Tras la primera ronda de contactos

ERC descarta hacer alcalde a Collboni pese el anzuelo de la diputación

Trias se deja querer por el Cercle y se muestra confiado en ser alcalde

Collboni se activa para ser alcalde gracias a Comuns y ERC

Oriol Junqueras prioriza a Xavier Trias y limita las opciones del PSC a una difícil suma con el PP

Celebración en la noche electoral en la sede del PSC. Jaume Collboni con Salvador Illa.

Celebración en la noche electoral en la sede del PSC. Jaume Collboni con Salvador Illa. / ZOWY VOETEN

Sara González
Carlota Camps
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"Hay opciones de gobierno de izquierdas en Barcelona", sostienen desde el PSC tras la primera ronda de contactos que ha mantenido con el resto de formaciones políticas. Jaume Collboni no ha variado su propósito de intentar arrebatarle la alcaldía al ganador de las elecciones, Xavier Trias, de la mano de los Comuns y de ERC, pero el presidente de los republicanos, Oriol Junqueras, ha hecho añicos este escenario este mismo miércoles cuando ha afirmado que su prioridad es que Junts se quede con la alcaldía. Ni tan solo el as en la manga que se reservan los socialistas en la negociación, que es el gobierno de la Diputación de Barcelona, es suficiente para olvidar que Collboni pactó en 2019 con Manuel Valls para desbancar a Ernest Maragall.

Esa jugada grabada a fuego en la memoria de los republicanos y la convocatoria de las elecciones generales impacta de lleno en la confección de un pacto en Barcelona. Aún así, el PSC mantiene viva su apuesta por un alianza de izquierdas con el trasfondo del reparto del poder supramunicipal. Los dos partidos independentistas han perdido fuelle pese a que Junts ha logrado imponerse en la capital. Todos los actores mantienen un discurso público que tiene matices a puerta cerrada, pero Junqueras ha sido especialmente contundente y el diagnóstico en la calle Calàbria es que justamente son los pactos con los socialistas lo que les penaliza y desmoviliza su electorado.

Que ERC cierre esta vía limita las opciones del PSC a una difícil aritmética en la que el PP tendría que entrar en la ecuación de la misma manera que lo hizo Valls hace cuatro años. Mientras los socialistas aseguran que es "inverosímil" que se dé esta situación con unas generales polarizadas con la derecha por mucho que Daniel Sirera busque tener algún poder de decisión en el consistorio, fuentes populares aseguran que Collboni ha planteado también esta posibilidad en el encuentro mantenido.

Pero esta suma requeriría una implicación de los Comuns que, esta vez, no serviría para otorgarle la alcaldía a Ada Colau. Los morados son los más entusiastas a la hora de defender el tripartito de izquierdas, aunque aún se resisten a descartar que la vara pueda recaer en su líder. De hecho, aún cruzan los dedos para que el recuento del viernes dé un vuelco a su favor y les sitúe en segunda posición, ya que se quedaron a 141 votos la noche electoral. Sin embargo, según fuentes negociadoras, asumen que ese escenario es difícil y que, aunque sea por un puñado de votos, el PSC va por delante.

Más compleja es la situación para ERC. Especialmente desde que precipitadamente se ha colocado en el calendario unas generales cuando aún no se han recuperado de un duro golpe en las municipales que ha reducido a la mitad su representación en Barcelona. Públicamente, el 'president' de la Generalitat, Pere Aragonès, ha alentado un repliegue independentista y Oriol Junqueras ha verbalizado que "es mejor" un alcalde como Trias. "Yo creo que esto acabará en que yo seré alcalde con más o menos apoyo", ha presumido el alcaldable de Junts este miércoles.

Pero no hay unanimidad republicana y el PSC aspira a pescar en esas aguas revueltas agarrándose a que los pactos entre independentistas hace tiempo que brillan por su ausencia. De hecho, Maragall se reunió el lunes con Trias, el martes lo hizo con Collboni y este miércoles se ha encontrado con Colau. "Sitúan a ERC como clave y en el centro", aseguran fuentes republicanas. El exdiputado de ERC Joan Tardà ha sido de nuevo la voz más discordante en el escenario de negociaciones apostando por contribuir a que la líder de los Comuns, pese a haber quedado tercera, sea alcaldesa con un gobierno con los republicanos dentro y la "colaboración" de los socialistas.

A la espera de ERC

Sin embargo, lo que sí que no avala el PSC son fórmulas que no pasen por la alcaldía de Jaume Collboni. Tampoco el repartimiento de la alcaldía con Colau con la que sueñan sectores de los Comuns que se resisten a aceptar que todo esté perdido. Para ellos, el premio de consolación sería ser el socio minoritario de los socialistas. Pero para eso, haría falta la participación de ERC, enfrascada en estos momentos en el "frente unitario" que ha puesto encima de la mesa para rehacer la unidad independentista.

Los socialistas, convencidos de que este nuevo intento de los republicanos y Junts tiene muchos números para acabar como el rosario de la aurora, mantienen el anzuelo de una Diputación de Barcelona que siempre es refugio para mantener estructuras territoriales de partido cuando pintan bastos. Antes de tener sobre la mesa los resultados de las municipales, la intención del PSC, convencido de que tenía todas las de ganar, era repetir el polémico pacto con Junts en la tercera institución de Catalunya, que se ha mantenido estable y sin sobresaltos durante cuatro años. Pero las urnas, tanto las que ya se han abierto como las que se pondrán el 23 de julio, han dinamitado los planes de todos.

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