Congreso de Catalunya en Comú

Los Comuns suben el tono de las exigencias a Illa tras el toque de atención de su militancia

Advierten a los socialistas que no van a ser su "muleta" y que darán batalla con la vivienda y el decrecimiento para hacer frente al cambio climático

¿Quién es quién en la nueva dirección de los Comuns?

Los Comuns presionan para mantener el impuesto energético que quedó fuera del acuerdo de Sumar con el PSOE

Colau cede paso en los Comuns con una llamada a volver a los orígenes: "Hay que combatir a las élites"

Las 6 claves de la nueva hoja de ruta que emprenden los Comuns para ser "fuerza de gobierno"

Ernest Urtasun, Jéssica Albiach, Gemma Tarafa y Candela López, en la clausura del congreso de los Comuns este domingo

Ernest Urtasun, Jéssica Albiach, Gemma Tarafa y Candela López, en la clausura del congreso de los Comuns este domingo / Catalunya en Comú

Sara González

Sara González

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Los Comuns han puesto ya el broche a su proceso de reordenación interna para hacer frente a la etapa post-Colau. Una nueva dirección y una nueva hoja de ruta que tienen como principal cometido remontar un partido erosionado en las urnas y azotado también por las disputas internas en el espacio. Toca, aseguran, "reconectar" con los votantes, disputar a la extrema derecha la capitalización de la desafección creciente. Y entienden que eso pasa por volver a las esencias con las que sacudieron el tablero político hace nueve años, por no ser "muleta de nadie", en referencia a los socialistas, y por "coser a la interna" después del divorcio con Podemos -grandes ausentes en la clausura del congreso- y el fiasco de Sumar. El nombre de Yolanda Díaz ya no ha sido reivindicado desde el escenario.

Este diagnóstico y la necesidad de reimpulsar la propia identidad aprovechando que sus votos son clave en el ámbito estatal, catalán y barcelonés explica la subida de decibelios que han entonado los principales mandamases del partido en las exigencias tanto al PSC como al PSOE. Un discurso que ha estado precedido de un varapalo de la militancia a la dirección saliente por parte, principalmente, de las asambleas territoriales. Los documentos de futuro han sido avalados por el 80% de las bases, pero el informe de gestión solo ha recabado el 46,25% de los apoyos, menos de lo que suman los votos en contra -un 36%- y las abstenciones -17,5%-.

"¡Tome nota, president!"

Así que, con ese recado de los propios, la líder de los Comuns en el Parlament, Jéssica Albiach, ha advertido al Govern de Salvador Illa de que no se las prometa tan felices con los presupuestos: "Solo tirarán adelante si hay un cambio de época en las políticas de acceso a la vivienda. ¡Que tome nota el president!". A su vez, el ministro de Cultura, Ernest Urtasun, ha reivindicado los Comuns -ninguna mención ha hecho de Sumar pese a ser el portavoz- como el partido de referencia del ecologismo ya entonado el rechazo a la ampliación del aeropuerto de El Prat y a proyectos como el Hard Rock.

"Hay que presionar a los socialistas en el Estado, Catalunya y en Barcelona", ha resumido la nueva coordinadora, Gemma Tarafa, mensaje reforzado por la otra líder, Candela López, que ha asegurado que toca arremangarse para "arrastrar" a los socialistas hacia la izquierda. En el conclave ya han apretado las tuercas en materia fiscal ante la negociación de las cuentas, incluso reivindicando como permanente el impuesto a las energéticas que quedó fuera del acuerdo entre el PSOE y Sumar o mostrándose partidarios de acabar con la escuela concertada en seis años.

El cambio climático, han advertido los Comuns, tiene que ser concebido como una "urgencia de Estado", por lo que sostienen que la única vía "compatible con la vida" es "decrecer". Como ejemplo ponen la DANA que ha azotado el territorio valenciano, por cuya gestión han coreado "Mazón, dimisión". Al presidente popular lo han tachado de "incapaz, mentiroso y negacionista", paradigma del combate que Urtasun ha llamado a librar. "Tocará defender con uñas y dientes al Gobierno de coalición ante la ola reaccionaria de la extrema derecha", ha avisado.

La nueva dirección de los Comuns, en la clausura del congreso este domingo

La nueva dirección de los Comuns, en la clausura del congreso este domingo / ACN

Obligación de "recoser"

Pero más allá de los elementos externos, de aquellos que cohesionan al espacio, están también las cuestiones endógenas, que lastran la marca y que tienen un impacto directo en la pérdida de fuelle en las últimas elecciones y, mirando hacia el futuro, en ese objetivo de parar los pies a la derecha. De ello se han ocupado especialmente Tarafa, persona de estricta confianza de Colau, que ha recordado los dos ingredientes del éxito que tuvieron los Comuns en 2015: una confluencia tejida entre miradas distintas y una fórmula que conectaba con el malestar y la indignación tras los recortes con los que se afrontó la crisis de 2008. Sin lo primero, ha venido a decir, no será posible lo segundo.

Que en la fila cero no hubiera ningún dirigente de Podem y que en nombre de Sumar haya acudido Lara Hernández, la secretaria de organización, es sintomático de unas relaciones que están deterioradas. No ha habido mención explícita ni a los unos ni a los otros, pero Tarafa ha sido clara: "Tenemos que pararnos a recoser con todas las izquierdas. Ser adversarios políticos no significa ser enemigos". Sí que han acudido dirigentes del PSC (Lluïsa Moret) o de ERC (Marta Vilalta), así como los líderes de CCOO y UGT en Catalunya.

Una vía de escape del malestar

Ahora que no hay elecciones a la vista y después de haberse quedado sin la alcaldía en Barcelona, entienden que es el momento de fortalecer una organización que ha hecho frente a 14 elecciones en nueve años. Una agenda de vértigo que ha pasado factura y por la que la militancia también pide autocrítica a sus líderes. Los encargados de redactar la nueva hoja de ruta de los Comuns llevaban meses arremangados para limar asperezas, que haberlas haylas tras el ciclo electoral adverso, aunque el congreso haya transitado con relativa placidez.

No en vano se han gestionado -y prácticamente desactivado- hasta 800 enmiendas antes del conclave en una ponencia política concebida como una puesta a punto para fortalecerse ideológica y organizativamente de cara las municipales de 2027. Pero lo que no preveía la dirección saliente capitaneada por Colau es despedirse con el varapalo de las bases al informe de gestión, la vía que ha entrado el malestar interno para lanzar un toque de atención.