Encuesta CEO: Los catalanes prefieren que la Administración regule los alquileres a construir nuevas viviendas

Dos de cada tres catalanes cree que la Administración debería priorizar la regulación de los alquileres antes que favorecer la construcción de nuevas viviendas. Es una de las conclusiones de la segunda entrega del año de la encuesta ómnibus del Centre d'Estudis d'Opinió (CEO) de la Generalitat, que también revela que el 61% de los entrevistados prefieren que las instituciones subvencionen la rehabilitación de pisos antes que construir nuevos. El estudio llega en pleno debate sobre cómo poner coto a los alquileres temporales y después de que el Govern de Salvador Illa haya anunciado un plan que incluye, entre otras medidas, la construcción de 50.000 viviendas sociales hasta 2030.

En el apartado de vivienda, el CEO ha hecho un experimento: plantear a los entrevistados disyuntivas binarias entre diversas medidas que la administración podría salir adelante para paliar la crisis de la vivienda. En este sentido, si se tiene que elegir, la ciudadanía es más propensa a construir más vivienda protegida (54%) que a subvencionar la rehabilitación de las viviendas, así como construir nuevos pisos sociales (67%) se ve como prioritario respecto a favorecido la construcción de nuevas viviendas en general.

Sin embargo, si se hace un promedio de las respuestas a estas preguntas binarias para extraer la opinión del conjunto de la muestra, la construcción de nuevos inmuebles sí es la opción preferida por más catalanes (38%), seguida de la regulación de los alquileres (23%), de que se subvencionen las rehabilitaciones de edificios (21%) y de limitar las viviendas uso turístico (18%). Según el estudio, un 34% de los catalanes viven de alquiler, un 29% ya tienen la hipoteca totalmente pagada y un 27% todavía están pagándola. Solo entre los mayores de 65 años son mayoría quienes cuentan con una vivienda ya pagada, mientras que la opción más frecuente es el alquiler entre quienes tienen 25 y 50 años.

El turismo y la Copa América

Cuatro de cada diez votantes de Junts viven en una vivienda comprada y ya pagada, el porcentaje más alto, mientras que los de la CUP y Vox se encuentran en la cola (18%). Mientras que un 41% de simpatizantes de Junts residen en hogares de propiedad sin cargas hipotecarias, el porcentaje es del 34% en el caso de los de ERC y el PSC y del 30% entre los del PP, una proporción similar a las de Aliança Catalana (29%). Los votantes de los comunes se acercan a los de la CUP y Vox, ya que sólo un 20% de ellos viven en una vivienda comprada y pagada.

La encuesta, que se realizó entre el pasado 17 de junio y el 2 de septiembre con la participación de 2.060 personas, también refleja que un 73% de la población cree que el impacto del turismo en la sociedad es positivo o muy positivo, que aunque es un porcentaje alto, representa una bajada de 10 puntos respecto a hace un año. Algunos de los grandes eventos deportivos celebrados en Catalunya que arrastran turismo, como la Fórmula 1 y Moto GP, son bien vistos por la mayoría (68%). En cuanto a la Copa América, gozaba de un apoyo del 61%, si bien el estudio se llevó a cabo mayoritariamente antes de su inicio.

Los principales problemas

Los catalanes sitúan la crisis climática (28%) y la pobreza, las desigualdades y los problemas sociales (19%) como sus principales preocupaciones a diez años vista. Las siguientes inquietudes son las guerras (11%), el paro, la falta de trabajo, la precarización y la mecanización (10%), la economía (10%), el agua, la sequía y la desertificación (9%), la inmigración, los movimientos migratorios y las crisis migratorias (7%), el hambre, la falta de alimentos, la escasez y el desabastecimiento (6%), la superpoblación (3%) y la energía (1%). Un 14% de los encuestados, asimismo, responden que sus principales preocupaciones son otras.

Por adscripción política, los simpatizantes de ERC, la CUP, los Comuns y Junts señalan la crisis climática como el primer problema a afrontar en la próxima década. Para los votantes de la formación de extrema derecha Aliança Catalana, que cuenta con dos diputados en el Parlament, la principal preocupación es la inmigración.