Entrevista a la consellera de Interior i Seguretat Pública
Núria Parlon: "En Catalunya no tenemos medios para hacer juicios rápidos para combatir la multirreincidencia"
"Hay que endurecer la legislación penal contra el narcotráfico, es mucho más laxa en comparación con el resto de Europa", afirma
"La fractura en los Mossos d'Esquadra era artificial"
"La 'comisaría de la mujer' permitirá un abordaje integral de la violencia de género"

Foto: Ferran Nadeu | Vídeo: Patricio Ortiz, Zowy Voeten y Ferran Nadeu


Albert Sáez
Albert SáezDirector de EL PERIÓDICO
Soy periodista. Ahora en EL PERIÓDICO. También doy clases en la Facultat de Comunicació Blanquerna de la Universitat Ramon Llull.


Júlia Regué
Júlia ReguéResponsable de la sección de Política.
Graduada en Periodismo y en Ciencias Políticas por la Universitat Pompeu Fabra (UPF), ha desarrollado su carrera profesional en la sección de Política, donde se incorporó en 2016. Ha seguido la actualidad política del Parlament de Catalunya y el día a día de varios partidos. También ha colaborado en programas de TV3, Catalunya Ràdio, RAC1 y Ser Catalunya.


Germán González
Germán GonzálezPeriodista.
Soy licenciado en Historia y Periodismo. Hace casi 30 años que me dedico a informar. He pasado por varios medios y he sido profesor de Derecho a la Información en la UIC durante una década.
¿Cómo se combate la multirreincidencia? Se habla de cambios en la ley, pero también de más juzgados.
Catalunya y España no tienen datos de delincuencia grave como para estar preocupados si se compara con Europa. No somos un país extremadamente inseguro. Los datos recientes indican que en Catalunya tenemos una bajada media de los delitos más graves de un 7,8, pero nos encontramos con estafas virtuales y hurtos que generan una sensación de inseguridad muy grande y no estamos dando la respuesta adecuada en todos los ámbitos. La tarea de coordinación entre policías y Mossos demuestra que se trabaja bien y salen más denuncias por hurtos. Hay más eficacia policial, pero después te encuentras con que no tienes suficientes medios para hacer juicios rápidos. Y esto en Catalunya es muy grave, se tiene que abordar que la planta judicial está bajo mínimos.
No es solo un tema de reforma legislativa, entonces.
Toda reforma del Código Penal que se haga sobre la multirreincidencia está muy bien, pero si no tenemos medios para que los juicios se celebren de forma rápida y, por lo tanto, haya un factor proporcional en relación con la disuasión de la comisión del delito, es decir, que el delincuente interprete que puede ir a la prisión, no sirve de mucho el trabajo que hagamos. La policía trabaja muy bien, pero tenemos un atasco en los tribunales, es una situación que estamos abordando con el Departament de Justícia para pedir y contribuir a que los juzgados dispongan de estos medios. Esto es vital para disuadir la comisión de delitos y para que la ciudadanía no tenga la sensación de impunidad.
Se tiene que acabar con los ladrones que han convertido el hurto en su forma de vida, como decía una resolución judicial reciente. Este es un camino para acabar con este círculo vicioso de la multirreincidencia?
Si esto pasa, es que hemos llegado a un punto en que el sistema no está funcionando. Los factores de corrección que tiene el sistema no funcionan y se tienen que afinar desde el punto de vista legal.
Pero, teniendo en cuenta que las competencias para designar jueces son del Estado, ¿qué puede hacer desde Catalunya?
Podemos hacer actuaciones de prevención y saturación con más presencia policial en la calle para disuadir. Si tenemos más agentes coordinados con policías locales, podemos actuar. Lo estamos haciendo bastante bien, puesto que se está deteniendo a los que están cometiendo los delitos. Con más presencia policial, el que se dedica a robar de manera casi profesionalizada, no cometerá el delito. El problema está en que pasa un año y medio entre que se comete el delito y el juicio, y que, en este tiempo, comete 40 más.
Este problema genera sensación de impunidad entre la población, que piensa que el delincuente sale por la puerta al poco de ser detenido, pero también en el policía que lo atrapa.
Hace un tiempo no podíamos hacer dispositivos policiales porque no teníamos suficiente policía local, hubo jubilaciones anticipadas y segundas actividades, y esto creó mucha tensión. Tenemos claro que en 2030 habrá 22.006 'mossos' y lo queremos ampliar.
Tenemos claro que en 2030 habrá 22.006 'mossos' y lo queremos ampliar
Una de sus primeras propuestas fue actualizar el Plan Daga. Hay un problema con la gente que lleva una navaja y se hacen más controles, pero también tareas pedagógicas preventivas. ¿Cómo valora el dispositivo?
El dispositivo informa a la gente que no sabe del potencial riesgo de llevar navaja en según qué circunstancias. No le quitaremos el cuchillo a quienes van a buscar setas o a las carnicerías, se actúa donde hay riesgo potencial. También mandamos un mensaje de disuasión que tiene que llevar implícita la sanción administrativa. Hemos incrementado los recursos de la Direcció General d'Administració de Seguretat porque estas sanciones se puedan tramitar. El trabajo del Plan Daga se hacía, pero no repercutía en un factor disuasivo porque si se quitaba una, cogían otra. Hemos hecho los dispositivos en fiestas mayores durante septiembre y octubre y los ayuntamientos están contentos. Ahora intensificaremos los controles en el transporte público.

La consellera de Interior, Núria Parlon. / Ferran Nadeu
¿Cómo se garantiza que los controles no sean discriminatorios?
Tenemos que confiar en la capacidad de trabajo de los agentes y en el principio de la autoridad. Tenemos un sistema garantista, si se considera que alguna intervención no ha sido adecuada, tenemos los mecanismos y los canales para poderlo evidenciar y denunciar.
¿También se está abordando el incremento de las armas de fuego y de guerra, como la utilizada en los crímenes de Font de la Pólvora?
Sí. En el caso de la Font de la Pólvora se tiene que hacer una intervención integral y buscar otros mecanismos para normalizar la convivencia, porque hay ciertas fracturas latentes. Pero es evidente que se han incrementado los delitos vinculados al negocio de la droga, como la marihuana o la cocaína, con el uso de armas blancas o de fuego. Se ha triplicado en Catalunya la intervención de cocaína en el puerto y somos productores de marihuana. Todo esto implica nuevas formas de criminalidad que no eran habituales. Tenemos que reforzar las unidades de investigación criminal y también sería deseable endurecer la legislación, es mucho más laxa desde el punto de vista penal en comparación al resto de países europeos. Esto hace que seamos atractivos para las organizaciones criminales.
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