Cita este viernes

Sánchez e Illa pactarán en Moncloa la reactivación de las cuatro bilaterales Generalitat-Estado

Illa despliega su agenda para Catalunya "con un pie en Bruselas y otro en Madrid"

/esSalvador Illa proclama el regreso de Catalunya a las instituciones europeas

Illa está "convencido" de que Metsola abordará el uso del catalán en el Parlamento Europeo pese a la falta de calendario

El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, y el president de la Generalitat, Salvador Illa, durante un mitin del PSC en mayo.

El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, y el president de la Generalitat, Salvador Illa, durante un mitin del PSC en mayo. / Lorena Sopêna

Sara González

Sara González

Bruselas
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De Barcelona a Bruselas y de Bruselas a Madrid. En una semana, el president Salvador Illa ha desplegado una agenda en tres dimensiones del nuevo talante "de cooperación y no de confrontación" de su Govern, que quiere anclado a la previsibilidad y a la estabilidad. Tras codearse con la diplomacia europea al compás de su "Catalunya ha vuelto", el jefe de la Generalitat se fotografiará este viernes con el presidente Pedro Sánchez en la Moncloa. Será el retrato de una etapa de simbiosis con el Gobierno, una comunión entre los dos gobiernos con sello socialista, alineación que hace 14 años que no se producía, y que se hará evidente en los compromisos que se derivarán del encuentro, que tratarán que trasciendan el gran elefante en la habitación: el de la financiación singular para Catalunya.

El simbolismo de esa vocación de trabajar codo con codo con el Ejecutivo central se recogerá en el acuerdo para reactivar las cuatro comisiones bilaterales que existen entre las dos administraciones durante el primer trimestre de 2025, según ha podido saber EL PERIÓDICO. Se trata de la bilateral Generalitat-Estado, que se reunió por última vez en febrero de 2022, la mixta de Asuntos Económicos y Fiscales, que se reunió el pasado julio, la de infraestructuras, que no se convoca desde hace dos años, y la mixta de transferencias, cuyo último encuentro tuvo lugar hace 14 años. Illa ya dejó claro al principio de la legislatura que pondría todo su empeño en exprimir las competencias del autogobierno y un despliegue del Estatut en el que hay camino para recorrer en todos los frentes.

Para Illa, el de la financiación es un melón cerrado, ya pactado con Sánchez, por lo que poco tiene que hablar con él del asunto. "No hay nada que discutir, está acordado", ha asegurado este jueves. El Govern, ha mantenido, ha creado ya el grupo de expertos que a principios de 2025 tiene que tener definido el calendario para su ejecución. Si algo quiere evitar el president, y más aún a una semana para que se celebre el congreso del PSOE, es agitar las aguas con el modelo de reparto de recursos, que siempre levanta ampollas entre territorios, además de no interferir ni dar más munición al PP, que ha prometido a bombo y platillo combatir la singularidad prometida a Catalunya. Así que el objetivo es rebajar decibelios, poner sordina.

Ofrecer, además de pedir

Además, Illa quiere proyectar que Catalunya no solo va "a pedir" a la Moncloa, sino que también tiene voluntad de "ofrecer" tras una década de 'procés' en la que los sucesivos gobiernos trasladaban que su objetivo era irse. Con él, asegura, Catalunya no solo se queda, sino que quiere implicarse en un modelo de España plural con pretensiones que nada tienen que ver con la autodeterminación. Y entiende que, con solo eso, ya se rebajan las hostilidades hacia su figura por parte del resto de barones territoriales, con quienes presume de tener una buena relación, sean socialistas o populares, fruto de su etapa como ministro al frente de la pandemia.

El president explicitará que su agenda es mucho más amplia que la de la financiación porque entre sus prioridades está también dar un espaldarazo a la vivienda pública y a los servicios públicos, así como a otras materias que están en la cúspide de las preocupaciones de los ciudadanos, como el de la seguridad o las infraestructuras.

El viaje a Bruselas

Todo esto, después de que Illa haya pasado dos días en la capital comunitaria en los que ha proclamado que trabaja "para el Govern de Catalunya con un pie en Bruselas y un pie en Madrid", al completar este viernes la ruta Barcelona-Bruselas-Madrid y poniendo el broche al despliegue de su agenda en los tres frentes durante sus 100 primeros días al frente del Govern.

El president ha proclamado que Catalunya también se quiere involucrar en el gobierno de las instituciones comunitarias "en cooperación y no en confrontación" con el Gobierno. Hablando en plata, lo que les ha venido a decir es que con él de presidente no va a haber "sobresaltos" en las relaciones con Catalunya, que el 'procés' es ya asunto del pasado.

Así, aprovechó las últimas horas en Bruselas para sacar punta a cuestiones económicas como la industria del chip fotónico para Catalunya, que ha definido como "clave". Para ello se ha reunido con el director ejecutivo de Chips Joint Undertaking, Jari Kinaret, que lidera una iniciativa tripartida europea entre la Comisión Europea, los estados miembro y la industria para impulsar tecnologías en el campo del chip y la nanoelectrónica.

"Hay tantos asuntos relevantes que se decidirán aquí que nos tenemos que acostumbrar a venir a menudo", ha apuntado Illa, dejando entrever que su Govern va a frecuentar más Bruselas a partir de ahora. El president cierra su primer viaje institucional sin esconder satisfacción sobre cómo se ha acogido en el corazón de Europa su proyecto como jefe de la Generalitat y con la promesa de que este primer contacto es solo el principio de lo que vendrá. Pero, antes de regresar a Barcelona, hará escala en la Moncloa.

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