Nueva etapa posconvergente

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Laura Borràs, en el congreso de Junts en Calella

Laura Borràs, en el congreso de Junts en Calella / LAPRESSE / ERIC RENOM

Carlota Camps

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El congreso de Junts en Calella será recordado como el del regreso de Carles Puigdemont, pero también como el de la despedida de Laura Borràs, quién ya no acudió a la primera reunión de la nueva dirección. Teóricamente, tendría que regresar a la mesa dentro de unas semanas como presidenta de la fundación FunDem, el 'think tank' de Demòcrates que, a raíz del acuerdo de confluencia entre ambas formaciones, pasa a ser el órgano de pensamiento de Junts. Como se aprobó en el congreso, el presidente de la fundación es miembro nato de la ejecutiva, pero, sin embargo, el camino de Borràs para llegar al cargo no se prevé plácido.

No se trata de una fundación nueva, como ella había previsto inicialmente, sino que ya está creada. Esto implica que ya tiene una estructura y unos patronos. Serán ellos, un total de 15 miembros, los que tendrán que decidir si quieren o no entronizar a Borràs. Puigdemont, durante su discurso en el congreso de Junts, se refirió a la hasta entonces presidenta de las filas como la "persona idónea" para encabezar este proyecto. Es lo máximo que puede decir, ya que el funcionamiento interno de la fundación no permite a Junts decidir a dedo el presidente del foro, sino que solo puede hacer sugerencias.

Pero Borràs no debe convencer solo a los patronos, sino que también debe cumplir con la burocracia administrativa. Primero tendrán que modificar los estatutos de la fundación para cambiar sus objetivos y estipularla como órgano de pensamiento de Junts y no de Demòcrates. Este cambio debe ser comunicado a la Generalitat, quien debe validarlo. El mismo trámite se tendrá que hacer para que Borràs pueda ser patrona de la fundación, paso previo para ser elegida presidenta.

Desde la fundación explican que se podría abordar todo en una única reunión con los patronos, una vez se hayan acordado los términos de la modificación, y esperan que Borràs pueda empezar a ejercer mientras los trámites administrativos están en marcha, pero podrían pasar semanas antes de hacerlo efectivo.

Sin embargo, aunque se trate de una entidad privada, hay que comunicar al protectorado de fundaciones los cambios y, tanto su actividad como sus miembros, deben cumplir con el libro tercero del Codi Civil de Catalunya. Y es aquí donde surge otro de los problemas.

Sobre Borràs pesa una condena de cuatro años y medio de cárcel y 13 de inhabilitación por los delitos de prevaricación y falsedad documental por haber amañado contratos cuando estaba al frente de la Institució de les Lletres Catalanes (ILC). La sentencia todavía no es firme, de hecho está a la espera del pronunciamiento del Tribunal Supremo, que también deberá determinar sobre su petición de que se le aplique la ley de amnistía.

Sin embargo, el artículo 332-3.2 del código civil catalán deja claro que no puede ser patrono de ninguna fundación en Catalunya quien haya sido "inhabilitado para ejercer cargos públicos o para administrar bienes", ni tampoco quien haya cometido "delitos contra el patrimonio o contra el orden socioeconómico o por delitos de falsedad". La inhabilitación de Borràs es para "cargos públicos electivos", por lo que fuentes del partido y de la fundación consideran que no debería afectarle y ponen como ejemplo que esta sentencia no ha impedido que siga ejerciendo como profesora desde su plaza de funcionaria del Estado. Además, creen que si la Generalitat desestima su candidatura se estaría "extralimitando". Pero el debate está abierto.

"Tendremos que ver cómo pasamos por encima de esto", ha reconocido ya públicamente Antoni Castellà, hasta ahora líder de Demòcrates y desde el pasado domingo vicepresidente en la nueva ejecutiva de Junts. El partido recuerda que la sentencia no es firme y enmarca su caso dentro de lo que se conoce como 'lawfare', el uso de acciones legales para atacar a un oponente político. Está por ver si los patronos y el protectorado de fundaciones lo ven igual.

Si se superan todos estos pasos, aún quedará pendiente la adaptación de Borràs a la actual estructura de FunDem. Según fuentes consultadas, la ya expresidenta de Junts encargó un proyecto para crear una fundación vinculada al partido en julio de 2023. Entonces no tenía intención de presidirla, pero cuando Puigdemont le comunicó que quería volver a liderar orgánicamente Junts, Borràs se hizo suyo el proyecto.

Finalmente, tras el acuerdo con Demòcrates, Junts se ha quedado con su fundación, lo que tiene ventajas e inconvenientes. Por un lado, facilita ponerse a trabajar cuanto antes, ya que para crear una fundación de cero hay que realizar una serie de trámites y disponer de una dotación inicial de, cómo mínimo, 30.000 euros. Además, FunDem forma parte de la Konrad Adenauer, la fundación de la CDU de Alemania. Sin embargo, será más complicado que Borràs se la pueda hacer a su medida, está por ver cómo se adapta y si puede incorporar a personas de su círculo de confianza.

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