Viaje oficial al 'Midi' francés

Catalunya y la región de Marsella impulsan una alianza de puertos para reducir la contaminación de los cruceros

España, Francia y Portugal lanzan el primer gran corredor de hidrógeno verde de la UE

¿Qué es el hidrógeno verde?

Pere Aragonès

Pere Aragonès / MANU MITRU

Xabi Barrena

Xabi Barrena

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Catalunya y la Región Sud francesa (que engloba a la PACA, es decir, la Provenza-Alpes-Costa Azul) tejieron este miércoles unas líneas comunes de actuación, que se plasmarán en un acuerdo de asociación, en tres ejes. Los dos primeros eran sabidos, la sequía y el hidrógeno verde, donde ambos territorios son el punto de entrada y de salida del hidroducto que debe interconectar la península ibérica con el resto de Europa. El tercer campo de asociación es el impulso de una especie de alianza de puertos mediterráneos para que se haga frente a la contaminación de manera conjunta. Es decir, ambas regiones intentan evitar, así, que haya otros territorios que, con normativas más laxas atraigan el tráfico de la marina mercantil y, muy especialmente, los cruceros a sus puertos, convirtiéndolos, de facto, en 'santuarios' donde protegerse. Es decir, una llamada a evitar el 'dumping' contaminante.

Si Catalunya tiene dos infraestructuras muy castigadas por la sobrexplotación crucerística, como son los puertos de Tarragona y Barcelona, la Región Sud cuenta con tres damnificadas: Toulon, Niza y Marsella, según explicó el presidente de la administración regional, Renaud Muselier.

En lo que respecta a la sequía, la colaboración parte de la necesidad de trasladar información y, en el caso del hidrógeno, a la voluntad compartida de que el paso del H2Med no se convierta en una especie de 'Bienvienido, Mr Marshall' es decir, que los beneficios sociales y económicos pasen de largo. El objetivo es que esta infraestructura paneuropea sea, a su vez, un potente generador de riqueza.

Rehenes crucerísticos

En cambio, en lo que a la alianza de puertos se refiere, la reflexión parte de la experiencia de ver como cada puerto, en solitario, acaba siendo rehén de las multinacionales crucerísticas, que actúan a voluntad. En cambio, desde la unión, señaló Pere Aragonès en la sede del gobierno regional francés, "se evitará que las empresas tengan todo el poder".

El papel de los cruceros como agentes contaminantes y la impotencia de las administraciones locales para ponerles coto fue, de hecho, uno de los ejes de campaña de las pasadas elecciones municipales en Barcelona.

El anuncio del pacto de asociación, por la tarde, completó la jornada de Aragonès en las cercanías de Marsella. A mediodía había visitado la planta Jupiter 1000, un proyecto de demostración industrial de conversión de electricidad, captada con sistemas 'verdes', en gas. Lanzado en 2014 por GRTgaz, entró en funcionamiento en febrero del 2020. La instalación está ubicada en la población de Fos-sur-Mer (en la región de Provenza-Alpes-Costa Azul, la PACA), no muy lejos de donde se preveía extraer el agua del Ródano hacia Barcelona, en un trasvase donde, la Generalitat convergente de principios de siglo, pretendía transportar anualmente un flujo de 600 hectómetros cúbicos

El 'president' puso fin a su periplo con una intervención en la cumbre 'Mañana el Sur-Los estados regionales del agua' organizado por la Región Sud. Aragonès, junto con Muselier y el comisario europeo de Medio Ambiente Virginjius Sinkevicius, que entró vía videoconferencia, abrieron la cumbre. En su intervención, el 'president' hizo una mera descripción de la crisis hídrica que vive Catalunya, la "prueba definitiva para aquellos que aun dudaban de la existencia del cambio climático".