Resaca del 28M

Aragonès elude los pactos locales de Junts con el PSC y pide a los posconvergentes "una agenda política" colectiva

Las diputaciones pondrán a prueba la llamada a la unidad de Aragonès

Encuesta 23J : ERC y Junts empatarían pero el independentismo perdería fuelle

Pere Aragonès, el segundo por la derecha, durante la inauguración, ante la atenta mirada de Andrea Firenze (en el centro), máximo responsable de Covestro en España.

Pere Aragonès, el segundo por la derecha, durante la inauguración, ante la atenta mirada de Andrea Firenze (en el centro), máximo responsable de Covestro en España.

Xabi Barrena

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Pere Aragonès, y en general ERC, ha llegado a la conclusión de que, para avanzar en el camino hacia el referéndum de autodeterminación, como le exigen sus bases y se impone como meta la cúpula republicana, necesita a Junts. Solo así se explica que Esquerra mire hacia otro lado mientras los posconvergentes y los socialistas, tras las elecciones del 28-M, van firmando acuerdos en cascada a nivel local. La pugna democrática por el referéndum pactado, señaló Aragonès en las cercanías de Marsella, este miércoles, es una cuestión de equilibrio de fuerzas entre la Generalitat y el Estado. Y ante esta situación el 'president' pidió a los posconvergentes, sin citarlos, que además de los movimientos tácticos, pecuniarios y alimenticios, se avengan a trazar "una agenda política" común.

Lo cierto es que ERC lo ha intentado en solitario. Por ejemplo, con el acuerdo de claridad. Pero el estado inicial de los trabajos para lograr este pacto ha impedido que ERC acudiera a los comicios con ningún atisbo de mística. Los trabajos de unos académicos se antojan poco vibrantes para hacer levantar al independentista desmovilizado del sofá. El jefe del Executiu reconoció que para las altas paredes que se deben escalar precisa de una mayoría fuerte y estable en el Parlament. Algo que no ahora no tiene, al contar con tan sólo 33 de los 135 diputados del hemiciclo.

Porque la obsesión ahora de ERC es movilizar a su electorado. Para ello, para contradecir, incluso, a los que de la gestión del día a día, siempre más gris que la épica nacional, la tildan de 'autonomismo', Aragonès recordó que el suyo "es el primer Govern que ha restituido 'consellers' del 1-O [en referencia a Meritxell Serret]; el Govern que cambió el criterio sobre la actuación judicial a seguir en caso de incidentes entre Mossos y manifestantes; el Govern que ha puesto el referéndum sobre la mesa y el Govern que ha recuperado el diálogo con las instituciones europeas, un diálogo en el que siempre ha estado presente la autodeterminación".

Mayores frutos

La conclusión de todo ello es que "hay que seguir trabajando por la independencia", aseveró, antes de reconocer que a él también le hubiera gustado que la mesa de diálogo, negociación y pacto entre Estado y Generalitat "hubiera dado mayores frutos".

Siempre con la vocación de tender el máximo de puentes posibles con Junts, Aragonès se deshizo en elogios hacia la elección, por parte de los posconvergentes, de la exalcaldesa de Vic, Anna Erra, como candidata a suceder a la condenada Laura Borràs al frente de la Cámara catalana. "Celebro que por fin se acabe la interinidad que vivía el Parlament", desde la suspensión de las funciones parlamentarias de la presidenta de Junts, y, añadió "es una magnífica ocasión para reconstruir complicidades" con Junts. "Espero celebrar bien pronto una reunión de trabajo con la nueva presidenta de la Cámara", aseveró el jefe del Executiu, comprometiendo, por tanto, y no es una sorpresa, el voto de ERC a favor de la posconvergente.