchez, fue abucheada y se le arrojó barro y diferentes objetos. El propio Sánchez fue golpeado y tras abandonar el lugar, Moncloa informó de la cancelación de la visita. Los Reyes no confirmaron la misma decisión hasta un buen rato después, llegando incluso a desplazarse a la siguiente localidad a la que tenían previsto acudir, cuando el presidente del Gobierno ya se encontraba en el Centro de Coordinación Operativo Integrado (CECOPI). Cuando se canceló, Casa Real trasladó que retomaría la visita en los siguientes días. Una pretensión que no secundó en el mismo momento Moncloa.

Funeral por la DANA

Felipe VI se ha desplazado a las zonas castigadas por la DANA en tres ocasiones. Este mismo lunes presidió la misa en memoria de las víctimas organizada por el Arzobispado. Casa Real confirmó su asistencia el pasado viernes a dicho funeral, mientras que el Gobierno avanzó que tendría representación, aunque no se informó de ello hasta media mañana del mismo lunes.

Pedro Sánchez no acudió y en representación del Ejecutivo, que el día antes no lo había incluido en la agenda oficial, lo hicieron la vicepresidenta primera, María Jesús Montero, el ministro de Política Territorial, Ángel Víctor Torres, y la ministra de Ciencia y líder del PSPV-PSOE, Diana Morant. En el Gobierno se remarcó que la misa organizada por el Arzobispado de Valencia "no es un funeral de Estado" y se quiso priorizar la celebración de otra ceremonia de Estado con carácter civil, de homenaje a las víctimas, para la que todavía no hay fecha cerrada.

A la falta de coordinación visibilizada por la ausencia en Notre Dame y las diferencias que subyacen por la agenda de Felipe VI en Valencia, se suma que, según algunas fuentes diplomáticas, el ministro de Exteriores no mantiene la mejor relación personal con Camilo Villarino, jefe de la Casa del Rey. Albares le vetó ir destinado como embajador a Moscú, en agosto de 2021, un cargo para el que le había designado Arancha González Laya, antigua ministra de Exteriores. Villarino sustituyó a Jaime Alfonsín el pasado mes de febrero. Diplomático de carrera, es ahora la mano derecha del jefe del Estado y el principal enlace con la Moncloa Albares.