Pistoletazo de salida en Bélgica

Puigdemont se rodeará de su núcleo duro en la dirección de Junts con Turull, Castellà y Nogueras

Junts ultima su nueva organización interna con debate sobre las listas cerradas

Las claves de la nueva hoja de ruta de Junts: políticas migratorias, menos impuestos y otro espacio independentista

Puigdemont, en el centro, la mañana de su aparición en Barcelona

Puigdemont, en el centro, la mañana de su aparición en Barcelona / JORDI COTRINA

Carlota Camps

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Barcelona
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El encuentro entre Carles Puigdemont, Jordi Turull y Antoni Castellà este martes en Bélgica servirá para oficializar la fusión entre Junts y Demòcrates, pero también par dar el pistoletazo de salida del congreso que se celebrará este fin de semana en Calella (Maresme). El acuerdo, que ya ha sido validado por la ejecutiva posconvergente, persigue uno de los principales propósitos que se propuso Puigdemont con este cónclave, el de abrir el partido a más sensibilidades dentro del campo independentista. Junts y Demòcrates ya habían concurrido juntos en las dos últimas elecciones al Parlament, sin embargo, en 2017 lo hicieron con ERC. A partir de ahora, el partido de Castellà disolverá sus comités ejecutivos y no competirá electoralmente con Junts que, a su vez, prevé asumir la fundación de los herederos de Unió, Fundem, como su órgano de pensamiento.

Pero el encuentro también servirá para ungir a Castellà como nuevo miembro de la dirección de Junts. Si se aprueba la ponencia política tal y como está previsto, permitiendo la doble militancia y levantando la obligación de llevar seis meses como militante para asumir un cargo, Castellà será propuesto como uno de los cuatro vicepresidentes de la formación. También la líder de Junts en Madrid, Míriam Nogueras, a quién internamente se la conoce como 'capitana' y que forma parte del núcleo que negocia con el Gobierno, aspira a otra vicepresidencia. Josep Rius, persona de confianza de Puigdemont, podría repetir también en este rol, y quedaría pendiente de resolver una cuarta vicepresidencia, que cumpliendo con la paridad tendría que ser una mujer.

Aunque Puigdemont sigue guardando silencio, y tampoco este martes se prevé que enseñe aún sus cartas, en Junts todo el mundo da por hecho que asumirá el cargo de presidente del partido y prueba de ello es también que los nombres que se postulan para cargos dentro de la dirección son de su máxima confianza. Lo son Rius y Nogueras, pero también Castellà, con quién ha estrechado lazos en los últimos tiempos por su posición dentro del Consell per la República. De hecho, Castellà tubo un papel relevante en el regreso y posterior huida del expresident el pasado 8 de agosto. También el actual secretario general, Jordi Turull, que seguirá en el puesto, atesoró un papel importante ese día y es quién le acompaña en las reuniones con el PSOE en Suiza.

A cuatro días para el desenlace, queda pendiente también la secretaría de organización, que hasta ahora ostentaba David Torrents, afín a la actual presidenta Laura Borràs, que todo apunta que será propuesta como presidenta de la fundación. Borràs, que ha pactado con Puigdemont su nuevo rol, formaría igualmente parte de la ejecutiva y de la permanente, el grupo de decisión más reducido, algo que ha buscado asegurarse desde el inicio de las negociaciones. Además, esta salida le permitirá reivindicar su vertiente académica y vender que, en el momento actual del independentismo, es necesario un nuevo proyecto que debata y busque estrategias diferentes para seguir con el 'procés'.

También se espera que formen parte de la dirección del partido -que consta de 33 puestos- los tres cabezas de lista de las últimas elecciones catalanas y quienes lideran la renovación generacional del partidoMònica Sales, Salvador Vergés y Jeannie Abella. Asimismo, seguirán Albert Batet, presidente del grupo parlamentario; David Saldoni, mano derecha de Turull; o el exconseller Jaume Giró. Y también se daría cabida a algunos de los independientes que ya han ido ganando peso dentro del grupo parlamentario de Junts y a la corriente de izquierdas, liderada por Agustí Colomines.

Enmiendas pendientes

Más allá del baile de nombres, que se darán a conocer oficialmente el sábado por la tarde, la formación sigue inmersa aún en la negociación de enmiendas. A estas alturas quedan 979 enmiendas vivas a los textos organizativos y estratégicos propuestos por la dirección. De estas, seis van dirigidas al hecho de que la nueva dirección se elija con listas cerradas -y no abiertas, cosa que permitiría valorar individualmente cada miembro- y también hay otra contraria a levantar la obligación de llevar seis meses como militante para aspirar a algún cargo.

La dirección considera que estas enmiendas son una muestra de que Junts es un partido "vivo" y subrayan que el número de enmiendas que aún siguen pendientes de negociación es muy reducido en comparación al que se presentó. De hecho, el director del cónclave, Josep Maria Cruset, expuso este lunes que se presentaron hasta 56 enmiendas relacionadas con la polémica de las listas cerradas y que solo seis consiguieron superar la primera fase de criba. "No es un debate que esté instalado en el centro del proceso congresual", argumentó.

Según ha detallado Cruset, inicialmente se presentaron 2.863 enmiendas de las cuales 1.857 consiguieron pasar la primera fase del debate de las asambleas territoriales y sectoriales. A día de hora los equipos coordinadores de las ponencias ya se han puesto de acuerdo para transaccionar 896 textos, prácticamente la mitad. Y, ahora tienen dos días, hasta el miércoles, para llegar a un acuerdo con los militantes que han presentado las 979 restantes.

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