Perfil

¿Quién es Anna Erra, la 'turullista' que releva a Laura Borràs en el Parlament?

Multimedia | Las claves del proceso judicial que condenó a Laura Borràs

Anna Erra.

Anna Erra. / EPC

Fidel Masreal

Fidel Masreal

Por qué confiar en El PeriódicoPor qué confiar en El Periódico Por qué confiar en El Periódico

Tiene 57 años, es licenciada en Geografía e Historia por la Universitat de Barcelona y diplomada en magisterio por la Universitat de Vic, su ciudad natal en la que ha sido maestra en el colegio Col·legi Sant Miquel dels Sants durante 21 años. La candidata de JxCat a la presidencia del Parlament, procede políticamente de CDC y fue concejal en el ayuntamiento, en áreas como la educación, la cultura, el comercio y las políticas sociales antes de ser alcaldesa. Su independentismo es granítico, pero al mismo tiempo tiene la experiencia de haber gobernado su ciudad de la mano del PSC cuando ganó los comicios en 2015. Su soberanismo contundente le ha valido polémicas como ciertos mensajes políticos en la megafonía de la ciudad o sus declaraciones en el Parlament sobre el uso del catalán. En Junts tiene un apoyo tan notable que incluso superó a la presidenta del partido, Laura Borràs, en votos, en el congreso del pasado año. Sólo el secretario general, Jordi Turull, obtuvo más avales.

Erra se hizo con la vara de mando de Vic recogiendo el testigo al democristiano Josep Maria Vila d'Abadal y protagonizó un giro inesperado pactando con el PSC y dejando así fuera a ERC, mientras Vila d'Abadal mostraba su desacuerdo públicamente. La pugna de Erra con los republicanos sigue viva porque en el mitin central de Junts en Vic para las elecciones municipales del pasado 28 de mayo les acusó de "venderse por un plato de lentejas o una serie de Netflix" al pactar con el PSOE en el Congreso de los Diputados, al tiempo que les señaló porque a su juicio han abandonado el camino hacia la independencia.

La gestión de Erra fue premiada con un incremento en concejales en Vic. Pero tras este segundo mandato, decidió dar un paso a un lado, mientras compaginaba su tarea de alcaldesa con la de diputada en el Parlament.

Fue más votada que Laura Borràs en el congreso de Junts

"No parecen catalanes"

En 2019 la fiscalía abrió diligencias por unos mensajes en la megafonía de Vic, pero el TSJC lo desestimó: "No normalicemos una situación de excepcionalidad y de urgencia nacional. Recordamos cada día que todavía hay presos políticos y exiliados. No nos desviemos de nuestro objetivo, la independencia de Catalunya”.

Erra protagonizó otra polémica, esta vez en el Parlament, cuando a propósito de una campaña en defensa del uso del catalán, reclamó en el pleno de la Cámara a los "catalanes autóctonos" que no usen el castellano ante personas que "por su acento o su aspecto físico" no parecen "catalanes". La oposición acusó a Erra de "racista y supremacista". La alcaldesa se disculpó y dijo que se la había malinterpretado: "Me avala mi trayectoria política. Como alcaldesa de Vic siempre he trabajado y trabajaré por la integración y la cohesión social", escribió en Twitter.

Vic es sin duda una de las ciudades en las que la convivencia es una cuestión básica. Solo hay que recordar polémicas anteriores como las de Vila d'Abadal, que amenazó con delatar a los inmigrantes sin papeles que se empadronaran en la ciudad. En Vic, la plataforma Som Identitaris, del racista Josep Anglada, ha obtenido dos concejales.

En el Parlament, Erra ha destacado por su negociación de la respuesta unitaria a la resolución judicial que obliga a un 25% de educación en castellano en las aulas catalanas. Ella protagonizó, en nombre de Junts, un primer acuerdo que a las pocas horas el partido dejó en suspenso a la vista del malestar que ciertas entidades en defensa del catalán habían trasladado.

Ahora, tras dejar paso a un nuevo alcaldable en Vic y seguir en el Parlament, la figura de Erra ha cobrado peso en el grupo de 32 diputados de Junts en la Cámara. Si es ratificada como presidenta de la institución, probablemente los grupos de la oposición le recordarán las citadas polémicas, y en un sentido opuesto, todos los ojos de Junts estarán puestos en su estilo al frente de la institución por ver si sigue o no los pasos de la desafiante Borràs, condenada por corrupción y que convirtió su gestión en la Cámara en una polémica constante y en promesas no cumplidas como la de no ceder ante la justicia española.

Suscríbete para seguir leyendo