PSC y ERC retrasan la creación de la mesa de partidos catalanes sobre el conflicto político

Según lo firmado por el PSC y ERC para la investidura de Salvador Illa, en el primer pleno ordinario de la legislatura que se celebre en el Parlament debería crearse la Convención Nacional para la resolución del conflicto político. Es decir, una mesa de partidos catalanes con el paraguas de la institución que tiene por objetivo abordar las posibles salidas a la tensión territorial irresuelta entre Catalunya y el Estado. Ese pleno tiene ya fecha: el miércoles de la semana que viene, 16 de octubre. Sin embargo, de forma acordada, socialistas y republicanos asumen que la creación de este foro sea demorada, según ha podido saber EL PERIÓDICO. El motivo: garantizar la participación de la mayoría de grupos, puesto que en estos momentos partidos como Junts desdeñan el instrumento, que consideran que rompe la negociación bilateral puesta en marcha con el PSOE en Bruselas.

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No quiere decir eso que el compromiso salte por los aires. De hecho, está previsto que en la sesión en el Parlament se verbalice la necesidad de impulsar esa convención. Pero si una cosa no quieren los promotores es que esta sea solo una mesa en la que se sienten el PSC, ERC y los Comuns; es decir, de las tres formaciones que sumaron en la investidura de Illa. "La prioridad es que sea un instrumento útil, más que el calendario", sostienen fuentes de los republicanos. Y en las filas socialistas suscriben ese posicionamiento y certifican que ellos cumplirán "en los tiempos y términos que convenga".

En el acuerdo de investidura firmado en agosto por ERC y el PSC se establecía que esta convención nacional tiene que ser el foro donde se promueva un "debate político, social y ciudadano" sobre "cómo abordar la resolución del conflicto político". Este trabajo tiene que derivar en unas conclusiones que se presentarán en el Parlament. La convención, que según lo pactado debería presidir un representante de ERC, también tendrá la función de "hacer un seguimiento y monitorización de la aplicación de la ley de amnistía". Todo esto es lo que deberá hacer este foro que, de forma temporal, quedará aparcado la semana que viene.

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No será fácil lograr que Junts acabe participando de la mesa, en la que ERC quiere defender su apuesta por el referéndum de autodeterminación -pese a que yo no cuenta con una mayoría que lo defienda en el Parlament- y reta al partido de Salvador Illa a exponer cuál es su propuesta. Pero la aspiración es que, una vez pasado el congreso de los posconvergentes el 27 de octubre, el partido de Carles Puigdemont participe también del debate. La historia reciente del conflicto dice que a ERC siempre le ha costado convencer a Junts de sumarse a sus iniciativas sobre el conflicto político. Los posconvergentes fueron a la primera mesa de diálogo Generalitat-Estado -febrero de 2020- arrastrando los pies y, después, se borraron. Tampoco les gustó el "acuerdo de claridad" para celebrar un referéndum que planteó en 2022 el entonces president Pere Aragonès.

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Cabe decir que hay otro motivo, más allá de Junts, que también ha contribuido a demorar la puesta en funcionamiento de la convención y es la situación de crisis interna que vive ERC. A los republicanos, antes de cerrar decisiones de calado como la de crear este instrumento de diálogo, les conviene resolver su pugna por el liderazgo del partido. Las primarias están agendadas para el 30 de noviembre y hasta que no se forme una dirección nueva, la que hay ahora -que lidera Marta Rovira- prefiere no entrar en estos temas en una situación de interinidad. Además, en función de quien gane el pulso, se podría ver alterado la composición del grupo de ERC en el Parlament, que ahora está liderado por dos 'roviristas', Marta Vilalta y Josep Maria Jové. A ERC le pasa lo mismo con la negociación de los presupuestos de 2025: no podrá entrar a fondo en las conversaciones con el Govern de Illa hasta que el partido tenga un nuevo presidente y una nueva secretaria general.

Desde el Govern dan por descontado que la convención no se reunirá por primera vez antes de final de año, como dijo la portavoz y consellera Sílvia Paneque en una entrevista con EL PERIÓDICO, a la espera de que los grupos de la oposición, y en particular ERC, culminen su reordenación interna. En todo caso, el Executiu no tiene prisa por esta cuestión, ya que en su agenda de prioridades tras no perder ni una votación en el debate de política general está la aprobación de los presupuestos de 2025.

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