Crisis migratoria

Canarias se opone en peso a los centros de deportación de migrantes

El Gobierno regional solo explora devolver a los menores a sus países de origen y rechaza la medida de Meloni v La Iglesia cree que es una «desvergüenza»

Un migrante de origen paquistaní llegado a El Hierro en la noche del martes se refugia de la lluvia. /

Un migrante de origen paquistaní llegado a El Hierro en la noche del martes se refugia de la lluvia. / / EFE

Flora Marimón

Las Palmas de Gran Canaria
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El Gobierno canario, los partidos de la oposición parlamentaria y la Iglesia rechazan la creación de centros de deportación de migrantes en países terceros. La presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, propuso en una carta a los 27 Estados miembros crear centros de inmigrantes fuera de sus fronteras, un endurecimiento importante de su discurso que sigue el rumbo marcado por la primera ministra de Italia, Giorgia Meloni. En la misiva, Von der Leyen pide a los líderes europeos «extraer lecciones» del plan estrella de la ultraderechista Meloni, un acuerdo que desde el pasado lunes habilita la deportación de migrantes rescatados en alta mar desde Italia a dos centros de internamiento en Albania, estado que no forma parte de la UE.

Esta propuesta y el aval de Von der Leyen ha generado un hondo malestar en Canarias, así como cierta confusión con la única propuesta que explora el Gobierno canario, como es establecer convenios con los países de origen para devolver a los menores migrantes, en concreto con Marruecos, según posibilita el artículo 35.2 de la ley de extranjería. Esta medida ya la puso sobre la mesa el presidente de Canarias, Fernando Clavijo, en su reciente reunión con el ministro de Asuntos Exteriores de Marruecos, Nasser Bourita, en Rabat.

Fernando Clavijo fue tajante y aclaró ayer que se opone a la propuesta de establecer fuera de la Unión Europea centros para migrantes que llegan a los países de la UE. A su juicio, no es de extrañar que la presidenta de la Comisión Europea "transite por ese camino porque es el resultado del pacto migratorio del mandato pasado", que apoyó el PSOE y el PP.

Recordó que se dice que los países que no quieran acoger inmigrantes paguen 20.000 euros por cada uno para que los atiendan en otro sitio. El pacto migratorio del pasado mandato es "muy claro" y algunos que votaron a favor ahora "se rasgan las vestiduras", comentó Clavijo, según informa Europa Press. Y subrayó que "cualquier" tipo de campamento de refugiados es una atención "indigna" a las personas migrantes que huyen de la miseria y el hambre. Por ello, incidió en que la política migratoria de la UE es consecuencia de que "no se mira" al continente africano ni se ejerce la responsabilidad de los países europeos.

Por su parte el vicepresidente del Gobierno, Manuel Domínguez (PP), consideró ayer que sería "un lujo demasiado caro" rechazar que "al menos" se estudie la viabilidad de la propuesta de la Comisión Europea de derivar migrantes a centros en terceros países, aunque Clavijo se haya mostrado contrario a esta medida.

En cualquier caso, los dos han insistido en que su prioridad son los menores migrantes, y ambos coinciden en que se ha de analizar el artículo 35.2 de la ley de extranjería que establece que las comunidades autónomas con menores pueden conveniar con los estados miembros de origen.

En este sentido, Clavijo remarcó, a modo de ejemplo, que si hay menores migrantes marroquíes, se puede «conveniar con Marruecos la posibilidad de que sean atendidos en el entorno familiar con el interés superior del menor siempre garantizad».

También la Iglesia elevó ayer el grito al cielo sobre la propuesta de Von der Leyen arropando a Meloni. El delegado de Migraciones de la Diócesis de Tenerife, Jesús Alberto Delgado, considera "una desvergüenza" que la Comisión Europea plantee externalizar la gestión migratoria en terceros países y que haya políticos en España «que valoren esa posibilidad».

En declaraciones a Cope Canarias, Delgado criticó que Europa pretenda «pasar» la gestión de este fenómeno "a los países pobres, de origen, de donde se ven expulsadas las personas" que llegan en pateras y cayucos a territorio comunitario, entre otros motivos porque "expoliamos y robamos" en esos territorios.

Aun a riesgo de que el administrador diocesano o la nunciatura le "llamen a capítulo", se declaró "un poquito harto de que la clase política europea y española tenga tan poca altura de miras con este tema", informa Efe. Se preguntó si en ese planteamiento de externalización de la gestión migratoria se toman como ejemplo países como Libia o Argelia. "Que luego en esos países se respeten los derechos humanos de los migrantes ya nos importa menos porque nos quitamos el problema", censuró.

También la oposición en Canarias salió ayer en tromba para oponerse a los centros de deportación de migrantes fuera de la UE, a lo que añadieron su rechazo a que se devuelva a menores a sus países de origen.

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