La etapa post-Colau
Las incógnitas que los Comuns no han resuelto en su congreso
Los Comuns suben el tono de las exigencias a Illa tras el toque de atención de su militancia
¿Quién es quién en la nueva dirección de los Comuns?
Los Comuns presionan para mantener el impuesto energético que quedó fuera del acuerdo de Sumar con el PSOE
Colau cede paso en los Comuns con una llamada a volver a los orígenes: "Hay que combatir a las élites"

Gemma Tarafa y Candela López, votando durante la asamblea de los Comuns este domingo / ACN


Sara González
Sara GonzálezPeriodista
Periodista especializada en Política. Autora de 'Per raó d'Estat' (Ara Llibres), 'Cas Mercuri. La galàxia Bustos' (Saldonar) y 'El part dels comuns. Relat del naixement de Catalunya en Comú' (Saldonar)
Los Comuns han tratado este fin de semana de poner las luces largas a su proyecto político y esbozar la fórmula para levantar cabeza tras un ciclo de sucesivos varapalos en las urnas. Tienen nueva dirección y nueva hoja de ruta, pero por el camino hay incógnitas a las que su congreso no ha dado respuesta y que van a tener que ir despejando en los próximos tres años. Si el adiós de Ada Colau es o no definitivo, si acabarán formando parte del Govern de Salvador Illa o qué va a pasar con Sumar son solo tres ejemplos de interrogantes cruciales que marcarán el futuro del espacio a corto plazo.
Ada Colau inicia a partir de ahora una etapa fuera de la primera línea de la política, pero se mantendrá en la retaguardia como presidenta de la fundación Sentit Comú, concebida como el laboratorio de ideas del espacio. Cuando anunció su adiós dejó entreabierta la posibilidad de volver a ser candidata en las elecciones municipales de 2027, pero lo que pase a tres años vista ni lo sabe el partido ni lo sabe la misma exalcaldesa. En su discurso de despedida para ceder paso a la nueva dirección se limitó a pedir que los Comuns vuelvan a "reconectar" con los votantes para recuperar ayuntamientos perdidos, como el de Barcelona, y hacerlo volviendo a los orígenes impugnatorios de la situación vigente. Si esto debe hacerse con o sin ella queda para más adelante.
Los Comuns no han cerrado nunca la puerta a la posibilidad de entrar en el Govern de Salvador Illa, aunque desde el principio de la legislatura situaron la negociación de los presupuestos como la prueba del algodón de qué línea política pretende seguir un PSC al que acusan de flirtear con la agenda de Junts. Este es un debate que no se ha afrontado en el conclave, aunque sí que hay discusión sobre cómo cooperar con los socialistas sin quedar desdibujados ni perder el vínculo con los movimientos sociales. El resultado ha sido un discurso más exigente con ellos en materia de vivienda, fiscalidad y políticas contra el cambio climático. "No vamos a ser su muleta", han proclamado en un acto para marcar perfil propio tanto a la externa como a la interna ante una militancia que ha dado un tirón de orejas al informe de gestión de la dirección saliente.
Ni Sumar ni Yolanda Díaz, gran ausente de este congreso, han pintado nada en este proceso interno de los Comuns, que se refugian en tratar de propulsar su identidad para remontar electoralmente. Ni la marca ni la vicepresidenta del Gobierno de la que han ejercido de puntal han sido reivindicadas, tampoco por el ministro Ernest Urtasun, pese a ser el portavoz del espacio de referencia estatal en el que en su día se volcaron. Sí que se ha hablado de esta cuestión entre bambalinas en la línea de que este intento de frente amplio ha sido fallido y tiene que "reformularse" bajo otros parámetros y liderazgos -las heridas del caso Errejón están abiertas- si no quiere volver a pinchar. "Somos una fuerza catalana soberana que se relaciona en condiciones de igualdad y bilateralidad y de forma cooperativa y fraterna con los sujetos políticos del Estado", dice la nueva hoja de ruta sin concretar más allá.
Esta era la primera asamblea de los Comuns tras la ruptura con Podem, un divorcio que se ha traducido en que ningún representante de los morados ha acudido a la clausura de las jornadas pese a que habían sido invitados. Explícitamente, ningún mandatario ha propuesto tratar de rehacer puentes a escala catalana porque gran parte de ellos consideran que ni es posible ni deseable porque tienen poco séquito en Catalunya, pero sí que Tarafa ha advertido de que hay "relaciones demasiado deterioradas" en las izquierdas. La confluencia nunca fue posible con Podem incluso cuando concurrían juntos a las elecciones, pero los Comuns abogan ahora por "recoser" sin especificar con quién y cómo. "Ser adversarios políticos no quiere ser enemigos", han dejado caer en una suerte de llamada a la conllevancia.
El código ético de Catalunya en Comú establece que sus dirigentes no pueden acumular cargos. Solo puede ser compatible una función pública con una de orgánica en el partido. Sin embargo, hay varios miembros que no cumplen con este requisito. La misma coordinadora, Candela López, ha anunciado durante el conclave que dejará el escaño como diputada en el Congreso, ya que además de ser líder de la formación también es concejal en Castelldefels y ejerce de vicepresidenta de la Diputación de Barcelona. Hay otros dirigentes que deberán tomar también una decisión, como el alcalde de El Prat de Llobregat, Lluís Mijoler, que es también diputado en el Parlament, o Núria Lozano, también diputada y concejal en l'Hospitalet de Llobregat.
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