Elecciones del 28-M

Xavier Trias, a por el voto no independentista que añora la extinta Convergència

Elecciones municipales, última hora

¿Quién ganará los comicios en Barcelona?

El candidato elude referencias al soberanismo para captar apoyos de centroderecha

Acto de inicio de campaña de Xavier Trias, candidato de Junts en Barcelona

Acto de inicio de campaña de Xavier Trias, candidato de Junts en Barcelona / LLUIS GENÉ / AFP

Fidel Masreal

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Semana pasada. Barcelona. Tras la agenda pública de campaña, Xavier Trias cena con una treintena de personas en un lujoso hotel de la capital catalana. En la mesa, los responsables de la cadena hotelera y otros hombres y mujeres de empresa, que escuchan al alcaldable de Junts. Muchos, nada susceptibles de votarle, a priori ubicados más a su derecha. Alguno le recomienda esconder el independentismo hasta las elecciones del 28-M. La cena -como muchos otros contactos de Trias con agentes sociales y profesionales- puede parecer una anécdota, pero muestra que el candidato lo tiene claro: su objetivo es seducir a los no independentistas con un discurso netamente convergente, centrista y moderado.

Los números cantan. Según el último barómetro del GESOP para EL PERIÓDICO, Trias no solo consigna la mayor fidelidad de voto (65%) de todos los candidatos, sino que absorbe tanto al 14% de votantes de extrema derecha como a dos de cada 10 votantes de ERC, la fuga más importante de todo el tablero y que explica la caída del postulante republicano, Ernest Maragall. Es decir, que el exalcalde posconvergente pesca en el caldero republicano independentista, pero también, en una proporción importante, de la ultraderecha.

Trias evita a Puigdemont y Borràs

Otro dato que seguro que está en las carpetas de los jefes de campaña de Trias, los distritos que más le votaron cuando fue alcalde: Sarrià Sant Gervasi, Les Corts, Gràcia y El Eixample. El perfil socioeconómico de estos barrios es coherente con el discurso de Trias, que ha obviado absolutamente el independentismo en sus discursos. Lo ha obviado tanto que incluso una buena noticia para su partido, como el bofetón de una comisión de Naciones Unidas al Estado por no haber respetado los derechos del expresidente Carles Puigdemont no fue usado por Trias en campaña hasta que un periodista se lo preguntó.

Trias ha evitado recibir el apoyo de la presidenta de Junts, Laura Borràs (salvo en una breve intervención el primer día de campaña), y del propio Puigdemont, que se prodigan en toda Catalunya diciendo que votar a Junts vale doble: para tener alcalde de JxCat y para la independencia. Al tiempo, critican duramente al PSC... con quien Trias dice compartir modelo económico.

La estrategia, basada únicamente en 'echar a Colau' genera dudas dentro de Junts

Más claro todavía es su aviso al partido: sobre pactos decidirá él. Dicho de otro modo: los más independentistas de Junts, los que no quieren que llegue a acuerdos con el PSC reciben de Trias un mensaje claro: "Fastidiaros", dijo Trias en el ecuador de la campaña en Sants, cuando comentó que le critican que sus mensajes suenen a Convergència. Habrá una consulta interna en Junts, pero no vinculante. Y Trias hablará con todos e incluso no descarta al 100% un pacto con el PSC, pese a no ganar las elecciones.

En busca de los votos a Manuel Valls

El candidato, en definitiva, sabe que ha robado ya parte de votos a ERC y ahora se centra en captar a votantes de centroderecha, sin asustar tampoco a los primeros, a amigos que le confesaron hace cuatro años que habían financiado al exprimer ministro francés, Manuel Valls. A todos los que quieren "echar a Colau" (mensaje que se ha convertido en el monotema de sus mítines), sin más. Por eso Trias evita detallar qué modelo de ciudad propone (más allá de referencias genéricas al liderazgo, la cobertura de la Ronda de Dalt, el incremento de policías o la mejora de la suciedad en las calles) para evitar generar anticuerpos en votantes o muy de derechas o muy independentistas.

Pero esta estrategia genera dudas internas. ¿Es suficiente decir 'Colau no' para ser alcalde de Barcelona? Esta es la pregunta retórica que se hacen algunos internamente. Eso moviliza un determinado voto, pero quizá no es suficiente para lograr la mayoría, alertan. Pero en esto, como en el no independentismo, Trias manda. Manda porque así se decidió como condición para ser candidato y porque conoce bien que en Junts hay marejada que puede convertirse en tempestad interna tras el 28-M.

Así que Trias sigue fiel a su estilo, contenidos y estrategia: presentarse como un candidato no antipático a las derechas porque les puede proporcionar lo que llevan años esperando, que no es otra cosa que desbancar a Colau. Sí, es independentista, pero esto ahora no está en cuestión, viene a decir cada vez que le preguntan, incluso cuando es sobre el referéndum del 1-O: "Toca mirar al futuro", insiste. Tiene la lección aprendida. Si con ella logrará aprobar el examen, se sabrá la noche del domingo.

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