Política lingüística

El Govern prevé aprobar el pacto por el catalán antes de final de año

El conseller de Polítiques Lingüísitiques, Francesc Xavier Vila, reactiva los contactos con los grupos para el que podría ser el primer gran acuerdo del ejecutivo de Illa

El Govern pone en marcha un plan de choque para incrementar los cursos de catalán para adultos

El Govern confía en lograr "a corto plazo" el uso del catalán en el Parlamento Europeo

Albares pide reunirse con la presidenta del Europarlamento para impulsar el catalán en la UE en plena tensión con Junts

El conseller de Polítiques Lingüístiques, Francesc Xavier Vila, con el president de la Generalitat, Salvador Illa

El conseller de Polítiques Lingüístiques, Francesc Xavier Vila, con el president de la Generalitat, Salvador Illa / ZOWY VOETEN

Sara González

Sara González

Barcelona
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Plan de choque con más cursos para adultos, nuevo intento de acelerar su uso en los plenos del Parlamento Europeo y un ministro, Jordi Hereu, hablándolo por primera vez en 19 años en el Consejo de la UE en Bruselas. El Govern de Salvador Illa, de la mano del presidente Pedro Sánchez, se ha arremangado para que quede claro que el impulso al catalán, cuyo uso social ha quedado acreditado que está en retroceso, forma parte de las prioridades de su agenda, tal y como acordó con ERC a cambio de la investidura. Uno de los próximos pasos, que coincidirá con la negociación de los presupuestos catalanes, será que se apruebe antes de final de año el Pacte Nacional per la Llengua, que podría convertirse en el primer gran consenso que se anotara el nuevo Govern.

El conseller de Polítiques Lingüístiques, Francesc Xavier Vila, ha reactivado ya los contactos con todos los grupos del Parlament, a los que el jueves pidió colaboración para cerrarlo con la "máxima brevedad posible". Los trabajos han sido heredados de la anterior legislatura con la consellera Natàlia Garriga al frente y en la que Vila era secretario general de la materia, y están tan avanzados que el departamento ve posible cerrarlo en diciembre. De hecho, estaba a punto de caramelo para ser firmado antes de que Pere Aragonès avanzara las elecciones.

Entonces ya había sintonía entre la mayoría de grupos de la Cámara -PSC, Junts, ERC, Comuns y la CUP- y la previsión del departamento es que se mantenga. Pese a que el panorama político se ha recompuesto tras los comicios del 12 de mayo, fuentes de la conselleria confían en que eso no suponga "ningún contratiempo" ni "cambio de posición" entre los partidos que ya habían dado su visto bueno. El pacto no es una mera declaración de intenciones, advierten, sino que llevará aparejado el presupuesto necesario. De hecho, el acuerdo entre socialistas y republicanos incluía que en su primer año estuviera dotado de 200 millones de euros.

El primer gran consenso de la legislatura

El Pacte Nacional per la Llengua, que de lograrse sería el primer gran consenso que podría exhibir el Govern de Illa aunque heredado de su antecesor, está concebido como el "principal instrumento" para incrementar el nivel de conocimiento del catalán en todos los niveles, facilitar su uso y potenciarlo entre los que no lo tienen como lengua de partida. Todo, empezando por las propias instituciones y con un apoyo amplio y transversal. Desde que Illa es president y a diferencia de cuando ejercía de jefe de la oposición, tanto él como todo el Govern hace sus discursos íntegramente en catalán en el Parlament y en el Palau de la Generalitat.

El propio Vila se definió a sí mismo como el "martillo pilón" para garantizar que la Generalitat predica con el ejemplo tras poner encima de la mesa una extensa radiografía de la situación "preocupante" de la lengua, especialmente en ámbitos como el educativo, sanitario y comercial. Siendo consciente de que su estabilidad pasa por la entente con ERC y con los Comuns, pero dando cancha también al intento de seducción del nacionalismo de centroderecha que estaba bajo el cobijo de la extinta Convergència, Illa trata de sacar lustre al catalanismo fundacional del PSC tras años en que había quedado subalterno al objetivo de recuperar el votante perdido hacia Ciutadans.

El frente europeo

Más allá del conseller Vila, la consigna al resto del Govern es clara. El conseller de Unió Europea i Acció Exterior, Jaume Duch, aseguraba el jueves en una entrevista a Catalunya Ràdio que el Executiu confiaba en lograr "a corto plazo" que el catalán pudiera utilizarse en los plenos de la Eurocámara. La afirmación vino precedida por el envío de una carta del ministro José Manuel Albares para presionar en este sentido a la presidenta del Europarlamento, Roberta Metsola, a sabiendas de que esta vía, que requiere de una mayoría de la Mesa, es más factible que la de lograr la oficialidad del catalán, para la que es imprescindible la unanimidad de los 27 estados miembros.

La intervención de Hereu en el Consejo puso la guinda a la estrategia que persiguen los socialistas de exhibir su compromiso con un asunto de calado para pactar con los partidos independentistas. Y es que no solo Illa está enrolado en este impulso del catalán después de inaugurar la legislatura de la mano de ERC. También Sánchez, que hace poco más de un año que normalizó en el Congreso la utilización del catalán, el euskera y el gallego fruto del pacto que le garantizó la mayoría para la investidura, trata ahora de arrancar avances en este ámbito para allanar la negociación con Junts de los presupuestos estatales.