Congreso del partido

Los Comuns hacen frente a sus retos: ¿quién manda tras Colau y cómo crecer más allá de Barcelona?

Las claves de la nueva hoja de ruta de los Comuns para ser "fuerza de gobierno"

Los Comuns prescinden de Yolanda Díaz y se centran en reforzar su propia marca

Candela López y Gemma Tarafa liderarán a los Comuns tras el adiós de Colau y Albiach

Gemma Tarafa y Candela López serán las coordinadoras de Catalunya en Comú

Gemma Tarafa y Candela López serán las coordinadoras de Catalunya en Comú / ACN

Sara González

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El adiós de Ada Colau de la primera línea de la política, la zozobra que ha provocado el caso Íñigo Errejón, el fiasco que ha resultado ser Sumar, la sonora ruptura con Podem y una pérdida de musculatura electoral que ha hecho mella en el estado de ánimo pero tras el que, paradójicamente, son determinantes en Barcelona, en el Parlament y en Madrid. Los Comuns tienen entre ceja y ceja levantar cabeza. Dar con la tecla que les permita remontar en un tiempo de desafección que nada tiene que ver con la ola movilizadora con la que nacieron como traducción política del movimiento del 15-M. Nueve años, 14 elecciones y una década de 'procés' separan un momento del otro.

El congreso que celebran este fin de semana, el cuarto desde que se fundó Catalunya en Comú, está concebido como una catarsis para poner rumbo al ciclo electoral que se abrirá con las municipales de 2027 si nada se tuerce. El abismo al que creían asomarse hace un año cada vez que se abría el melón del relevo de Colau, el hiperliderazgo "inigualable" que ha tenido el espacio, está ya aquí sin que haya sido posible un tercer mandato como alcaldesa. No obstante, el consuelo para el partido es esa puerta entreabierta que ha dejado a regresar dentro de tres años y un mientras tanto al frente del 'think tank' de la formación, la Fundació Sentit Comú.

Cuatro tándems con equilibrios

Colau deja este fin de semana, por tanto, el último cargo orgánico que le quedaba, el de coordinadora de Catalunya en Comú. También cede paso Jéssica Albiach, que se centrará en su rol como presidenta del grupo en el Parlament. Del triunvirato que tomó las riendas tras la abrupta salida de Xavier Domènech en 2018 solo Candela López, diputada en el Congreso y procedente de la extinta ICV, seguirá, y lo hará codo a codo con Gemma Tarafa, concejal en la capital catalana por Barcelona en Comú y escudera de la exalcaldesa.

En los siguientes escalafones los Comuns se han propuesto dar cancha a un abanico de caras con un calculado equilibrio entre dirigentes que provienen de la militancia ecosocialista y la órbita de Colau. Prueba de que más allá de la coordinación se sigue ese mismo esquema son tres otros tándems destacados: los diputados en Madrid Aina Vidal y Gerardo Pisarello ejercerán de portavoces; el ministro de Cultura, Ernest Urtasun, y Albiach tendrán un papel más simbólico como representantes institucionales y de organización se harán cargo Lídia Muñoz, exalcaldesa de Sant Feliu de Llobregat, y Tània Corrons, exmiembro de la dirección de Barcelona en Comú. De esos tres duetos, Vidal, Urtasun y Corrons provienen de la cantera de ICV. Aunque aseguran haber dejado de funcionar por cuotas, esa confección de la dirección no es casual.

La exalcaldesa de Barcelona y líder de los Comuns en el Ayuntamiento, Ada Colau, durante su último pleno en el Ayuntamiento de Barcelona.

Ada Colau, durante su último pleno en el Ayuntamiento de Barcelona. / Kike Rincón - Europa Press

La bandera municipal, ecologista y por la vivienda

Tampoco el hecho de que se renueven el 43% de los componentes de la dirección -20 de 47- o que la mitad de ellos sean o hayan sido concejales. Aunque la cúpula haya sabido canalizar malestares internos y logrado que no haya lista rival a la oficialista, parte de la militancia de los Comuns, que cuentan con cerca de 4.000 activistas y 11.000 simpatizantes, han pedido un revulsivo y que se debata la estrategia para lograr más implantación fuera del área metropolitana con un discurso climático que no genere anticuerpos. La herida de no haber obtenido diputado por Tarragona, pero tampoco por Girona o Lleida, tras convertir en estandarte la oposición al Hard Rock aún supura y el equipo encargado de la redacción de la hoja de ruta ha tenido que lidiar con hasta 800 enmiendas.

También está vivo el debate sobre cómo convivir con los socialistas sin que estos les coman la tostada, cómo lograr la fórmula entre ser "partido de gobierno" y, a la vez, tener un discurso impugnatorio contra las élites de la mano de los movimientos sociales. A nivel estatal, están dentro del Gobierno; en Barcelona, ya han asumido que tendrán que condicionar desde la oposición; pero queda pendiente la decisión de si entrarán o no en el Govern de Salvador Illa. La negociación de los presupuestos y el lugar que ocupen en ellos las políticas de vivienda marcará si se apuesta o no por poner un pie en la Generalitat. En cambio, con el 'procés' desactivado, ya no hay discusión ni sobre el referéndum ni sobre el modelo de Estado. El foco en estos momentos lo ponen en "ganar autogobierno" con la financiación singular y en un "catalanismo popular" que reme a favor de que España avance hacia una "República Federal Plurinacional".

El futuro de Sumar

Fuera del circuito oficial del congreso quedarán asuntos de calado que no se resolverán este fin de semana, como el de la relación con Sumar, que con la boca pequeña dan por amortizado. Prueba de ello es que han prescindido de Yolanda Díaz, que no intervendrá desde el escenario del conclave como hizo hace tres años junto a Colau. El argumento de puertas afuera es que toca centrarse en la marca y el proyecto de los Comuns para, después, abordar sin prisas la reformulación del instrumento estatal. De la relación con Podemos ya ni se habla porque se da por perdida; y para los corrillos quedará un nombre que también ha dejado estupefacto a todo el espacio catalán: el de Errejón.

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