Sirera se abre a ceder sus votos a Collboni pero ve "muy complicado" hacerlo si este pacta con Colau

Con sus cuatro concejales recién escogidos en las urnas, este lunes el cabeza de lista del PP en Barcelona, Daniel Sirera, se ha mostrado abierto a pactar y a "contribuir en la gobernabilidad" de la ciudad, pero ha descartado dar "un cheque en blanco". Según Sirera, "lo normal" es que el ganador de las elecciones municipales sea el futuro alcalde -en este caso Xavier Trias-, pero se ha mostrado abierto a ceder también sus votos a Jaume Collboni si cumple sus peticiones. "No tengo predilección por uno otro", ha asegurado el alcaldable popular, que ha recordado que todo dependerá de qué modelo tengan para la ciudad. Esto sí, Sirera se abre a pactar, siempre que los socialistas no pacten también con los Comuns. En este caso, ha asegurado que lo ve "muy complicado, por no decir imposible".

En las municipales, el ganador de las elecciones es investido alcalde, aunque no tenga mayoría absoluta, si no hay un pacto entre otras fuerzas que sí consiga, como mínimo, la mitad más un concejal. Para ser alcalde, Jaume Collboni necesitaría un pacto con los Comuns y ERC -que, de momento, se descarta de esta operación-, o que la formación liderada por Ada Colau y el PP le cedieran sus votos.

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Con estos cálculos encima de la mesa, Sirera ha avisado a Jaume Collboni de que no cuenten con ellos si su objetivo es continuar con las políticas de los últimos años. "Quiero un cambio en Barcelona, si quieren cambiar la ciudad de Barcelona, tienen que poner sobre la mesa un programa similar al del PP. Para hacer lo mismo, que no cuenten con nosotros", ha avisado, añadiendo que su visión de ciudad "no es Ada Colau". Según ha señalado Sirera en una rueda de prensa en la sede del partido en Barcelona, sus líneas rojas son "revertir las ocurrencias de Colau" y que la "agenda" del próximo gobierno sea de "seguridad y libertad". También ha querido resaltar que los barceloneses han dicho "que no quieren separatismo" y ha pedido, ante la convocatoria de elecciones generales en julio, que la capital catalana no se convierta en "moneda de cambio", "de sillas" o de "cromos" de cara a pactos en otras instituciones.

Por otro lado, Sirera ha asegurado que la entrada de Vox "no es una buena noticia", pero ha asegurado que quién tiene que reflexionar sobre los motivos de este hecho es "la izquierda pija". Aún así, ha defendido que su partido es la primera fuerza del 'constitucionalismo' de derechas que ha quedado primera y que han "revertido la tendencia" de las últimas elecciones al Parlament de Catalunya, cuando quedaron terceros de este bloque, por detrás de Vox y Ciutadans.