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NEGOCIACIONES TRAS EL 23J

Feijóo persevera en una investidura en manos de la voluntad de Junts

Los populares se muestran convencidos de que la negociación con Coalición Canaria se traducirá en un apoyo a Feijóo pero no pierden de vista una investidura fallida

Dos jueces del Constitucional aprovechan su mayoría conservadora en vacaciones y rechazan el recurso de Puigdemont

El presidente del Pp, Alberto Núñez Feijóo.

El presidente del Pp, Alberto Núñez Feijóo. / EP

Elena Marín

Madrid
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"Son tantas las líneas que hay que cruzar, que lo que queda por vender es un canteo". Se refiere así un dirigente popular a las negociaciones entre el PSOE y los grupos regionalistas e independentistas, donde los intereses de unos se cruzan con los de otros, pero sobre todo, su alusión es a lo que Junts per Cataluña puede querer y conseguir de Pedro Sánchez. "Hay que aferrarse a cualquier oportunidad", insisten en la formación, y en esa "oportunidad" caben dos opciones para el PP: que la negociación entre independentisas y socialistas fracase y se produzca una carambola que les permita obtener una mayoría simple en la investidura, o que el alma más radical del partido de Carles Puigdemont se imponga y apueste por la ingobernabilidad, provocando una votación fallida para cualquier candidato y eso derive en una repetición electoral. Y ante cualquiera de estas dos opciones, Alberto Núñez Feijóo necesita estar en la investidura.

El Partido Popular negó hace una semana que mantendría conversaciones con Junts porque solo entiende las negociaciones dentro "del marco constitucional" y el máximo responsable de esta formación es un "prófugo" de la justicia, pero este miércoles la número dos del partido, Cuca Gamarra, ha repetido en varias ocasiones durante una rueda de prensa en Génova que una investidura puede prosperar "por mayoría absoluta" pero también con más síes que noes. Los números siguen siendo complicados para esa minoría. Si el PP avanza con Coalición Canaria y finalmente obtiene su apoyo, el bloque de la derecha sumaría 172 escaños. El PSOE, si logra la suma de todos los demás grupos del arco parlamentario, incluido el PNV (5 escaños) a quien el PP sigue queriendo convencer, y a Junts per Catalunya (7 escaños), obtendría 178. De modo que la única manera de que Feijóo logre ser investido está en que Junts, o Junts y PNV, no voten a favor de Sánchez.

Sumas complicadas

En el propio partido reconocen que "es complicado" que los independentistas catalanes voten no a Sánchez y se abstengan con el PP, pero sí cuentan con la posibilidad de que su voto sea negativo para ambos y eso llevaría a "nuevas elecciones". "Quedan ocho días y eso en política es mucho tiempo", apuntaba Gamarra este miércoles refiriéndose a las negociaciones que aún quedan por delante para la composición de la Mesa del Congreso. Un tiempo que pasa para ambos partidos con un desenlace aún incierto, señalan en la formación.

A pesar de los dos portazos que el PNV ha dado al PP en las últimas dos semanas, negándose a sentarse para hablar de la investidura, en la dirección del PP mantienen el optimismo y creen que tienen alguna opción de arrebatar la mayoría de la Mesa al bloque de la izquierda gracias a las negociaciones con los nacionalistas vascos. El PSOE, a su vez, ha dejado que los grupos nacionalistas negocien entre sí para que uno de ellos ocupe una silla en el máximo órgano de la Cámara.

El fantasma de la repetición electoral

La composición de la mesa del Congreso será clave y dará una idea de lo que puede ocurrir en la investidura, pero si el acuerdo entre todos los grupos que podrían conformar el bloque de izquierdas no está cerrado, los populares siguen con sus matemáticas: "Estamos a cuatro escaños de una mayoría absoluta, y nos situamos a 50 diputados de diferencia de donde se encuentra el segundo candidato más votado". De modo que entienden que sería suficiente para que el Rey pueda proponer a Núñez Feijóo y por eso han vuelto a "reiterar" la "disponibilidad" de su candidato. Si los números salieran, perfecto. Si las negociaciones se rompen en la izquierda, la puesta en escena del líder del PP en el Congreso es un primer acto para una campaña que no se sabe cómo puede resultar.

Que los partidos de la derecha se preparan también para una hipotética repetición electoral, lo reconoce un miembro del PP, que analiza lo ocurrido esta misma semana con el acuerdo entre PP y Vox para que este último garantice sus votos a un Gobierno de Feijóo sin pedir sillones, como sí han hecho en comunidades como Extremadura, Aragón, Valencia, Castilla y León y está por ver si también en Murcia, donde aún no hay acuerdo. "Vox sabe que no puede ser que no haya alternativa al gobierno de Sánchez por su culpa, por eso lanzó ese comunicado", explica este dirigente del PP bregado en varias campañas electorales. Pero es evidente, añade, que "la jugada no es solo por generosidad, ellos juegan sus cartas". Y explica que lo que buscan con este movimiento, más allá de intentar un cambio de Gobierno que no parece fácil es "que si Feijóo no lo consigue no se pueda decir que es por su culpa".

En el PP, en cualquier caso, hacen lo posible por instalar su relato y insisten en que la investidura aún es posible: "Estamos trabajando en sumar apoyos", decía este miércoles Gamarra. Pero mientras unos plagan sus intervenciones públicas y conversaciones privadas de optimismo o, al menos, de resistencia, en el partido hay quien opta por otras lecturas. "Es difícil de asumir (el resultado electoral), sobre todo al principio", señala una fuente conservadora, convencida de que a Sánchez "no le asusta repetir" y que "a los nacionalistas no les interesa nada porque pueden tener una fuga de votos al PSOE".