10 años después de la confesión

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El expresident de la Generalitat, Jordi Pujol, junto a Manel Vila y Artur Mas.

El expresident de la Generalitat, Jordi Pujol, junto a Manel Vila y Artur Mas. / ACN

Carlota Camps

Carlota Camps

Castellterçol (Moianès)
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Diez años después de la confesión del expresident Jordi Pujol sobre su dinero en Andorra, los herederos de la antigua Convergència empiezan a hacer las paces con su 'patriarca', o al menos con su legado, y a reflexionar sobre si la decisión de disolver la marca fue o no acertada. Así ha quedado demostrado en el homenaje a su figura celebrado este viernes en el municipio de Castellterçol (Moianès), un acto organizado por la asociación de Amics d’Enric Prat de la Riba y que ha contado con la participación de algunas de las figuras más significativas de la antigua Convergència, como el expresident Artur Mas, el exconseller Felip Puig y el exalcalde de Barcelona, Xavier Trias, así como también la expresidenta del Parlament y exconsellera Núria de Gispert.

Nada más empezar, se han podido escuchar unas palabras grabadas por el actual jefe del Parlament, Josep Rull, que han servido como una declaración de intenciones de lo que vendría a después: un reconocimiento al Pujol president, dejando al margen la losa de la confesión que ha arrastrado durante los últimos años. Rull ha calificado a Pujol como el "padre de la nación moderna" y se ha mostrado convencido de que Catalunya "entera" sabrá "reconocer su papel trascendental para dotar de alma a esta nación, que nos tiene que hacer imparables". 

Negociación o independencia

"Me incomoda que sea un homenaje a mí", ha verbalizado Pujol en el discurso de clausura del evento, que se ha alargado más de tres horas. Pero, pese a ello, ha aprovechado para lanzar varios mensajes políticos. Quien fue president de la Generalitat durante 23 años ha dado por hecho que Catalunya no será independiente, ha lamentado la disolución de Convergència y ha pedido a sus herederos que mantengan "aquella política", en referencia a su capacidad de negociación con el Gobierno. "Catalunya no será nunca independiente, podemos aspirar a salvarnos negociando con España", ha incidido, en este caso, sobre su etapa al frente de la Generalitat catalana, algo que ha remachado asegurando que "en los últimos tiempos ya se ha visto que esto de la independencia es muy difícil". "Por eso, lo que nosotros tenemos que conseguir es un país lo suficientemente consistente como autonomía", ha aseverado, defendiendo que ve la secesión imposible en "al menos 10 o 15 años".

Justo antes de su discurso había sido el turno de Mas, que ha defendido que gracias a la autonomía y a una obra de gobierno "sólida y consolidada" como la de Pujol se consiguieron cuotas tan altas de soberanismo, que codujeron al 'procés' sobreanista. Mas se ha mostrado decepcionado con la actual situación del Parlament, donde no hay mayoría independentista ni "de obediencia catalana", pero ha pedido segir "luchando" para sacar "el país adelante".

Por su parte, el exalcalde de Barcelona y también conseller de Pujol, Xavier Trias, ha puesto en valor la estrategia de Pujol de negociar con el Gobierno, aunque ha lamentado no haber conseguido que desde Madrid se "entienda" a Catalunya y, recordando que se le acusó de tener dinero en Suiza -y que finalmente se demostró que no era cierto-, ha aprovechado para denunciar estrategias policiales y judiciales para "destruir adversarios" políticos. 

"Hombre de Estado"

Pero más allá de este debate, el acto ha servido para reivindicar la figura del expresident y una de las personas que más le ha alabado ha sido la expresidenta del Parlament y consellera de varios gobiernos de Pujol, Núria De Gispert, que le ha calificado de "hombre de Estado" y ha asegurado que es el "mejor president que ha podido tener Catalunya".

"President, nadie olvidará lo que has hecho", ha aseverado, tras explicar que ella no caía bien en Unió -su partido- porque le consideraban demasiado "pujolista". "Me decían: tú eras la 'i' de CiU y yo les decía que sí, que me sentía muy del president Pujol y de Convergència".

De Gispert también ha celebrado que Demòcrates, la formación independentista heredera de la desaparecida Unió, se haya integrado en Junts per Catalunya: "Después de muchos años iremos juntos", ha celebrado, y ha reconocido que hasta 2015 no se sentía independentista. 

Asimismo, estaba previsto que también interviniera quien fue mano derecha de Pujol durante sus primeros años en la Generalitat, Lluís Prenafeta, pero finalmente se ha ausentado por problemas de salud. Sin embargo, su hijo, Marc Prenafeta, ha leído un discurso preparado por el que fuera secretario general de la Presidència, en el que ha asegurado que Pujol ha sido el mejor "president" de Catalunya y, a pesar de considerar que "en los últimos años" no se le ha tratado "bien", se ha mostrado convencido de que el balance de su obra de Govern acabará siendo positivo. 

De la actual cúpula de Junts han asistido, como público, David Saldoni, adjunto a la secretaría general y diputado al Parlament, el también miembro de la Cámara catalana y exconseller de economía, Jaume Giró; y el senador, Eduard Pujol.